“Mira, en Venezuela sale carísimo aprender”

En Venezuela después de la caída de la penúltima dictadura, (1958), la educación presentó un gran desarrollo, por cuanto hubo una masificación en todos los niveles de los subsistemas educativos, se crearon infinidades de escuelas y liceos, así como también se incrementaron las casas superiores de estudios y, lo más importante a todos estos niveles, la educación ha sido gratuita. ¡Una gran conquista de la democracia venezolana!.

Al hablar de educación en nuestro país, es necesario entrar en discusión sobre ciertos aspectos cotidianos, que van desde los problemas económicos, sociales y culturales, hasta la calidad y equidad académica de las instituciones educativas. Dentro de estos parámetros es importantísimo detenernos en el ámbito monetario, y ¿por qué?, porque actualmente a cualquier ama de casa, representante o estudiante, si usted le pregunta ¿cuánto gasta en su educación?, lo que oirá será: “mira, en Venezuela sale carísimo aprender”, de ahí el título de este editorial.

La educación pública venezolana se ha visto influenciada por la inflación desbocada que se ha presentado en el país en los últimos años. Para el presente año, se prevé que la inflación pueda estar por encima del 30%; esta realidad ha traído como consecuencia, un incremento significativo en el costo de la educación en todos los niveles. En esta época de reafirmación de las inscripciones en las instituciones educativas –privadas y públicas–, tanto los útiles como los uniformes escolares así como el calzado, se han incrementado por encima de la cifra mencionada anteriormente, a pesar de las ferias creadas por los Gobiernos regionales y de las Alcaldías.

No sólo hay presiones inflacionarias externas, que están haciendo subir los precios internos por el alza internacional de los precios del petróleo y la comida, sino que algunos países de Latinoamérica, están empezando a mentir sobre sus niveles reales de inflación o a volver a gastar más de lo que ganan. La inflación es el mayor desafío que enfrenta Venezuela en este momento y, por ende, el costo de la educación venezolana se ha incrementado.

El subsistema de educación privada se ha constituido en una estructura de un Estado dentro del Estado, que ningún Gobierno a podido combatir y, con el paso de los años, se fortalece y crece en Venezuela, a pesar de que es un país rico en recursos no renovables como el petróleo y otros minerales; pero sufre de la mayor exclusión social y pobreza existentes. A los niños pobres de Venezuela, que no pueden pagar las contribuciones económicas en las escuelas públicas, sólo podrán asistir a institutos del Plan de Emergencia Bolivariana.

De acuerdo a los resultados de las investigaciones realizadas en esta área del conocimiento, estas afirman que el 99% de los directores de las escuelas públicas son capitalistas y mercantilistas bajo la palabra colaboración; los procesos de inscripción en las escuelas públicas, se sujetan a contribuciones económicas condicionadas, que si no son canceladas por padres y representantes, se les niega el cupo, la permanencia del niño o niña en el sistema escolar; está condicionada al pago de matriculas escolares semanales y mensuales; la estrategia consiste en exigir dinero para la compra de materiales de oficina, de limpieza, supuestamente, porque el Estado venezolano no dota a las instituciones educativas.

Las editoriales entregan a las escuelas públicas y privadas un combo de los textos y cuadernos necesarios a un precio solidario; pero los directores de las instituciones educativas lo revenden, obligando a padres y/o representantes a pagar más del doble del costo real. Esta situación es aprovechada por la corrupción y los directivos de dichos establecimientos educacionales y convierten a la institución, en un mercado educativo de educadores donde pasan a ser buhoneros de la educación. Se les cobran y se les venden el derecho a la educación a los niños de los sectores populares de escasos recursos.

A esta realidad, hay que agregarle otra verdad, como es el silencio de las pésimas condiciones de infraestructura que están el 93% de las escuelas y colegios donde laboran los docentes. Es callada por los sindicatos educativos, por cuanto estos gremios son controlados por la “mafia educativa”.

Con la inflación que ha sufrido el país este último trimestre del año en curso, los productos importados y nacionales “se han triplicado” en sus costos y, por ende, en su precio para la venta, causando molestias a los clientes, padres y representantes que deben hacer “maromas” con sus sueldos para costear los gastos educativos. De igual forma, con el aumento de 40% en el costo de los artículos de papelería, “tendríamos que hablar de una lista de útiles escolares que sobrepasa el salario mínimo”.

Aunque el Ejecutivo nacional estableció una lista básica escolar, que contempla 21 artículos, los requerimientos de las instituciones educativas superan los 40 artículos, en el caso de las listas de primaria. Mientras que el costo del listado recomendado por el Gobierno, se ubica en Bs. F. 113.55; el de las instituciones privadas oscila entre Bs. F. 303,50 y Bs. F. 498, sin incluir los libros.

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