Principios de calidad: mejores productos y competitividad

“La calidad de un producto no depende exclusivamente de la implementación de un sistema de gestión de calidad, pero éste puede contribuir a la revisión continua de los procesos y ofrecer métodos sistemáticos para analizar las áreas críticas del negocio” dice Licia Pietrosemoli de Dikdan, representante para la Dirección de Sistema de Aseguramiento de la Calidad de Costa Norte Construcciones, al tiempo que afirma que cualquier “organización que decida gestionar la calidad en forma planificada y activamente, estará sentando las bases para el logro de mejoras progresivas en su competitividad organizacional”.

De igual forma sostiene que al no hacerse una revisión permanente de los procesos de una empresa, ni determinar las oportunidades de mejora, corregir problemas de fabricación y adaptar los productos y servicios a las expectativas de los consumidores, pudiera estarse trabajando bajo falsas creencias de calidad que no se corresponden con la realidad.

Sin embargo, Pietrosemoli de Dikdan expresa que, aunque “no todas las empresas pueden o necesitan implantar un sistema de calidad” formalmente; es decir obtener un certificado, hasta las más pequeñas deberían recurrir a los principios establecidos en este sentido, tomando como referencia normas vigentes como la ISO 9001:2000.

Asimismo, indica que para ello es necesario fomentar el compromiso en toda la organización, a fin de que se reconozca la importancia que tiene la calidad para la continuidad y el crecimiento de la compañía. De igual forma, Pietrosemoli de Dikdan explica que debe identificarse la esencia, los objetivos y la misión y visión del negocio, así como documentar los procedimientos que se llevan a cabo para que sirvan como instrumento de instrucción de los empleados, y establecer indicadores, de uso cotidiano, con el propósito de evaluar los resultados, detectar y corregir problemas.

“Si bien, en un principio, crear la cultura de la gestión de la calidad no es fácil, puesto que implica cambios en el estilo de trabajo y forma de pensar de los individuos, en poco tiempo serán evidentes las mejoras de competitividad que se pueden alcanzar” opina Pietrosemoli de Dikdan.

Agrega que lo mismo ocurre para las empresas que desean obtener una certificación de gestión de calidad. “Si bien los procesos se complican un poco más por las formalidades necesarias para el logro de la certificación y el cuidado que debe ser puesto en todos los detalles, en el fondo la esencia del proceso se mantiene, al igual que sus beneficios”, dice.

Para finalizar, Pietrosemoli de Dikdan expresa que “la experiencias de muchas empresas” pequeñas y grandes demuestran que al gestionar la calidad de manera planificada se aumenta la competitividad y además las “ayuda a demostrar su valor agregado” lo que “puede marcar la diferencia entre quedarse en el camino o crecer, madurar y proyectarse exitosamente hacia el futuro”.