Según Economistas: Las Casas de cambio requieren tasas flotantes

Economistas: Casas de cambio fronteriza requieren tasa flotante

Nancy Faría Lugo

Los economistas Tomás Socias, José Grasso Vecchio, Francisco Rodríguez y Víctor Álvarez ofrecen sus visiones sobre el arranque de operaciones en casas de cambio en frontera. 

“BCV colocó una tasa fija, pero debe ser flotante”.  “Aunque sea parcial, es una apertura del control de cambio”. “Casas de cambio en todo el país es importante”. En la mira dólar negro.
 

Víctor Álvarez: “No podrá abatir el dólar paralelo”

Para el economista, Víctor Álvarez, exministro de industrias de Venezuela, “mientras no se erradiquen los incentivos perversos de los subsidios a la gasolina y alimentos, mientras se mantengan los controles de cambio y de precios, y mientras se prolongue el régimen de cambios múltiples en lugar de crear un mercado libre de divisas, las nuevas casas de cambio en la frontera no tendrán dólares ni pesos y, por lo tanto, no podrán abatir la tendencia alcista del dólar paralelo”.

El especialista considera que “en vez de impulsar cambios sustanciales en la política cambiaria y de precios, el Gobierno cree que con la sola apertura de estas casas de cambio podrá derrotar la arbitrariedad de los cambistas en Cúcuta que fijan sin criterio técnico el precio del bolívar en pesos y especulan con el dólar paralelo. De hecho, el nuevo ministro Ramón Lobo dijo que esta medida tiene el objetivo de “salvaguardar la moneda venezolana”. Al día siguiente de abrir las casas de cambio, el dólar paralelo subió de 3.300 a 3.600 Bs/$.

En su artículo de opinión explicó que “en Colombia hay una sola tasa de cambio oficial (2.900 por dólar), pero en Venezuela hay dos: Dipro y Dicom. Si se toma la tasa Dipro de 10 Bs/$, el precio es 2.900/10 = 290 pesos por bolívar. Pero si se toma Dicom, el precio cae a 2.900/670 = 4,32 pesos por bolívar. Tasa inicial de cambio.

Ante las distorsiones que genera un régimen de cambios múltiple, la Resolución 08 del Banco de la República de Colombia (Banco Central) autorizó a los cambistas en Cúcuta a fijar su propia tasa de cambio de pesos por bolívares, sin anclarse a las tasas de cambio oficiales de ambos países. Esto dio origen a cálculos poco transparentes que ha derrumbado el precio del bolívar a menos de un peso, con el consiguiente impacto en el dólar paralelo. Tal distorsión se erradicaría al unificar el régimen de cambios y fijar una sola tasa para el cálculo del precio del bolívar en pesos.

Ante el colapso del comercio binacional debido a la escasez de divisas, los presidentes Maduro y Santos autorizaron el intercambio comercial en bolívar/peso. Con la apertura de las casas de cambio en la frontera se espera que la triangulación bolívar/pesos/dólar se haga con base en la tasa Dicom. Teóricamente, con la tasa de cambio de Bs 1 =4 pesos y no Bs 1 = 1 peso que imponen en Cúcuta, los importadores venezolanos obtendrán más pesos por cada bolívar y así podrán comprar más dólares a una tasa de cambio implícita de 725 Bs/$, la cual resulta de dividir la tasa de cambio oficial de Colombia entre la tasa de cambio de pesos por bolívares en las casas de cambio en la frontera, 2.900/4 = 725 Bs/$.

Con base en la relación entre las dos tasas de cambio oficial (2.900/670=4,32), el Gobierno fijó como tasa de cambio en la frontera 4 bolívares por peso. En las casas de cambio autorizadas se podrá comprar diariamente un máximo de $200 dólares en efectivo y $300 dólares por transferencia. Pero hay que dejar claro que esta medida no genera nuevas fuentes de divisas, cuestión que dependerá de la recuperación de los precios del petróleo, el aumento de las exportaciones no petroleras y el acceso al financiamiento internacional.

