Reflexiones en pro del crecimiento personal (II/IV)

Háblame y quizás lo olvide.
Enséñame y quizás recuerde.
Particípame y aprenderé»

Benjamín Franklin

Debemos agradecer a nuestro Creador la oportunidad que nos ha dado de transitar en esta dimensión en este mundo denominado Tierra , en donde experimentamos, pasamos pruebas que nos generan aprendizaje, aportan experiencias, que de estar atentos, despiertos, nos ayudarán a crecer como personas, pero sobre todo, alimentaran nuestro crecimiento espiritual , que es lo trascendental.

El Centro Holístico Helios, nos aporta al respecto, que si vemos la vida como una escuela para el desarrollo humano, este tipo de situaciones serían las lecciones que necesitamos aprender en determinado momento para avanzar a un grado superior de realización. Y a medida que avanzamos, las lecciones se ajustan a nuestro desarrollo para ofrecernos nuevas oportunidades de crecimiento. Por supuesto esto significa volverse cada vez más duras y exigentes a medida que vamos creciendo, y no podía ser de otra manera pues para poder conocer la dulzura de la victoria es necesario atravesar primero la amargura de la batalla.

Son precisamente estas las situaciones que nos hacen la vida interesante, que nos plantean retos, que nos ponen a prueba, que nos impulsan a dar lo mejor de nosotros mismos para demostrarnos que somos capaces de lograr cosas más grandes de lo que pudiéramos imaginar, y a descubrir esa capacidad que yace latente dentro cada ser humano y que permanecería dormida de no ser por contar con un estimulo que nos impulse a desarrollarla.

La manera en que se presentan estas situaciones es por lo general inesperada y su rango de acción es tan amplio como diferentes somos los seres humanos, pero tienen la peculiaridad de golpearnos justo donde más nos duele, sin la más mínima contemplación. Es aquí cuando comienza el aprendizaje, pues debido a lo inesperado de la situación por lo general nos encuentra desprevenidos dándonos la oportunidad de adaptarnos a ella sobre la marcha una vez que logramos levantarnos para seguir adelante. Mientras más rápido reaccionemos ante la nueva situación más pronto podremos superarla; es importante no desperdiciar tiempo y esfuerzo en lamentaciones pues estas no nos ayudan en nada y solo nos retrasan al distraernos de lo que debería ocuparnos.

Lo cierto, que en el tránsito de nuestra vida que es propio de cada uno, debemos determinar el alcance, repercusiones que se genera en cada rol que desempeñamos al interrelacionarnos con nuestros semejantes, con el entorno, los escenarios en donde actuamos. Ya debemos conocernos, sorprendernos en nuestras imperfecciones, debilidades e ir transformándolas a fin de ir desarrollándolos adecuadamente mientras se nos da el tiempo de permanecer de acuerdo a nuestra planificación que se nos tiene de tránsito.

Ya debemos ir manifestando nuestros auténticos valores que permiten que las virtudes se manifiesten y den paso a acciones que favorezcan a todos con quienes compartimos desde la amistad, familia, pareja. Ya debemos saber reconocer todo aquello que nos favorece en nuestro crecimiento, lo que se genera de las emociones, sentimientos. Habremos evaluado lo que otros nos señalan producto de su observación, experiencia y nos indica que nadie es indispensable, simplemente somos seres transitorios.

Debemos determinar el alcance, repercusiones que se generan del apego, la dependencia, se debe aprender a despegarse, evitar que se manifieste el sufrimiento y se encarne en nosotros, emociones que nos afecten y lo hagan en otros con quienes nos interrelacionamos. Tener presente que nada es vital para vivir, porque cuando venimos a este plano llegamos si adhesivo, es un trabajo personal aprender a vivir sin él.

Hay que aprender a desprenderse, a manejar la libertad, a evaluar nuestra transitoriedad, nuestro paso, nadie es indispensable, solo es costumbre, apego, necesidad. No hay que dejar anidar emociones que nos generen sufrimientos, apegos, ataduras al corazón.

Sergio Valdivia nos aporta en pro de optimizar nuestro tránsito el considerar: Obsérvate y descubrirás en ti muchos hábitos adquiridos que no son ahora favorables para tu vida. Ellos se grabaron como respuestas condicionadas porque provocaron en algún momento de tu vida consecuencias que fueron agradables o compensatorias a otras desagradables. La forma de cambiar esos hábitos es responder de manera distinta a esos estímulos. Busca que te produzca satisfacción tus nuevos comportamientos. «Ahora comeré menos de aquello que me gusta tanto, porque tendré la satisfacción de mantenerme más saludable».

Uno de los aspectos más importantes de ordenar en la vida… es tu vida. Las actitudes favorables para tu madurez y capacidad de triunfar en la vida te llevarán a una mayor felicidad y orden en todo. La vida fluye más fácil y es menos complicada.

Le sugerimos estar atento día a día en la manera como aprovecha la oportunidad que se le da de permanecer, actúen bien en todo aquello que le favorezca en pro de su desarrollo, especialmente el espiritual.

No se deje atrapar por lo ilusorio, todo aquello que de paso a necesidades artificiales, ello le puede generar deformaciones, contaminaciones en su crecimiento, todo lo contrario, de paso a lo que le favorece en lograr sus metas fácilmente sin permitir que las emociones, lo gobiernen, todo lo contrario usted debe hacerlo. Conozca como la vida nos brinda oportunidades para crecer a diario.

(continuará….)

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