Preguntas al Presidente Maduro

El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, anunció hace un año que, salvo que los gobiernos de Venezuela y Guyana, ambos, deseen continuar el mecanismo de buen oficiante, enviará el diferendo sobre nuestro territorio Esequibo a la Corte Internacional de La Haya. Casi todos los venezolanos conocedores del tema opinan que ello perjudicaría a Venezuela ¿Qué está haciendo su gobierno para afrontar este gravísimo problema? Sugiero que se consulte al Instituto Venezolano de Estudios Fronterizos, que hace más de un año publicó un manifiesto apartidista que firmaban cerca de 200 generales y almirantes honrosamente retirados. También a expertos como Emilio Figueredo, quien con brillo manejó ese tema en los años 90.

En documentos de los comandantes de 4 de febrero de 1992, encabezados por Chávez, se denunciaba la posible construcción de un puerto de carbón en el Golfo de Venezuela, abierto al carbón colombiano ¿Sabe usted que en estos últimos años está saliendo carbón colombiano por ríos comunes y puertos del sur del lago de Maracaibo? Usted que fue Canciller por 7 años, sabe que eso le genera derechos a Colombia cuando se decida la propiedad de las aguas del Golfo de Venezuela ¿Va a permitir que se siga haciendo esa exportación de carbón colombiano a través de los ríos que desembocan en el lago de Maracaibo?

Observo que usted y varias organizaciones del Estado denuncian corrupción en PDVSA. Me parece muy bien, pero acá pregunto: ¿Recuerda usted que hace 10 años el Padre José Palmar llevó a la Contraloría General de la República varias carretillas con documentación sobre la enorme corrupción que él denunciaba en PDVSA? Recibió un apabullante rechazo del Presidente Chávez y del PSUV. También de la Contraloría, que no encontró nada que objetar en la Petrolera. Luego de Palmar, en varias ediciones “La Razón”, “Reporte diario de la economía” y en publicaciones editadas por el periodista Leocenis García,  en páginas completas, se denunciaba una supuesta corrupción en los seguros que había contratado PDVSA con el Sr. Diego Salazar. Se especificaba que era primo hermano del entonces presidente de la petrolera y los montos enormes que aquél había cobrado no sólo como productor de seguros, sino como supuesto propietario de la compañía de Reaseguros que se le había impuesto a las aseguradoras originarias. Desconozco si Ramírez y Salazar son o no delincuentes como lo afirma actualmente el gobierno. Lo que no entiendo es que se descubra hoy lo que hace 5 y hasta 10 años fue denunciado por la prensa venezolana en detalle.  Segunda pregunta: ¿Cómo es posible que no se castigue y elimine el contrabando multimillonario de gasolina, donde están involucrados funcionarios de PDVSA y muchos oficiales militares?

Varios economistas y las Academias de Ciencias Económicas Nacional y del Zulia durante 10 años hemos advertido sobre la necesidad de políticas económicas sanas que estimulen la producción nacional, el ahorro, que ataque a fondo la corrupción. Ello no se ha hecho. Por eso responsabilizar a Trump o a Obama de la miseria que hay en el país no es creíble. ¿Fue Trump el que anunciaba “exprópiese”? ¿Son norteamericanos los que contrabandean la gasolina? ¿Los que se han robado, según Tarek William Saab, decenas de miles de millones de dólares? ¿Fue Busch o el gobierno de Washington el que otorgó a Odebrecht contratos multimillonarios y le pagó por obras  que no realizó?

Una nueva política económica para Venezuela requiere de un profundo respeto a la Constitución Nacional, el rehacer de Poderes Públicos e Instituciones que inspiren el máximo respeto a nacionales y extranjeros. En ese nuevo programa económico, nunca como ahora están vigentes los planteamientos de autonomía administrativa y financiera que hace más de 10 años, en forma brillante exponía el economista Néstor Suárez y su movimiento “Rumbo propio”. Nunca le he escuchado ni leído que planteara la separación del Zulia del resto de Venezuela. Si que se le diera a los estados un tratamiento parecido al que tienen las comunidades autónomas de España. En ese nuevo giro debería eliminarse el culto a la personalidad, chocante fenómeno que se ve hoy en Venezuela y que supera al que pudo verse en los regímenes de Gómez y Pérez Jiménez.

Varios contactos me piden opinar sobre las elecciones del 10 de diciembre. Opino que debe ir a votar. Admiro lo que hizo Guanipa porque él había prometido no juramentarse ante la llamada “Asamblea Constituyente”, a la que muchos de los mejores juristas del país no le reconocen legalidad. Me llama la atención que siendo la Iglesia Católica la institución de más prestigio en el país, voceros tan calificados como el arzobispo de Maracaibo, Ubaldo Santana, y el arzobispo de Coro, Roberto Luckert hayan llamado a votar para gobernador del Zulia y Alcaldes. Yo lo haré por candidatos que se opongan a las políticas que he criticado hace muchos años de este gobierno.