“Quien no arriesga un huevo no saca un pollo.”

Leonor acaba de recibir C$23,000 (veintitrés mil córdobas) en concepto de liquidación por haber trabajado cinco años en una clínica privada como auxiliar de farmacia.

Ella es aficionada a la cocina, característica que le ha merecido muchos elogios familiares y también en su centro de trabajo donde de vez en cuando vendía bocadillos para fiestas y celebraciones.

Un pariente empeñado en apoyarla le ha conseguido un nuevo trabajo, ganando un poco menos que antes, pero un trabajo seguro, se le oyó decir hace pocos días. Leonor, agradeció a su familiar la buena intención. Pasó varios días con sus noches pensando y pensando qué decidir, si aceptar aquella oferta o arriesgarse a montar su propio negocio.

Finalmente, decidió hacer realidad su sueño de dedicarse a hacer algo que le gustaba, en lo que era buena y que todos los días tenía demanda: el negocio de la comida, pero no cualquier comida, ella ha pensado como diferenciarse de las existentes y viendo como en las cafeterías se vende un mismo café con diferentes combinaciones y nombres, tales como: Capuchino, Moka, Frapuchino, Expreso. Así que, piensa vender pequeñas porciones de sopa de frijoles con cinco diferentes presentaciones: Vegetariana, Cremosa, Vitaminada, Chicharronera y La Poderosa.

El producto

Una taza de frijolitos recién cocidos, con tomates hierbabuena, chiltoma, más otros vegetales en trocitos, es la fórmula de la “Vegetariana”.

La “Cremosa” tendrá como base los mismos frijolitos, pero éstos se combinarán con un poquito de crema de Matiguás, queso rallado, trozos de queso morolique y finas tiras de tortilla.

La “Vitaminada”, además de los frijolitos llevará un huevo, sustancia de médula, más una mezcla de ajo, cebolla y limón. La “Chicharronera” llevará trozos de chicharrón segoviano con tiritas de frito leonés.

¿Y La Poderosa? Esa llevará una base doble de sopa de frijoles, más todos los ingredientes combinados de las otras cuatro sopas. Una poderosa razón para quienes gustan de las sopas atrevidas y fuertes.

Empaque y presentación

La presentación de las sopas será en vasos de poroplast de medio litro, (del mismo tamaño que el de las sopas chinas instantáneas), una cuchara plástica, una servilleta de papel y una bolsita con chile.

Canal de distribución y local

El medio para distribuir el producto será un carretón metálico, dotado de un cilindro de gas butano y varios depósitos donde estarán los ingredientes de cada sopa, listos para mezclarlos con los frijolitos cocidos y siempre calientes que se mantendrán en el depósito principal del carretón.

Se ubicará en la entrada de la misma clínica donde trabajó, pues ya es conocida por todo el personal y ese local es visitado por muchos pacientes. No requerirá de sillas ni mesas, pues tal como sucede con las sopas chinas, el cliente la toma directamente del vaso de poroplast y una vez vacío lo depositará en el recipiente para la basura colocado a la orilla del carretón.

Precio y costos

El precio de cada taza de sopa de medio litro será de 20 córdobas, en todas sus variedades, excepto “La Poderosa” que costará cuarenta y cinco.

El costo de producción de cada taza lo ha calculado muy bien y es de once córdobas como promedio. Es decir, su margen de ganancia será de nueve córdobas por taza en cualquiera de las cuatro presentaciones y de veinte en “La Poderosa”.

Meta de ventas y ganancias esperadas

La meta de ventas diarias la estima en cien tazas, trabajando de diez de la mañana a tres de la tarde. Cien tazas por veinte córdobas cada una, dará una venta diaria de dos mil córdobas y una ganancia promedio entre novecientos y mil córdobas.

Pero el negocio de los frijolitos no termina ahí. Leonor venderá bolsitas de frijoles deshidratados; una especie de polvo de frijoles ricamente condimentados, que se mezclan con agua hervida y al instante queda lista una deliciosa pasta de frijoles para comer con tortillas, pan o galletas de soda.

Esos frijoles los comprará a un grupo de emprendedores de la zona de La Trinidad en el departamento de Estelí; cada bolsita se venderá en veinte córdobas y le dejará seis córdobas de ganancia. Calcula vender unas treinta diarias, para una ganancia de ciento ochenta córdobas.

Por supuesto, que siendo Leonor una mujer de gran inteligencia sabe que además de las sopas, que es su producto principal, también podría vender cafecito negro, gaseosas o quizá caramelos de menta.
Esos productos complementarios le podrán significar ventas diarias de setecientos córdobas y dejar una ganancia neta de trescientos.

En total Leonor puede llegar a tener ventas de tres mil trescientos córdobas y una ganancia promedio de mil quinientos córdobas diario. Esto multiplicado por 26 días de trabajo al mes dará como resultado C$39,000 (treinta y nueve mil córdobas). Es decir, si todo marcha bien, Leonor que tenía un sueldo de cuatro mil quinientos al mes, ahora ganará nueve veces más.

Vale la pena arriesgarse. ¿No les parece?

Inversión y financiamiento

Esta idea requiere de cierta inversión. Leonor cuenta con un poco más de veinte mil córdobas y debe conseguir otra parte. No deja de tener un poco de miedo, pero siempre recuerda aquella frase que un día dijera un campesino: “Quien no arriesga un huevo no saca un pollo”.

Leonor decidió arriesgar sus ahorros y un poco más, pero no pierde de vista que si este primer experimento marcha como lo espera, puede servir de base para organizar una pequeña cadena de carritos soperos.

Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas

Un día leyó en una revista que Mac Donald’s, Pizza Hut y otras tantas cadenas de comida rápida comenzaron experimentando. Nada impide que ella también lo haga.

¿Cómo hará Leonor para obtener el dinero que le falta? ¿Cómo lo pagará? ¿Qué factores tiene a favor y cuáles en contra?

En una próxima entrega, abordaremos los aspectos financieros del negocio que Leonor está pensando llamar: “Bocaditos Leo”, lo mismo que un análisis de los aspectos favorables y los de riesgo.

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