Necesitamos organizaciones con alto sentido de humanidad

A pesar de los problemas inflacionarios y de consumo que viven los venezolanos, nuestra población también está creciendo en un mundo caracterizado por las nuevas tecnologías y por el exceso de publicidad comercial. Estamos rodeados de anuncios y de marcas y, por desgracia para los anunciantes, los consumidores no suelen conservar buen recuerdo de ellas; es más, se les considera interruptores de los ratos de tranquilidad.

Apatía, aversión y pesimismo son los sustantivos más comunes en las mentes de los pobladores, especialmente los más jóvenes. Las empresas han manipulado durante años en sus campañas publicitarias (no solo en aquí sino en el mundo) y ahora a los consumidores les resulta difícil confiar en sus anuncios. Con las nuevas tecnologías, cualquiera puede verificar una mentira publicitaria. La población tiene miles de fuentes de información que pueden usar, para juzgar la autenticidad de las campañas y por tanto, estos agentes económicos la tienen más difícil para engañarlos. Veamos, la siguiente situación:

Foodwatch es una organización alemana preocupada por la protección de los derechos del consumidor y la calidad de los alimentos. Anualmente Foodwatch celebra los Goldener Windbeutel (Profiterol Dorado), los premios a la mentira publicitaria más insolente, un galardón que otorga a todos aquellos productos o marcas que engañan más de lo debido.

Este año son cinco los candidatos a este premio, por lanzar al mercado productos nada saludables para el público infantil, algunos de ellos contienen exceso de azúcares, grasas o sal, muy por encima de lo recomendado y anunciado. Las marcas candidatas son: Capri Sun (jugo concentrado), Monsterbacke Knister (lácteos), Pom-Bear(snacks), Nestlé (cereales) y Dr. Oetker (postres). El jurado de estos premios son los propios usuarios, que pueden votar a través de la página web de Foodwatch, quién se merece este triste galardón.

También, ha denunciado Foodwatch, que la campaña de Actimel es un burdo engaño; recordemos que el eslogan es: “Actimel activa tus defensas”. La asociación explica, que Actimel no protege frente a las enfermedades y aunque sí refuerza el sistema inmunológico, no lo hace tan eficazmente como lo puede hacer un yogur tradicional. Por otro lado, Foodwatch argumenta que el precio del producto es hasta cuatro veces más caro que un yogur y, además, es mucho más azucarado. Finalmente concluye, que la campaña saludable que gira entorno a Actimel es  puro cuento.

El Premio a la mentira publicitaria más insolente se ha otorgado, mediante votación popular vía Internet, a través de la página de esta asociación. Actimel fue el producto galardonado por mayoría, de los 35.000 votantes; el 47% votó por este producto.

Por supuesto, el Grupo Danone no ha aceptado el galardón y ha iniciado campañas informativas para contrarrestar lo declarado por Foodwatch, argumentando que esta asociación lo único que pretende, es confundir a los consumidores. El Grupo Danone manifiesta que toda la información que facilita, está respaldada científicamente, conducta y filosofía habitual de la empresa.

El caso es que Actimel no es el único producto de la empresa en el que recae la denuncia de publicidad engañosa, las natillas, el yogur Activia de Danone (o el actual Compensa) y otros productos, forman un conjunto que pone en tela de juicio la honorabilidad y la filosofía a la que apela el grupo Danone.

Desafortunadamente, para algunos anunciantes ya es demasiado tarde. Muchas marcas ya han sido descubiertas  por los clientes, por malas prácticas y la culpa no ha sido sólo de las agencias. La presión que han ejercido las marcas a las agencias para que transmitieran cada información de manera positiva, ha llevado a la industria publicitaria  y a sus clientes en una espiral de manipulación.

No obstante, a pesar de la mala trayectoria, este no es el mejor camino a seguir. Existen mejores formas de sacar adelante una campaña y de poder controlar la respuesta de la audiencia. Comprender el constante cambio en las preferencias de los consumidores, considerando los factores que influyen en la toma de decisiones de compra en un nicho de mercado y ofrecer los productos y servicios que se ajusten a sus necesidades, es lo primero a tener en cuenta.

A partir de ahora, los anunciantes deberían explorar en busca de nuevas estrategias de comunicación, para transmitir mensajes sinceros a su audiencia. Una posible opción podría ser definir la marca por conseguir un efecto positivo en la gente, luchando por destacar su humanidad.

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