Neocomunismo vs. Neocapitalismo

El convulsionado y confuso rostro que muestra el mundo del tercer milenio, nos coloca en la imperiosa necesidad de repensar lo que habíamos asumido como impensable, después de la ruidosa caída del “Muro de Berlín”, irreversible derrota de esquemas políticos totalitarios, alienantes y atentatorios contra la dignidad humana, escondidos bajo “las bondades” del modelo socialista y/o comunista.

La revolución francesa en el siglo dieciocho y el colectivismo del siglo diecinueve, crearon una fuerte y creciente inclinación a extender el poder de la sociedad sobre el individuo.

Esta tendencia, por supuesto, manipulada y utilizada en forma personalista por liderazgos circunstanciales y amparados por doctrinas políticas como el marxismo, socialismo, comunismo, castro-comunismo y sus similares, en lugar de mejorar las condiciones de vida de la población, han llenado de miserias a millones de seres humanos en nuestro planeta.

No cabe duda, la historia nos ha mostrado con evidente crueldad hasta dónde pueden llegar los peores sentimientos inherentes a la naturaleza humana, al servicio de demenciales proyectos personales que invocan una falsa justicia social, igualdad y libertad.

Discursos extraídos de la retórica de la Revolución Francesa y/o la figura de aventureros de moda como el Che Guevara, constituyen los iconos ideológicos manejados hoy por expertos en publicidad, contratados por el régimen para alimentar el alma prisionera de sus aliados que mantienen sumergidos en un escenario de falsedades y engaños, detrás de los cuales se esconden los desaciertos de los liderazgos totalitarios.

Mientras la población cada día se hace más pobre y las necesidades apremian, el nuevo Capitalismo de Estado, disfrazado con el nombre de “Socialismo del siglo XXI”, se muestra como redentor de la pobreza y miserias que ellos mismos han fortalecido y contribuyen a extender.

Es imperioso interpretar, que la sociedad en general requiere y puede vivir en mejores condiciones que las actuales y que el histórico fracaso del comunismo, lo inhabilita como alternativa de cambio para el progreso.

Nos preguntamos si las fallas del modelo capitalista han propiciado y le otorgan validez al renacimiento del demagógico discurso Neocomunista, que pretende, a nivel local, dar lecciones para combatir la pobreza atacando la libre empresa, desconociendo la propiedad privada, confiscando bienes y disponiendo del patrimonio de la nación a espaldas del pueblo.

Esta inquietud obliga a hacer comparaciones con el modelo Capitalista, democrático y de libre empresa y su capacidad de gestión para combatir la pobreza.

No cabe duda que, aún con todas las deficiencias que pudieran imputársele, las mayores posibilidades de logro están bajo este marco: respeto a las leyes, libre mercado de bienes y servicios, respeto a la propiedad privada, sólido mercado de trabajo, ingresos y libre iniciativa para emprender actividades generadoras de riqueza para la sociedad como un todo.

Pero… ¿Cómo llegar a éllo y cómo aplicar correctivos?

Si se pueden ejercer funciones dentro de un estado de derecho, la práctica sistemática de la inclusión social, pudiera dar algunas respuestas a estas interrogantes y allí debe estar la participación determinante de la iniciativa privada.

Inclusión social, en el contexto de la Responsabilidad Social Empresarial, ….no es una frase de moda….., es la participación activa del sector privado, colaborando en la conformación de una infraestructura social de valores y retos compartidos, sin exclusiones de ninguna naturaleza, ayudando a sus comunidades aportando capital intelectual y mostrando el camino que les permita ejercer plenamente sus derechos ciudadanos y avanzar hacia el logro del Desarrollo Sustentable, expresado en términos de empleo estable y digno, vivienda, educación, salud, seguridad y protección del ambiente dentro de un clima de libertades, gobernabilidad y democracia.

Se me ocurre señalar que la práctica de éllo pondría en ventaja inobjetable al Neocapitalismo contra el Neocomunismo como alternativa válida de supervivencia.