¿Por qué debemos extraer las Condiciones de Liderazgo?

Primero que nada debemos tener claro que el hombre nació con las cualidades de liderar; es decir, posee internamente un cúmulo de capacidades para hacerse al mando de lo que desee.

¿Entonces, por qué el mundo tiene una escasez de líderes?

Estamos rodeados de gente laboriosa, brillante, con experiencia, extraordinarias personas, sin embargo, se dejan invadir por el conformismo, y por un cicatero deseo de mejoramiento colectivo; estas limitaciones autoimpuestas, y una estima hacia la baja, no les permiten extraer sus condiciones innatas de líder.

¿Qué debemos hacer ante esta realidad?

Despojarnos de prejuicios, observar alrededor y despeinarnos; es decir, ACTUAR, ser proactivo; en otras palabras; ejecutar. Para lograrlo es menester revisar el interior, observarlo con lupa; observar es mucho más que mirar, es emplear el sentido cognitivo, el proceso del pensamiento, e ir catalogando-nos, clasificando-nos, infiriendo-nos, analizando-nos, y cuestionar-nos, y hacerlo en cuatro direcciones: intelectual, espiritual, emocional y físico, tal como lo anota, Stephen Covey en sus lecciones magistrales sobre el cambio personal. Al respecto, también se pronunció Albert Einstein; él decía que el desarrollo intelectual del hombre debe ir a la par del desarrollo espiritual, sino al final, solo será un perro amaestrado.

Cuando logre remover esos cimientos y se exija y sea implacable consigo mismo, hasta
solidificarse y comprometerse intrínsicamente con los valores morales y luchar para llegar a la integridad, aparecerá una persona con otra visión. Ahora le toca agudizar la observación para ver qué, cuántos y cuáles cambios impulsará.

Un líder debe estar revestido de dinamismo, tener claro que el ridículo es relativo, adueñarse de buenos hábitos, y excelentes actitudes, para lograr un carácter de alto nivel. Este crecimiento personal será imitado y con ello irá creciendo el número de seguidores; será un gran líder, que no solo se conformará con ser la cabeza visible del equipo, sino que tratará de que todos ganen y se romperá el paradigma de que deben haber perdedores y ganadores, cuando todos pueden ganar-ganar.

Covey, en su libro “Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva “ destaca el hábito número cuatro (GANAR-GANAR, o no hay trato); y lo que quiere decir es, que solo hay un acuerdo: “quiero ganar y quiero que usted gane”, trabajar juntos para llegar a un punto donde ambos ganen. Para llegar a este procedimiento hay que practicar la autoconciencia, la imaginación, la conciencia moral y la voluntad independiente.

La historia humana ha tenido grandes líderes que han promulgado estos hábitos, entre ellos: Gandhi, Mandela, Madre Teresa de Calcuta, personas tan iguales a todos los pobladores de la tierra; la diferencia está en que ellos se despeinaron, observaron a su alrededor, y trabajaron en sí mismos, para poder buscar el beneficio común.

Actualmente el planeta requiere con urgencia líderes que tomen la iniciativa para lograr: justicia, paz, equidad, respeto, desarrollo, solidaridad, etc. Que trabajen con planificación y actitud positiva que lleven a resultados mensurables, y que se enfrenten con la solidez de carácter; así lo han hecho tres grandes mujeres, que hace poco fueron galardonadas con el premio Nóbel de la Paz: la presidenta de Liberia, Ellen Johnson, la también liberiana Leymah Gbowee y la yemení Tawakkul Karman.

Johnson, es la primera presidenta africana elegida democráticamente, y fue premiada por haber puesto punto final a un conflicto armado en su país, de muchos años. Para alcanzarlo, atravesó pruebas difíciles; su resistencia la llevó a romper paradigmas¬. Gbowee y Karman, al igual que la anterior, impulsaron movimientos pacifistas en sus países, que llegaron a poner fin a guerras civiles, y han librado verdaderas luchas por el derecho de las mujeres y la democracia. No se conformaron con observar…

Direcciones-E: [email protected] / @rosamaria_calde