En los últimos 30 años los avances tecnológicos han traído una serie de mejoras a los procesos de gestión y operatividad dentro de las organizaciones. Entre esos avances nivel de tecnología encontramos las mejoras que se han fomentado a la hora de gestionar la información y las comunicaciones dentro de nuestras empresas. Entre esos avances encontramos la Internet, incluyendo en esta definición todo el software y el hardware necesario para tener acceso a ella, la cual ha cambiado totalmente la forma de hacer negocios y prestar servicios. En este sentido las organizaciones que se han dado cuenta de los beneficios y oportunidades del uso de estas tecnologías son las que se han mantenido competitivas con el pasar de los años, evolucionando constantemente.
Según lo anterior podemos afirmar que las empresas están en la constante disyuntiva de adaptarse o no a los cambios en el entorno social, económico y tecnológico que exige una economía globalizada como lo es la actual. Esto quiere decir en la búsqueda de soluciones que les permitan permanecer posicionadas y les otorguen una ventaja competitiva frente a la competencia. Por tal motivo las organizaciones deben proyectarse a futuro, estar en constante evolución e innovación, adaptándose a los requerimientos de los clientes y el mercado, sin improvisar y sin olvidar cual es la meta, cumplir con los requisitos de los clientes, manteniendo una sostenibilidad a toda prueba, ser socialmente responsables y sobre todo cumplir con los requisitos legales nacionales e internacionales.
Es así como el uso de la tecnología que está a la disposición de las empresas se convierte en una estrategia de negocio, específicamente en el acercamiento y satisfacción de las necesidades de los clientes, reducción de costos, mejor imagen de empresarial, eficiencia y eficacia operativa, penetración en nuevos mercados, entre otras. Por tal motivo, podemos considerar que la inclusión de las tecnologías es un proceso continuo e irreversible en el cual se debe profundizar si se quiere permanecer en el mercado por largo tiempo.
Por otro lado encontramos que, además de la tecnología también se desarrollan de manera paralela una tendencia que también modifica la planificación estratégica de las organizaciones a mediano y largo plazo para enfrentar los entornos competitivos emergentes, y así enfocarse en la mejora de la calidad de vida de las personas y el ambiente, basado principalmente en el cumplimiento legal y respetando los principios mundialmente aceptados en protección ambiental y desarrollo sostenible.
Este “nuevo enfoque” conocido como Responsabilidad Social Empresarial (RSE), está dirigido globalmente hacia la dignidad del ser humano, el trabajo digno y el desarrollo sustentable. Es por esto que se debe tener como referente un liderazgo organizacional el cual debe ser integrado con las políticas de nuestras empresas, la cultura organizacional y el mercado, pero haciendo evidente su sensibilidad social y humana como parte de su visión y objetivos.
Actualmente en Venezuela el enfoque de la RSE está dirigido principalmente a cumplir con los requisitos legales, la expansión y posicionamiento de las organizaciones a largo plazo, fundamentada en la implementación de una estrategia corporativa dentro y fuera de las empresas. Dicha estrategia está enfocada principalmente en la percepción que tiene el entorno de nuestra empresa, es decir la imagen corporativa que proyectamos
Por tal motivo podemos mencionar que si ambas estrategias se integran de manera adecuada y se utilizan como apoyo a la gestión pueden convertirse en una excelentes aliadas en la formación y capacitación del talento humano interno de la empresa y externo, como parte de una iniciativa de mejora social, la relación con los clientes y el entorno, la adquisición de nuevos cliente y la visión que proyecta la organización, porque no solo basta con ser apreciado por la sociedad como una “buena empresa”, sino como una organización que deja un aporte a su comunidad y está comprometida con el avance y mejoramiento del entorno, sea social o ambiental.
De igual manera pueden aportar rapidez en el acceso, almacenamiento y transmisión de la información la en tiempo real lo cual se puede extrapolar al mejoramiento de los programas sociales de la organización para qué lleguen a más personas y con mayor calidad, lo que a la larga se verá reflejado en la imagen que proyectamos.
Por otra parte el problema se presenta cuando la situación económica golpea nuestra capacidad de invertir, lo cual trae como consecuencia que comencemos a formularnos la pregunta de ¿En qué vamos a invertir? Responder a esta interrogante se vuelve complicado cuando sabemos que debemos invertir en otros aspectos para mantenernos operativos. Lo que hay que tratar de recordar es que las empresas con una visión corporativa global, socialmente responsable, serán las que alcancen un desarrollo sostenible a largo plazo, donde su planificación estratégica le garantizará ser competitiva y estar bien posicionada, sino que, se convertirá en un reconocimiento por parte de sus clientes y consumidores, lo que a su vez se convierte en un reconocimiento y respeto por parte de la competencia.
Direcciones-E: [email protected] / http://0800-focus.blogspot.com