«Proyecto Niños de la Selva»: Ayuda a etnia Yanomami

Nuevamente “Proyecto Niños de la Selva” recorre la Amazonía para llevar ayuda a las etnias de la región

Tras una invitación realizada por el Grupo 9 de la Fuerza Aérea Bolivariana (FAB), representantes del “Proyecto Niños de la Selva” -liderado por el expedicionario venezolano Tony Velázquez- se trasladaron a lo más profundo de la Selva Amazónica venezolana, para llevar ayuda a los habitantes de la etnia Yanomami de la región.

Aceptado el reto y después de preparar los equipos necesarios, realizaron una primera expedición -en la que llevaron principalmente medicinas- que les permitió constatar las necesidades reales de los yanomamis del sector entre Parima B, un valle en el sureste del país, a unos 150 kilómetros del nacimiento del río Orinoco, una increíble selva nublada con violentos cambios de temperatura entre el día y la noche, (al contrario del resto de la Amazonía venezolana formada por sabanas y selva lluviosa).

En un segundo viaje, transportados desde Maracay por un avión Hércules del Grupo 10 de la FAB y con 2.000 kilógramos de carga, entre ropa, juguetes, herramientas, artículos escolares y deportivos, “Proyecto Niños de la Selva” se trasladaron hasta Puerto Ayacucho y desde allí en dos aviones Caravan hasta Parima B. Ya en tierra yanomami, el equipo liderado por Tony Velázquez, y acompañados por doctor Medina, la doctora Karen Daly, Linda Salazar, Ángel Rodríguez, Enrique Calzadilla y Mario Crapanzano, junto con la tripulación de los dos aviones Caravan, (en total 17 personas), se planeó la estrategia para lograr una logística sobre la base de eficiencia y responsabilidad para con los indígenas.

Mientras se dedicaron a la distribución equitativa de la ayuda, los médicos se dedicaron a la atención de un centenar de niños y adultos en condiciones precarias, con enfermedades varias como conjuntivitis, infecciones respiratorias, infecciones en la piel, fiebre, diarrea y desnutrición; además de equipar con una variedad de medicinas donadas por diferentes laboratorios el dispensario que tienen.

Se organizó la distribución de la ropa -más de 3.000 piezas-, los artículos escolares para ocho escuelitas de la zona, que en la actualidad no tenían ni papel ni lápices; con la comida, se tomó la decisión de intercambiarla por flechas o cualquier artículo que tuviesen para evitar los enfrentamientos, desacuerdos o agresiones.

Fuente: http://flash.guiamotor.com/Noticias.aspx?Fecha=12%2f07%2f2013