Participación de la universidades en crisis

“La exigencia básica del director es estar a la altura de las tareas que debe
realizar. La calidad humana no es una magnitud fija ni una cantidad mesurable;
es un valor fluctuante que sube y baja, y cuando no sube es que esta bajando”
Peter Drucker

ASPECTOS BÁSICOS, ALCANCE

Al detenernos a elaborar este artículo lo hacemos motivado ante la realidad de la participación de nuestras universidades en lo que concierne a su responsabilidad social, compromiso con el país, en donde no se puede negar se da un gran divorcio en los programas de gobierno con lo que debe de ser el rol de las universidades que le ayuden a consolidarlos en acciones positivas para todos los involucrados.

Cada vez más nos adentramos que nuestras universidades no han sido capaces de activar opiniones sobre de cómo alas acciones del gobierno, especialmente en lo que concierne a la posibilidad de cambios en la educación incidirá en el comportamiento de la educación universitaria, en su autonomía.

No podemos negar que sí hace presencia la universidad a través de sus gremios constantemente ante el irrespeto de sus derechos, al pago justo de sus prestaciones, deudas que todavía no se cumplen; pero poco leemos sobre opiniones que señalen hacia dónde va Venezuela con el Socialismo del Siglo XXI, cuál será el rol de la universidad, cómo se integrara a los programas económicos del gobierno, qué perfil deben tener los egresados de las diferente carreras, de acuerdo a las características de los actuales escenarios.

Definitivamente, la participación de sus académicos, de sus alumnos, de sus dirigentes ha dejado mucho que decir, y más aún, cuando no se vislumbra un nuevo liderazgo que genere cambios en las distintas disciplinas, como en lo político, económico, técnico, cultural por mencionar algunos.
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El escenario venezolano, caracterizado por su turbulencia en lo político, que ha conllevado a la inestabilidad, inconformidad, deterioro en la calidad de vida del venezolano, inseguridad, endeudamiento, apatía, disconformidad, educación cuestionada, salud entre otros tópicos , invita a reflexionar el por qué de ello. Al respecto, no podemos ignorar el rol de las universidades, de ahí nuestro motivo de preocupación de análisis.

Sobre ello, la Lic. Alice Araujo, en un trabajo sobre la Universidad y su Compromiso (2003) nos comenta, que en la actualidad, la tarea más importante de la universidad consiste en liderar, ella misma, la transformación que necesita el país y comenzar a construir un futuro diferente. Para gerenciar la relación proactiva, hacer una participación más dinámica de la universidad-empresa en la realidad actual, nos sugiere, fundamentar la aplicación de la prospectiva en los siguientes supuestos: 1) Creatividad e Innovación, 2) Interdisciplinariedad, 3) Heterogeneidad, y 4) Disposición para el Cambio.

Al respecto de la creatividad e innovación señala, que para ser innovadores se requiere una dosis de libertad, creatividad, y suficiente conocimiento. El concepto de la creatividad e innovación, en el caso que nos ocupa, está ligado a la disposición mental necesaria que hay que estimular entre el estudiantado y los académicos universitarios, así como entre los actuales y potenciales empresarios, con la finalidad de que todos ellos se decidan a romper con muchos de los esquemas tradicionales y costumbres, que hasta el presente les ha mantenido con un bajo perfil y convertido en seguidores o dependientes de los demás. A este respecto, Lester Thurow (2000: 140) dice: La curiosidad útil necesita de individuos que conozcan a fondo el corpus del conocimiento existente, pero que no se sientan paralizados por él. Una educación de titulados buena, debe acrecentar la curiosidad.

Las sociedades que valoran y honran la curiosidad, producen individuos curiosos.
Por consiguiente, no debe quedar ninguna duda de que, así como la creación de conocimiento es el ingrediente básico para la creatividad, como para la capacidad de innovación y el desarrollo de nuevos productos y servicios, así también, el conocimiento conduce a los países hacia la productividad y la competitividad.

En lo concerniente a la Interdisciplinariedad, se nos comenta, que si la universidad venezolana logra aglutinar los esfuerzos de todos sus investigadores para que se dediquen, además de a la ciencia pura, a realizar investigación aplicada, no cabe duda de que la velocidad con la cual Venezuela pudiera desarrollarse, se incrementaría considerablemente. Entonces, es obvio, que la universidad venezolana debe poner en marcha cuanto antes, una política de innovación tecnológica, a través de la cual exhorte a su personal docente y de investigación, a involucrarse más en la construcción del futuro del país. Una vía para conseguir esto es, a través de su participación en el desarrollo tecnológico y la incorporación temprana de los alumnos, en actividades de investigación, y en actividades prácticas relacionadas con la carrera que han seleccionado. Se trata de socializar el conocimiento y hacer de éste un insumo más, para todas las organizaciones, y el principal elemento para crear de riqueza.

En lo referente a la heterogeneidad, se nos sugiere, que para la institución universitaria, particularmente, este supuesto de heterogeneidad significa que todo su personal docente y de investigación debe asumir una misma concepción y forma de pensar con respecto al rol de la universidad, la relación Universidad- Empresa, el futuro del país, y el rol que la institución debe desempeñar en la construcción del futuro. Se trata de desarrollar en el personal universitario una forma de pensar, de crear una cultura organizacional que dé la bienvenida al pensamiento a largo plazo.

De allí ,que éste sea quizás el momento para que la universidad venezolana comience a desarrollar en su personal profesoral, las capacidades, actitudes y formas de pensar afines con la prospectiva, antes de lanzarse a ensayar cambios no realizables o poco efectivos. Para ello, se deberá difundir la idea de la prospectiva a todos sus rincones, instruir al personal en el manejo de los métodos que utiliza esta disciplina y, por sobre todo, ganarse la voluntad de todos para el cambio.

En lo que se refiere a la Disposición para el Cambio se cita, que lograr el éxito en las relaciones entre la universidad y la empresa, sugiere un cambio en la concepción de la educación superior tradicional venezolana, por un lado, y en la concepción de los empresarios venezolanos con respecto a la universidad, por el otro. Dicho cambio será más fácil de lograr, si las personas dejan de emular sus actuaciones del pasado, y se deciden a desarrollar una disposición favorable al cambio y una mentalidad prospectiva. Conseguir esa disposición mental favorable hacia la prospectiva trae consigo muchos otros cambios.

Se nos hace además énfasis, en que el propósito a lograr al final de toda reflexión prospectiva, no es otro que la gente se convenza de que es posible emprender, desde ya, las acciones que permitirán construir el futuro que más se desea, y para esto es fundamental contar con gente visionaria, gente dispuesta a innovar, que le guste el desafío y anticiparse a los hechos. De alguna manera, esta concepción aboga por una reflexión colectiva en relación con los cambios y el entorno, puesto que se deja de lado el adaptarse o ajustarse a lo nuevo y la orientación hacia el interior de la organización. En su lugar, se propician los cambios, se trabaja para que estos se produzcan y se mantiene una orientación hacia el entorno, hacia lo externo.

Definitivamente, compartimos con Araujo ante esta realidad, que este esfuerzo mancomunado requiere cambiar algunas actitudes por parte de los académicos y los empresarios, así como desarrollar otras; se necesita una nueva forma de pensar en relación con el futuro y a la otra parte de la relación. No basta con que cada una cambie por separado; es necesario cambiar la percepción que cada una tiene acerca de la otra.

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*Prof. Jubilado (Exatec)