¿Necesitamos mejorar nuestra empatía?

“No es la partida del amor lo que hiere mis días… sino el que se fuera en detallitos.”
Conmovedor verso del poema de Edna St. Vincent Millay

La empatía se conoce como identificarse con otra persona y apreciar o compartir sus sentimientos. Sin embargo, quiero agregar un elemento de mayor profundidad. La sensación de conexión, que inspira a la gente a colaborar.

El sentido común nos dice que las personas tienen más posibilidades de cooperar, mostrarse de acuerdo, apoyarse y ayudarse, si se caen bien y comparten una sensación de respeto y afecto mutuo. Lograr empatía con otra persona significa, conseguir que comparta un sentimiento de conexión contigo, que la conduzca a moverse “con y hacia” ti en lugar de “contra” de ti.

No es realista pensar que podemos maltratar a las personas, insultarlas, hacer que se sientan insignificantes, desdeñadas o indignadas o alabarlas cuando necesitamos algo y desentendernos de ellas cuando no y luego pretender que se sientan conectadas con nosotros.

Existen comportamientos nutritivos que favorecen la empatía y, también, comportamientos tóxicos (personalidad abrasiva), que ocasionan lo opuesto a la empatía, es decir, la antipatía. Si queremos cosechar los beneficios personales y prácticos derivados de la empatía con los demás y mantener relaciones de calidad, tenemos que hacer dos cosas: 1) Evitar o abandonar los comportamientos tóxicos y 2) adoptar o incrementar el uso de comportamientos nutritivos.
Los comportamientos tóxicos hacen que los demás se sientan devaluados, inadecuados, furiosos, frustrados o culpables. Los comportamientos nutritivos provocan que los demás se sientan valorados, capaces, queridos, respetados y apreciados.

Vamos al grano directamente.
Veamos algunos comportamientos tóxicos, que pudiéramos disminuir en nuestra manera de ser:
.- Lanzar pullas verbales.
.- Hacer desaires no verbales.
.- Halagar de manera insincera.
.- Perder los nervios con facilidad.
.- Discrepar por discrepar.
.- Hablar de manera inflexible.
.- Mantener posturas de intolerancia.
.- Alardear, marcar puntos de status.
.- Traicionar las confidencias.
.- Usar la ironía como práctica normal de conversación y negociación.
.- Romper promesas y acuerdos.
.- Evitar ser atento y amable.
.- Bromear en momentos inadecuados.
.- Monopolizar una conversación.
.- Interrumpir a los demás con frecuencia.
.- Insistir en salirse con la suya.
.- Atacar a los demás.
.- Cambiar de tema tuntún.
.- Inducir remordimientos en los demás.
.- Ridiculizar a los demás.
.- Soltar ideas sin pensar.
.- Dar consejo no deseado.
.- Hablar negativamente de personas que están ausentes.

Contrario a lo anterior, los comportamientos nutritivos favorecen relaciones duraderas y de alianza. Veamos algunos de ellos:
.- Ofrecer atenciones positivas y de cordialidad.
.- Bromear positivamente.
.- Dedicar cumplidos sinceros.
.- Cooperar y, a veces, por exageración.
.- Compartir éxitos ajenos.
.- Guardarse las confidencias.
.- Sólo hacer promesas que puedan mantenerse.
.- Bromear de manera constructiva.
.- Escuchar a los demás hasta el final.
.- Aportar sugerencias positivas.
.- Convencer con sinceridad; negociar.
.- Aplazar el juicio; escuchar.
.- Apoyar a los demás; simpatizar.
Revísese, pídale a alguien de confianza que le diga cuántos comportamientos tóxicos y nutritivos están en su personalidad. Esto lo ayudará a mejorar la empatía.

Después aplique el método “Triple A”, para cimentar la empatía:
Atención: A todos los seres humanos normales les gusta que les presten atención, los escuchen y los tomen en serio. Quienes fingen su interés en los demás, a menudo, se delatan con indicios no verbales que contradicen su fachada. La mejor manera de mostrar interés en alguien, es interesarse en ese alguien.
Aprecio: Utiliza un lenguaje “limpio”, flexible y considerado, libre de sarcasmo, opinionitis, polarización, y haciendo buen uso de los limitadores y calificativos semánticos, puedes evitar el surgimiento de resistencia a tus ideas en los demás. Cuando crean de verdad que los respetas a ellos y sus ideas, tendrán más ganas de escuchar las tuyas.
Afirmación: Todos necesitamos sentir que se nos reconoce como personas dignas. Los cumplidos sinceros y genuinos obran milagros. Si ayudas a los demás a sentirse bien con ellos mismos, se sentirán bien contigo.

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Fuente: Ideas tomadas de Kart Albrecht. Adaptación propia.