Perdóname, Chávez

Sammy Eppel | EL UNIVERSAL – Esta nueva faceta de «perdonavidas» del comandantepresidente, pretende presentarnos con un individuo humanista y solidario como si no hubiese sido él personalmente el que ordenó la persecución y encarcelamiento de los que ahora dice sentir su dolor. Estas acciones lo que demuestran es que la patria de Bolívar está en manos de un sólo hombre. El ordenó excarcelar e inmediatamente el sistema de «injusticia» procedió a obedecer. De pronto, un sistema penal que sólo daba beneficios a los revolucionarios, ahora se convierte por un acto de magia electoral, en la panacea de los detenidos y presos; ya no será necesario que un criminal pague su condena, con sólo pedirle perdón a Chávez será suficiente.

Lo que quiero significar es que, aun enfermo o incapacitado, Chávez es la única referencia de poder que existe dentro del chavismo; sin él, sus adláteres no saben qué hacer, se comportan como «huérfanos» y demuestran nuevamente, que para estar en altos cargos, civiles o militares, no hace falta tener alguna habilidad, ser honesto o competente. El único requisito es la servilitud y de acuerdo con el grado con que se practique, es proporcional al cargo que se obtenga.

Ahora bien, como estamos en emergencia por la salud del «benemérito» y eso causa un grado de incertidumbre, y como no hay nada que hacer hasta que el «centauro de sabaneta» se restablezca, entramos en el modo de «raspar la olla» por si acaso. La prueba es que el dinero se sigue gastando a manos llenas, pero cada día se ven menos resultados. La única industria que sigue funcionando a toda máquina es la fábrica de millonarios en que se ha convertido el PSUV.

«Un hombre puede morir por su país, pero un país no puede morir por un hombre» ¡Será!

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