Francisco Rodríguez: “Nivel de 4 pesos por 1 bolívar es muy bajo”

Desde su oficina en Nueva York, el economista venezolano Francisco Rodríguez, actual economista jefe de la firma Torino Capital, dijo que “la decisión de abrir casas de cambio para permitir que se dé un comercio de divisas a través de un mecanismo distinto a los mecanismos oficiales es una medida positiva”.

A lo cual acotó: “Creo que esta medida tiene oportunidades de funcionar si se permite que el tipo de cambio al cual se hagan las transacciones sea un tipo de cambio que provenga de los resultados del libre juego de la oferta y la demanda, que efectivamente sea el que rija el mercado”.

La gran pregunta, según Rodríguez, es si va a poder converger a ese nivel o se va a mantener en un nivel artificial, porque explicó que “el nivel de 4 pesos por un bolívar, equivalentes a unos 735 bolívares por dólar, es un nivel muy bajo”. 

“Aquí la preocupación que tengo yo y creo que tenemos muchos economistas con este sistema de las casas de cambio, es que, si la tasa de 4×1 queda como tasa fija, entonces lo más probable que lo que se tenga es un exceso de demanda de pesos colombianos que va a tener el Gobierno”.

“Aquí lo importante y está por verse es si el Gobierno va a permitir que el tipo de cambio empiece a fluctuar de forma de adecuarse a lo que efectivamente está pidiendo el mercado”.

Antes de Simadi o Dicom estuvo el Sicad, el Sicad II, el Sitme y todos tuvieron el mismo problema. Claro en la época de Sitme tenías un gobierno con muchos dólares y alimentaba la demanda; pero igual el Sitme tenía una tasa Bs. 5,3 y nunca se logró converger y que tuviera una tasa menor a ese nivel.

Reflexiona que efectivamente cuando uno observa estas iniciativas de política que son similares a las que se adelantaron en ocasiones pasadas, uno puede tener o sospechar que se van a cometer los mismos errores; pero, por otro lado, la razón por la que se está haciendo y la razón por la que se hacen estos intentos es para tener mayor flexibilidad en la política cambiara, y es porque el intento para fijar el tipo de cambio no funciona, apuntó el economista.

En su opinión, está claro que el sistema Dicom no está funcionando, como no funcionó el Simadi y como no funcionaron los anteriores. Entonces uno tiene las expectativas y las esperanzas de que quienes están tomando las políticas hayan aprendido de esas experiencias y estén dispuestas a aceptar mayor flexibilidad; pero está por verse. Definitivamente habría razones para ser escéptico dadas las experiencias pasadas.

Sin embargo, apunta que el gobierno en este momento está intentando resolver un problema, y el problema que tiene es que el tipo de cambio paralelo es un marcador de precios para la economía y tiene un impacto importante, y ellos no creen en la forma en la que se está fijando esos precios y hay muy poca transparencia en las transacciones en Cúcuta y las asociadas a Dólar Today. Por lo tanto, quieren tener un mecanismo más transparente y yo creo que de lo que se han dado cuenta es que para que haya un mecanismo más transparente éste tiene que ser un mecanismo de mercado.

José Grasso Vecchio: “Deberán extenderse al resto del territorio”

José Grasso Vecchio, economista y presidente de Consultoresicg,  declaró que  “el concepto de tener casas de cambio no solo en la frontera , sino en todo el país y que sean activas, me parece que puede ser interesante y positivo porque así operó siempre el mercado. Allí hay un tema de oferta que es bien importante también, porque en la medida que se concrete una oferta y una demanda esas casas de cambio van a tener un comportamiento muy activo”. 

Sin embargo, el concepto de que tengamos casas de cambio siempre lo ha pensado, la gente tiene la necesidad de hacer alguna compra, pagar un profesional que necesite un instrumento para su negocio u oficio, un estudiante, o cualquier otra persona que en un caso en específico que pueda ir a Colombia y hacer una adquisición de algo que necesite, creo que ese flujo sería importante reestablecerlo y que pudiera haber evidentemente un mayor flujo de divisas.

Es un tema de oferta y demanda.

