Sigue cayendo la circulación de las ediciones impresas de los diarios

La circulación de los diarios de EEUU cayó 2,6 por ciento entre octubre y marzo pasados, según los datos publicados hoy por la Asociación de Diarios de EEUU, que destaca descensos importantes para periódicos como «The Washington Post».

Las cifras confirman el dilema que afronta la prensa estadounidense: la menguante circulación de las ediciones impresas, fuente de sus beneficios, y el aumento del tráfico a las páginas web, que los gestores de periódicos no saben cómo hacer rentables.

Los datos difundidos hoy muestran, por ejemplo, que la caída de un 3,7 por ciento en la circulación diaria del «Post», el retroceso de un 5,4 por ciento en la de «Los Angeles Times» y el traspié del 15,6 por ciento en la del «San Francisco Chronicle» (que recortó circulación innecesaria como copias gratuitas y para publicistas) convive con visitas récord a las páginas web de los periódicos.

Según las estadísticas de la Asociación de Diarios de EEUU (NAA por sus siglas en inglés), la audiencia en internet alcanzó máximos históricos en el primer trimestre del 2006.

Los datos de la consultora Nielsen Net Ratings, que realizó el estudio para la NAA, indican que los sitios de internet de los periódicos atrajeron 56 millones de usuarios -el 37 por ciento de todos los de internet-, durante el primer trimestre del 2006, un aumento del ocho por ciento frente al mismo periodo del 2005.

Para mejorar la situación, muchos rotativos de EEUU han recurrido a la receta tradicional: recorte de gastos, recursos y personal, una medida con la que los grupos mediáticos cotizados en Bolsa esperan mantener sus acciones al alza y satisfacer así a sus inversores.

El recurso ha ganado adeptos en todo el país, empezando por diarios míticos como «The New York Times» y «The Wall Street Journal» y siguiendo por publicaciones menos conocidas como «The Philadelphia Inquirer» o el «Baltimore Sun».

En tanto, unos como otros han reducido sus plantillas y, en algunos casos, cerrado oficinas o proyectos. Esta práctica de reducir gastos a como de lugar, podría empeorar la situación, ya que la calidad disminuiría y eso se traduce en menos lectores, y sucesivamente se irán haciendo más recortes. Además, según Aly Colon, del Instituto Poynter, las ganancias aún siguen siendo satisfactorias.

En ese sentido, John Morton, de la consultora de medios Morton Research (Maryland) dijo a Efe que el margen de beneficios de los periódicos estuvo el año pasado el 18 por ciento, por debajo del 20% del 2004, pero todavía por encima del margen medio de las empresas de la lista Fortune 500.

Scott Bosley, director ejecutivo de la Asociación Estadounidense de Editores de Periódicos (ASNE), asegura, por su parte, que la industria está inmersa en un debate para adaptarse a una nueva realidad, cuya complejidad reside en la forma en la que la gente obtiene sus noticias.

«Tenemos más lectores que nunca gracias a internet», dijo a EFE Bosley. «El problema es que no hemos descubierto una forma de ganar dinero con esos lectores. No hemos encontrado un nuevo modelo de negocio», añadió.

Bosley señala que entre las contadas excepciones figura el diario financiero «The Wall Street Journal», el segundo de mayor circulación del país, detrás del «USA Today», con ventas medias diarias en el semestre hasta marzo de 2.272.815 copias.

El «USA Today», que tiene difusión nacional, es un periódico poco convencional, muy gráfico, y con historias normalmente más cortas de lo normal.

El «Journal» es uno de los pocos que cobra, y ha tenido éxito con ello, por el acceso a su página web.

El ejecutivo de la ASNE destaca que el mayor periódico financiero del mundo ofrece un contenido especializado y eso le ha permitido cobrar por lo que ofrece.

Bosley indicó que otros periódicos como «The New York Times» también exigen una tarifa por el acceso a ciertos contenidos especializados y a sus archivos, un modelo que siguen otros rotativos que también cobran por los servicios especializados. Eso, junto con el aumento de la publicidad son «buenas señales», pero no compensan las pérdidas en las ediciones impresas.

FUENTE: EFE
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