El pensamiento interdisciplinario o enfoque multifuncional también es fundamental para la cultura del chocolatero artesanal británico Montezuma.
La empresa cuenta con un equipo central de desarrollo de nuevos productos que incluye marketing, compras, fabricación y un diseñador interno, mientras que los equipos de ventas y los gerentes de ventas se incorporan al proceso antes de tiempo para garantizar que todas las bases estén cubiertas.
Cuando se discute una nueva idea, se envía un correo electrónico al equipo más amplio que incluye a los fundadores de la compañía Helen y Simon Pattinson.
«Invito a todos, desde el director de finanzas al director de ventas, porque las mejores ideas provienen de la perspectiva de muchas personas», explica la directora de marketing Debbie Epstein.
“Empiezas con la semilla de una idea y cuando te mueves por la mesa, descubres este concepto casi completamento. No tengo a todo el mundo trabajando todo el tiempo. Tengo a la gente adecuada trabajando en las cosas correctas y luego formamos un círculo más amplio cuando es relevante.
A Epstein le encanta cuando una idea viene de la fábrica o de las tiendas minoristas de Montezuma, ya que demuestra su teoría de que no hay una sola persona creativa dentro de un negocio y las ideas pueden venir de cualquier parte.
Sin embargo, lo importante es que todas las ideas se abordan con una actitud positiva, ya que alienta a cualquier persona en el negocio a manifestarse sin temor a que sea derribada.
«He estado en reuniones de innovación en el pasado donde dices ‘Tengo una idea’ y me dicen ‘No, no puedes hacer eso por esto’ y comienza con un negativo, en lugar de decir ‘yo’ no tengo idea de cómo podemos hacer esto, pero si lo pensamos de esta manera … «, recuerda Epstein.
Fomentar un enfoque positivo de la innovación que permita múltiples perspectivas multifuncionales ayuda a las marcas a avanzar al ritmo, eliminando innovaciones que no son aptas para el mercado y dando luz verde a proyectos con potencial de cambio de juego.
