Que el niño de hoy no sea el obeso de mañana

Los hábitos familiares son determinantes en fomentar la buena alimentación

Lcda. Nathalie Subero – La obesidad ha dejado de ser una afección presente en los adultos y en los últimos años se ha convertido en un flagelo que aparece desde los primeros años de vida, es por ello que la obesidad infantil es la nueva enfermedad que afecta a los países Andinos, según lo aseguró el médico endocrinólogo, Hernán Yupanqui, en el marco de su visita a Venezuela como ponente invitado al LVII Congreso Venezolano de Pediatría, para analizar y dar a conocer qué hacer ante esta problemática y cómo la familia juega un papel preponderante en la incidencia de esta condición.

El Director Científico de la Fundación Colombiana de Obesidad realizó una revisión epidemiológica en América Latina, en especial en la nación Neogranadina, y hasta el momento ha encontrado que de 3 a 5 por ciento de los niños de las grandes ciudades pueden desarrollar sobrepeso.

Para muchas familias, el tener un hijo gordito es una señal de que el niño es fuerte y lleno de salud, sin saber que cuando un infante supera el 20 por ciento de su peso ideal según la edad, talla y sexo se considera obeso. Los expertos, como el Dr. Yupanqui, opinan que lo importante no es que el pequeño esté gordo o delgado. Lo que interesa es que el niño esté sano y es por esto que los padres deben velar, pues aunque las causas que originan esta circunstancia son multifactoriales, hereditarios y hormonales entre otras, muchas de ellas se encuentran íntimamente ligadas al componente familiar, entre las cuales se destacan:

• Una familia con malos hábitos de vida y alimentación.
• El número de horas que pasa un infante frente a la televisión o que invierte en los videojuegos se traduce en falta de actividad física.
• Auge de la comida rápida y las superporciones.
• Una dieta rica en densidad calórica de los alimentos procesados altos en grasa y azúcar.

Rollitos peligrosos

La obesidad se trata de la acumulación excesiva de grasa corporal, especialmente en el tejido adiposo, y que se puede percibir por el aumento del peso corporal. Los niños que comienzan con una obesidad entre los seis meses y siete años de vida tienen una probabilidad del 40 por ciento de ser adultos obesos. Esos “rollitos o pliegues de sobra”, más allá de lo estético, provocan significativas consecuencias:

 Aumento en la presión arterial (hipertensión).
 Aumento de los niveles del colesterol general (hipercolesterolemia), especialmente del «colesterol malo».
 Altos niveles de insulina en la sangre (hiperinsulinemia).
 Problemas respiratorios al dormir (apneas de sueño).
 Problemas ortopédicos, especialmente de articulaciones.

A todos estos trastornos de salud hay que sumarles los problemas psicológicos ocasionados por la discriminación de los compañeros del colegio, baja autoestima, dificultades para relacionarse con los demás y el impacto negativo en el rendimiento escolar, entre otras complicaciones.

El Dr. Hernán Yupanqui enfatizó que los tratamientos, en gran medida, para combatir el sobrepeso en los pequeños de la casa, incluso de forma preventiva, están en las manos de sus padres porque con una dieta balanceada y ejercicios; es decir, con un estilo de vida saludable y con asesoramiento médico nutricional personalizado se disminuirá, considerablemente, las posibilidades de que el niño de hoy sea el obeso de mañana.

Fuentes:

* Dr. Hernán Yupanqui, Médico Endocrinólogo y Director Científico de la Fundación Colombiana de Obesidad.

* www.obesidadinfantil.com

* www.monografias.com

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