Reducir la inversión publicitaria en época de crisis: ¡un error fatal!

“La publicidad es una herramienta que
debe usarse en forma permanente
y, especialmente, en épocas difíciles”.

A. Frydman

Existe una tendencia en el empresario venezolano, que cuando hay situaciones difíciles, recortan muchos rubros en sus organizaciones. Entre estos podemos mencionar, en primer lugar, una reducción violenta del número de trabajadores, así como todo lo relacionado con la gente, como por ejemplo: ingresos, promociones, programas de aumentos de sueldos y salarios, ciclos de aprendizaje y capacitación, y todo lo relacionado con el factor humano.

Otro de los rubros que recortan, son los relacionados con: comunicación, marketing y publicidad, tal vez por desconocimiento de esta última herramienta como un componente fundamental dentro de la mezcla de mercadeo, por cuanto –está comprobado– que la misma sirve para lograr resultados y crecimiento en las ventas. Esta decisión es adoptada, debido a la creencia que en épocas de crisis no provoca reacciones inmediatas.

Existen varios estudios que reflejan el efecto negativo de recortar la publicidad en época de recesión, los cuales concluyen en que las empresas que invirtieron en publicidad en épocas difíciles, obtuvieron ventajas de la situación, aumentando sus ventas y rentabilidad, así como, su participación de mercado.

En la gran mayoría de los países, el consumo aumenta en épocas recesivas, porque parte del dinero dedicado a los proyectos familiares ¨más importantes¨, se vuelca en la compra de productos de consumo. Por otra parte, muchas de las corporaciones líderes se muestran de acuerdo, en los beneficios de la publicidad en la reafirmación de sus marcas y aprovechan la oportunidad de ganar mercado en estas situaciones difíciles. ¡Por cuanto la competencia baja la guardia!

Diferentes expertos del sector, que fueron consultados por el Confidencial Digital, en relación a esta cuestión, expresaron su opinión al respecto.

“Si yo fuera anunciante riguroso y con una buena dirección de comunicación, no reduciría mi inversión publicitaria por la crisis, sino todo lo contrario”. Esta es una de las tantas opiniones que coinciden, con que reducir las inversiones publicitarias en época de crisis, puede resultar ser un error fatal con resultados negativos.

Pedro Reinares, profesor de Marketing de IE Business School, coincidía de igual forma en esta opinión, explicando que aquellas empresas que deciden reducir su inversión publicitaria y sus acciones de comunicación para hacer frente a la crisis económica, “están cometiendo un error de libro”.

A su vez, Reinares destacaba que este momento, también es un buen momento para los anunciantes y que estos, por su parte, deberían considerar la crisis económica actual como: una oportunidad y no como una amenaza.

“Estamos en crisis, y no hay tiempo para un: “te lo dije”, aunque nos quedamos con ganas de decirlo”. Estos y otros comentarios parecidos, fluyen con mucha frecuencia en las organizaciones.

Lo que antes era una aprobación inmediata, ahora puede significar la quiebra de una empresa. Ahora, la imagen cuenta y ya no sólo eso, sino que, además, es la reina. Y es que: “sólo se salvarán los mejores”, recordando la teoría de la adaptación de Darwin. Sólo aquél que consiga adaptarse a las nuevas condiciones del medio, conseguirá salvar su vida y quizá, incluso, la especie.

Además, existen buenas razones para considerar que es un momento ideal para invertir en publicidad, principalmente por los costes de los anuncios publicitarios en los diferentes medios de comunicación, que abaratan su coste debido a la menor demanda, lo que también quiere decir que, si el resto de empresas reducen sus acciones y campañas de publicidad, se tendrá más oportunidades, una mayor notoriedad y más visibilidad manteniendo las inversiones publicitarias.

Los expertos en mercadeo y publicidad en estos momentos de crisis, reafirman a sus clientes, que no hay una fórmula o receta para el éxito, lo que si hay es una actitud, una actitud luchadora, positiva, arriesgada, creativa e inteligente. Así que nada de automedicación, los empresarios deben poner en manos de expertos en mercadeo y publicidad.

¡Se considera que, la publicidad más cara, es la publicidad inefectiva!

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