Responsabilidad Social Corporativa. Su Decálogo.

En la XV Conferencia Internacional realizada en México a finales del 2005 coordinada por la Asociación Europea de Dirección y Economía de Empresas y la Universidad de Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, la Doctora Nélida Porto Serantes y el Doctor Juan Luis Castromán Diz, destacan que a pesar de que se han hecho muchos intentos para dar respuesta a lo que debe ser la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), se carece de criterios comunes y generalmente aceptados en cuanto al concepto, los objetivos y los elementos que la caracterizan, ni existe ninguna institución internacional con el poder de desarrollarla. De forma general, suele entenderse como un compromiso voluntario asumido por las organizaciones para un desarrollo sostenible.

La organización Internacional de Empleadores (OIE), que representa a 134 países, asume la definición como “ iniciativas desarrolladas de manera voluntaria por las empresas, en las que se integran inquietudes tanto sociales como medioambientales para la gestión de sus operaciones y la interacción con sus allegados”.

En el mundo europeo, el libro verde entiende la RSC, como “la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y las relaciones con sus interlocutores. Ser socialmente responsable no significa solamente cumplir plenamente las obligaciones jurídicas, sino también ir más allá de su cumplimiento invirtiendo más en capital humano, el entorno y las relaciones con los interlocutores”.

Por otra parte, los más críticos, afirman que la (RSC) es solo el tributo que el capitalismo paga a la virtud, que es una industria por si misma, y una profesión que prospera. Subrayan que para muchas empresas, el respeto de los derechos humanos, la protección del medio ambiente y la satisfacción de las necesidades básicas, están en un segundo plano con respecto a las ganancias y otros como Hatcher (2003) que nos recuerda que muchos aún están inmersos en una cultura en la que “cualquier cosa vale más mientras produzca dinero”.

A pesar de la controversia y el poco consenso en relación a la definición de la RSC, de lo que no queda duda es de la gran importancia que el sector productivo y la sociedad en general, a través de sus dirigentes, le ha estado ofreciendo a esta temática. En vista de esa situación y en la idea de destacar algunos elementos referenciales del concepto; en entorno-empresarial.com, hemos considerado pertinente presentar a manera de resumen el Decálogo de la empresa socialmente responsable según el Centro Mexicano para la Filantropía.(CEMEFI), por considerarlo ilustrativo y que sirva de guía a aquellas empresas, directivos y personas con sensibilidad al respecto.

1. Promueve e impulsa en su interior una Cultura de Responsabilidad Empresarial que busca las metas y el éxito del negocio, contribuyendo al mismo tiempo al bienestar de la sociedad.
2. Identifica las necesidades sociales del entorno en que opera y y colabora en su solución, impulsando el desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida.
3. Hace público los valores de su empresa y se desempeña con base en un código de ética.
4. Vive al interior y al exterior de esquemas de liderazgo participativo, solidaridad, servicio y respeto a la dignidad humana.
5. Promueve el desarrollo humano y profesional de toda su comunidad (empleados, familiares, accionistas y proveedores).
6. Identifica y apoya causas sociales como parte de su estrategia de acción empresarial.
7. Respeta el entorno ecológico en todos y cada uno de los procesos de operación y comercialización, además de contribuir a la preservación del medio ambiente.
8. Invierte tiempo, talento y recursos en el desarrollo de las comunidades donde opera.
9. Participa mediante alianzas intersectoriales con otras empresas, organizaciones de la sociedad civil y/o gobierno en la atención de las causas sociales que ha elegido.
10. Toma en cuenta e involucra a su personal, accionistas y proveedores en sus programas de inversión y desarrollo social.