Seguridad en los aeropuertos

(Redacción) – Azucena García – consumer.es eroski – La realidad de los aeropuertos europeos se empieza a equiparar a la de los países norteamericanos en medidas de restricción a partir de noviembre. ¿En que nos afecta? Por un lado, se limita las cantidades de líquidos que los viajeros pueden llevar en el equipaje de mano y hay que presentarlos en envases guardados en bolsas de capacidad no superior a un litro. Estas normas afectan a cualquier vuelo con origen en la UE, independientemente del destino y de la compañía que lo opere. Por otro lado, el futuro de la seguridad se encamina hacia sistemas que contemplan la identificación de las personas mediante el iris, al compararlo con un patrón del usuario guardado previamente, la voz y la forma de la mano. Incluso, no se descarta analizar el lenguaje corporal de los pasajeros. En lo que coinciden los representantes de todos los aeropuertos es en la necesidad de que estos nuevos sistemas se utilicen con el consentimiento del usuario, de forma voluntaria, y que se concrete el destino final de los datos recopilados.
Nueva normativa
A partir del 6 de noviembre de 2006, todos los vuelos con origen en la Unión Europea deben cumplir una nueva batería de medidas de seguridad relativas al transporte de líquidos. Independientemente del destino y de la nacionalidad de la compañía con la que se viaje, los pasajeros están obligados a seguir las normas aprobadas por Bruselas y que limitan la cantidad de líquido que se puede transportar. Las normas son consecuencia de lo ocurrido el pasado 10 de agosto, cuando la Policía británica abortó un supuesto complot terrorista para hacer estallar, con explosivos líquidos camuflados en el equipaje de mano, una decena de aviones que cubrían el trayecto entre Gran Bretaña y Estados Unidos. Tras lo ocurrido, la Comisión europea ha implantado varias medidas de seguridad que afectan a diferentes tipos de líquidos y, en concreto, al agua y otras bebidas, sopas, siropes, cremas, lociones y aceites, perfumes, sprays, champús y geles de ducha, envases presurizados, como espuma de afeitar y desodorantes, pastas de dientes, cualquier mezcla sólido-líquida y cualquier objeto con una consistencia parecida.

La Comisión europea argumenta la aplicación de la nueva normativa a todos estos productos ante las «evidencias» que demuestran que los explosivos «pueden ser presentados en formas variadas», desde líquidos puros a semi líquidos tipo gel. «Las máquinas actuales no pueden distinguir un líquido de otro con la suficiente rapidez, como para ser empleadas en los controles de los aeropuertos. Es por eso que la nueva regulación se aplica a todos los líquidos, excepto a los que se presentan en cantidades muy pequeñas, insuficientes para hacer bombas», agrega la Comisión.
En concreto, las nuevas medidas de seguridad limitan el transporte de líquido en el equipaje de mano a 100 mililitros por envase, ya que los expertos consultados por Bruselas consideran que «no es posible hacer explosivos que puedan destruir un avión con cantidades pequeñas». Además, los pasajeros están obligados a guardar estos envases en bolsas con capacidad máxima de un litro, transparentes y con un cierre que permita su apertura fácil -similar a las bolsas que se emplean para congelar alimentos-. El presidente de la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA), Felipe Navío, explica que estas bolsas deben tener unas medidas aproximadas de unos 20 por 20 centímetros y que es el propio pasajero quien debe proveerse de ellas. «Una vez que las bolsas han pasado los controles ya no hay ningún problema. Además, en el ‘duty free’ se pueden comprar los productos líquidos o geles que se necesiten y que también deben ser guardados en bolsas selladas que facilita el propio comercio», añade. Por último, los pasajeros están obligados a pasar los abrigos por la máquina de rayos X, sacar los ordenadores portátiles y otros equipos electrónicos de las fundas (en principio, esta medida no afecta a los teléfonos móviles ni a los mp3) y, a partir de mayo de 2007 será obligatorio también que el equipaje de mano tenga unas medidas máximas de 56 x 45 x 25 centímetros.

En el caso de que se viaje con instrumentos musicales u objetos frágiles de mayores dimensiones, su transporte está permitido, pero debe ser consultado a la hora de facturar el equipaje.

«La Unión Europea ha establecido estas medidas de seguridad debido a los riesgos que pueda haber ante ciertos explosivos líquidos, pero estas nuevas medidas se refieren única y exclusivamente al equipaje de mano, por lo que se recomienda que todo lo que se pueda incluir en el equipaje facturado, se incluya en él», explica Felipe Navío, quien reconoce «evidente» el apoyo de los operadores aéreos a estas normas, pero pide que «sean las últimas». «Es obvio que apoyamos estas medidas con el fin de garantizar en todo momento la seguridad de las operaciones y, por lo tanto, las acatamos y las vamos a hacer cumplir, pero hemos lanzado una reflexión para evitar que se pongan más dificultades al acceso del pasajero al avión, porque parece que está sufriendo una carrera de obstáculos.

Según van pasando los meses y los años, hay una dificultad creciente y habrá que estudiar nuevas fórmulas que no produzcan molestias a los pasajeros, utilizar las nuevas tecnologías para implantar nuevas medidas de seguridad y buscar un equilibrio entre seguridad y ‘facilitación’. En todo momento se tiene que trabajar en esa línea para evitar molestias a los pasajeros», reclama.

EXCEPCIONES

Las bolsas que contengan los envases con líquido deben ser presentadas por separado en los controles de seguridad del aeropuerto, fuera del equipaje de mano. Quedan exentos de estas restricciones los productos dietéticos, los medicamentos (como insulina) y los alimentos de bebé que se vayan a utilizar durante el trayecto. En este caso, no hay restricciones a las cantidades que se deben transportar, pero sí se debe presentar una prueba de autenticidad.

También se permite al personal de la compañía aérea revisarlo de nuevo antes de embarcar. «Todo esto puede implicar que en los primeros días se produzca algún embotellamiento porque haya pasajeros que no conozcan esta situación y se formen colas en los controles, por lo que estamos animando a los usuarios a que acudan con 20 ó 30 minutos de antelación al tiempo recomendado», precisa Felipe Navío.