Sobre la posibilidad de incidir sobre la tasa del “dólar paralelo”, dijo que si este se convierte en un mercado fluido se generan expectativas positivas sobre el funcionamiento de las casas de cambio, y se logra confianza en que va estar allí de manera sostenida y que va haber flujo de divisas, la respuesta es que sí (habría posibilidad de bajar la tasa paralelo).

“Pero fíjate que lo estoy condicionando a que efectivamente ocurran una serie de supuestos que le den viabilidad, tales que tengan una oferta fluida de divisas y que la gente cuando acuda a comprar y también a vender, tenga un precio en el mercado y consideren que sea un tipo de cambio que sea razonables”. 

Consideró que es muy importante que en un momento determinado llegar a un solo tipo de cambio y no tener varios tipos de cambio y por supuesto tener un mercado más abierto. “Yo diría un mercado de divisas que funcione con la menor restricción posible. Creo que son condiciones que ayudarían”.

Sobre la tasa fijada de cambio, dijo que “yo creo que la tasa debe ir buscando un punto de equilibrio, en la tasa de inicio está bien; pero debe irse ajustando para llegar a ese punto de una tasa de equilibrio, yo creo que si tu estas cercano al tipo de cambio (cambio implícito) y se logra mantener una oferta adecuada, creo que se resolvería el tema de que la tasa sea atractiva.

En cuanto a que solo está abierta a persona naturales, dijo que creo que en el corto plazo deben irse generando condiciones para ampliar los montos para las personas naturales. Se tiene un monto de 200 dólares para la  compra en efectivo y 300 dólares por transferencia y bueno de ampliar esos montos para personas naturales, en un momento determinado por supuesto ir incorporando a otros actores. También todo va a depender de cómo se organicen las cosas, porque recuerda que también se había hablado cuando arrancó este nuevo sistema cambiario se había hablado de operaciones para personas de mayor volumen de movimientos, y esos tendrían otros mecanismos. Es un tema de cómo se organiza el mercado. 

Tomás Socías: ‘Es una apertura del control de cambio’

 El economista, Tomás Socías, respondió a este rotativo que la apertura de las casas de cambio en la frontera “es beneficiosa para el mercado de divisas”; además aunque aún están en proceso podría decirse que “es una apertura del control de cambio”.

Explicó que en principio hay que pensar que la creación o el permiso para que las casas de cambio funcionen en la frontera del Táchira y en Zulia; además se ha extendido en el caso de Maracaibo hacia centros comerciales es muy productivo, porque permite una oferta del dólar en paralelo que traerá consecuencias muy buenas, porque es beneficiosa para el mercado de divisas”.

Recordemos que el gran problema del abastecimiento, de la escasez y de las colas tiene que ver con los precios y con divisas, y este inicio de colocar y abrir casa de cambio con convertibilidad de peso colombiano es un paso de oxígeno, aunque en principio personal (para personas naturales) la experiencia se podría llevar a muchas otras ciudades.

Consideró que lamentablemente el Banco Central fijó una tasa de 4 pesos por bolívar, ya que lo ideal es que habría sido flotante (tasa flotante) (…)

Pero lo importante es que al tomarse esta decisión (Gobierno) permitió una convertibilidad de una moneda, aunque sea parcial, es una apertura del control de cambio (…)

 En Venezuela se dejó de otorgar, con la desaparición de Cadivi, una cuota por persona para el dólar, ahora al poder acceder a 200 dólares por persona, aunque sea en transferencia se abre una disponibilidad de que la población pueda drenar esa absorción de dólares que hace en el mercado.

No importa que la transferencia sea en peso, porque la gente lo puede convertir en peso-dólar (…) En principio va a ayudar, precisó el economista.

Otra de las razones positivas según Socías es que va impulsar el comercio fronterizo, tanto de Táchira, Zulia y luego de Brasil, los pequeños negocios, el turismo. Todo eso se va a fortalecer en la zona fronteriza, que es una segunda medida.

Destacó que hay que ver que el Ejecutivo no tiene, aunque en una primera etapa pudiera tener, que aportar divisas. Así el libre cambio va a traer a largo plazo que el Ejecutivo no tenga que tocar divisas del Estado, que son reservas del país y son necesarios para productos básicos, para este tipo de actividad económica.