Oxígeno innecesario a un régimen en fase terminal

Cuando los regímenes pierden legitimación política, sus gobernantes apuestan a cualquier lance para mantenerse en el poder. Es el caso de la actual gestión presidencial, marcada  desde su inicio en 2013 por la precaria estabilidad del mandato, producto de una derrota electoral convertida en victoria por las tropelías de los poderes públicos, no ha logrado siquiera convencer a sus partidarios de poseer cualidades de gobernante, menos aun para un Estado cuya patente histórica la posee el fallecido “Comandante  eterno.”

El sobrevuelo para mantenerse precariamente en el poder, ha sido la característica gubernamental; denuncias de decenas de conspiraciones opositoras, 6 magnicidios,  guerras mediáticas, guerra económicas, psicológicas, golpes de estado, hasta su exitosa operación del “Dakazo”, para garantizarse el triunfo de las elecciones municipales 2013, han sido la constante de un gobierno incapaz de hilvanar  políticas que permitan a la población superar la ruina y la miseria que todos padecemos.

Por el contrario, ha sido una gestión sumamente experta en perseguir, hostigar, asesinar, como el resonado caso de Rodolfo González, de los 43 fallecidos en las protestas 2014, en el encarcelamiento de 3 trabajadores sidoristas por hacer huelga, a 16 empresarios victimas del desabastecimiento y la escasez y a cientos de detenidos y encausados en tribunales bajo régimen de presentación.

Inicia 2015 bajo la peor crisis social y económica de nuestra historia, con caída de los precios del petróleo a un promedio de US$ 50 el barril, inflación pronosticada en 120%, devaluación del bolívar, escasez y desabastecimiento a un 35%, aumento de la pobreza a 48% de hogares, buscando en todo rincón cualquier argumento que “dios le provea” para suplicar gobernar un tiempito más.

En este trágico contexto, aparece la Resolución Obama como tabla de salvación pasajera, como la Bahía de Cochinos que tanto esperaba, para justificarse tanto internamente, como ante el  mundo entero como víctima de la agresión imperial  y aprovechar la oportunidad para sojuzgar aun más al pueblo venezolano, con una Ley Habilitante que le autoriza, hasta diciembre 2015, para decretar estados de excepción y promover el clima de terror y persecución a todo opositor, en medio de un clima de conflictividad social, avivado por las devastadoras cifras económicas y sociales.

Planteando como única solución, discursos gubernamentales virulentos contra el imperialismo, tanto del extinto Hugo Chávez, como del actual Presidente, explotando inescrupulosamente el patriotismo y, al mismo tiempo, entregando de forma vergonzosa nuestra soberanía y  los recursos de la nación, como demostramos a continuación:

Los acuerdos de PetroCaribe, que asignan petróleo a bajo costo a cambio de apoyo en la OEA, los convenios con Cuba que otorgan anualmente a la tiranía castrista 7.000 millones de dólares anuales; el  decreto que creó las Empresas Mixtas en petróleo, gas, minería como instrumento de recolonización de nuestra principal fuente de riqueza, el acuerdo que le permite a China la búsqueda de minerales estratégicos, la venta de petróleo a futuro a 20 años en condiciones desventajosas a precios bajos de mercado y la eliminación de la orimulsión para beneficiar a multinacionales del carbón.

La omisión calculada de Chávez y Maduro, con relación a permitir la decisión del gobierno de Guyana de otorgar la buena pro a Exxon Mobil de EEUU, para explorar y producir petróleo en el territorio marítimo que corresponde a la zona en reclamación del Esequibo.

(*) Movimiento Laborista

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