Optimización y ERP

(*) Germán Guido Lavalle – En 1736 Leonhard Euler resolvió el famoso problema de los puentes de Königsberg. Era ésta una ciudad prusiana (actualmente Kaliningrado, perteneciente a Rusia) situada a ambas márgenes del río Pregel, el que desemboca en el Lago del Vístula y éste, a su vez, en el Mar Báltico. El río tiene dos islas en medio, unidas a ambas márgenes y entre sí por un total de siete puentes.

Puede el lector usar el mapa de la época para tratar de responder si es posible dar un paseo, empezando por una cualquiera de las cuatro partes, cruzando cada puente una sola vez y volviendo al punto de partida. Pero le ahorrará tiempo saber, que Euler era un gran matemático y demostró que eso no era posible. Para hacerlo, representó cada pedazo de tierra por un punto y los puentes por líneas, como muestra el gráfico, y observó que para poder llegar y salir de cada punto sin repetirlo, hace falta que tenga un número par de líneas que lleguen a él, lo que no ocurre en este caso.

Había nacido la Teoría de Grafos, la misma que le permite a UPS ahorrar decenas de millones de dólares, optimizando las rutas para realizar entregas en 150 destinos en Estados Unidos, teniendo en cuenta restricciones tales como los horarios de retiro y entrega, utilizando un sistema desarrollado junto con el MIT.

O, para tomar un ejemplo local, es la misma teoría que utiliza una universidad argentina, para ubicar los alrededor de 1.300 cursos que dicta cada semestre repartidos en tres turnos en más de 100 aulas, teniendo en cuenta la cantidad de inscriptos y de lugares disponibles, que los alumnos no se desplacen mucho, que pequeñas variaciones en la cantidad de inscriptos no produzcan muchos cambios de aula, etcétera.

La optimización llegó a las empresas para quedarse. Sus éxitos en el campo de la logística se extienden a las áreas productivas en temas tales como la asignación de trabajos a máquinas, la gestión de inventarios y muchos otros. También se expande desde las empresas grandes a las medianas, y no tardará en llegar a las pequeñas. Contribuye a esta expansión, el crecimiento exponencial de la capacidad de cálculo de las computadoras; pero, sobre todo, que el contacto diario con ellas hace que los gerentes imaginen y requieran más aplicaciones para ellas.

Ahora bien, ¿qué relación tiene todo esto con los ERP?

Pues bien, si los ERP se encargan de planificar recursos (como su nombre lo indica) y las técnicas de optimización sirven para asignar de manera eficiente los recursos, resulta evidente que la relación es o debería ser estrecha.

Incorporar esta capacidad no es muy complejo. Es probable que los algoritmos ya estén disponibles y lo que se requiere es una implementación al caso particular, seguramente sin la necesidad de un matemático de la talla de Euler.

(*) Director de GL&A Consultores y Profesor de ESEADE.

Fuente: www.evaluandoerp.com

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