Responsabilidad social empresarial

La responsabilidad social empresarial se ha convertido en la nueva estrategia corporativa del siglo XXI. Las empresas deben adaptarse a este movimiento global que crece a pasos agigantados. Inclusive, las nuevas tendencias de administración y gerencia apuntan a la inclusión de concepto en los planes de mercadeo de las empresas privadas. Esta engloba una serie de obligaciones internas y externas del entorno de la organización.

En primer lugar, la responsabilidad de una empresa está en crear ganancias para sus accionistas y proporcionar empleo seguro para su personal, cumpliendo con las leyes que gobiernan las relaciones laborales, y tomando en cuenta las necesidades de los empleados y las de sus familiares. Luego, la empresa tiene la responsabilidad de ofrecer productos que satisfagan las necesidades de sus clientes a precios justos, según las pautas del mercado. Por último, la empresa debe participar en el bienestar de su entorno o área de acción, aportando beneficios a la sociedad al crear nuevos y mejores productos con procesos que no afecten negativamente al medio ambiente y a la comunidad, promocionar el desarrollo tecnológico y social de la nación, participar activamente en las actividades de acción social de su inherencia y promover esta actividad dentro de su gremio.

La definición de la responsabilidad social empresarial presenta dos tendencias opuestas sobre qué significa este término. En primer lugar, se tiene la visión clásica de la responsabilidad social empresarial según la definición de Andrew Carnegie en su libro The Gospel of Wealth, publicado en 1899, fundamentado en dos principios: el principio de la caridad, donde los miembros más afortunados de la sociedad deben ayudar a los miembros menos afortunados; y el principio de custodia, según el cual las empresas y los ricos deben considerarse custodios de los bienes para administrarlos en forma provechosa para toda la sociedad. En síntesis, una visión paternalista, con los dueños de empresas como figuras paternales y los empleados y consumidores como los infantes que no pueden actuar en su propio bien. Luego, en los años 70, el economista Milton Friedman propone que la única responsabilidad social de la empresa y su administración es la de maximizar sus ganancias y que el uso de esas ganancias para hacer actividades de bien social sólo debilitan el mecanismo de mercado.

Con la tecnificación de la industria y el cambio hacia economías de mercado, el concepto de responsabilidad social empresarial considera otros elementos basados en los cambios surgidos por la variación del entorno de las empresas a nivel mundial. Este punto de vista, denominado socioeconómico, propone que la responsabilidad social de las empresas transciende la obtención de ganancias e incluye la protección y el mejoramiento del bienestar de la sociedad. La empresa lleva a cabo acciones que retornan parte de sus ganancias obtenidas de la venta de productos o servicios a la comunidad que ha sido su cliente.

En la actualidad el enfoque moderno de la responsabilidad social empresarial tiene ciertas características importantes para lograr que ésta sea efectiva. En primer lugar, las empresas tienen que entender que la responsabilidad social empresarial tiene que ser manejada como parte del negocio, en otras palabras debe ser incluida en su estrategia de mercado. Segundo, considerando lo expuesto anteriormente, es importante que toda acción social de la empresa esté de alguna forma relacionada con el negocio para asegurar que ésta sea de larga duración. Por último, la responsabilidad social empresarial debe incluir las actividades internas de la empresa, tales como el ambiente laboral y beneficios de sus empleados y la relación con sus familiares, el trato a sus clientes y las implicaciones de conservación del medio ambiente.

A nivel mundial, la responsabilidad social empresarial se refleja en la importancia que tienen las organizaciones sin fines de lucro en las economías de los países desarrollados. Se estima que en estas naciones el tercer sector, compuesto por las organizaciones sin fines de lucro que sirven como brazo ejecutor de la inversión social de muchas empresas y esfuerzos filantrópicos individuales, aporta el 7% del PIB. Traducido en dólares, más de un billón de dólares al año es manejado por este sector. Más de once millones de personas son empleados de estas organizaciones. Estas cifras han hecho de este sector un mercado interesante para la empresa privada, tanto en la forma de proveedores de servicios o ejecutores de la inversión social, como de clientes y consumidores.
La tendencia futura de la responsabilidad social empresarial es la de alianzas estratégicas entre empresas, organizaciones del tercer sector y las comunidades. Cada día las empresas toman más en serio esta actividad y quieren ser más eficientes en su inversión social. Parte de estas alianzas estratégicas incluye el esfuerzo de adiestrar a las organizaciones sin fines de lucro para asegurar un uso eficiente y eficaz de la inversión social.

Como una última consideración, anteriormente se habló de los filántropos. ¿Qué significa el término filantropía? La mejor definición la brinda el Diccionario de la Real Academia Española: “Amor por el género humano”.