Sobre el fin del ALBA y del socialismo del Siglo XXI, y la crisis económica de Venezuela (*)

“El socialismo es una filosofía fracasada,

el credo de la ignorancia y el evangelio de la envidia.
Su virtud es el compartir la miseria”.

W. Churchil

En entregas anteriores de este espacio, se ha mencionado la situación delicada y difícil que está atravesando Venezuela, debido a los resultados no satisfactorios de los últimos quince años de esta gestión socialista. Para corroborar tal entorno, a continuación se ofrece un escrito publicado en el periódico brasilero “Estadao do Brasil” al inicio de este año.

“Terminó el tiempo del dinero fácil para financiar el ‘socialismo del siglo 21’ en América Latina. En la práctica, la profunda crisis en Venezuela ha alejado de su órbita a los países que, a pesar de que comparten la misma demagogia e incluso desprecio por la democracia –afines con el caudillo Hugo Rafael Chávez–, entienden que la proximidad con el chavismo ya no es rentable. Hay cuentas que pagar y ya varios de los gobiernos ‘bolivarianos’ se dieron cuenta de que para hacer esto, tienen que atraer la inversión extranjera y aceptar la cartilla del Fondo Monetario Internacional (FMI ) en lugar de esperar a que el gobierno de Venezuela venga a su rescate”.

“’El bolivarianismo se crea y se mantiene en torno a tres elementos: el carisma, la chequera y las ideas de Chávez.  Hoy Venezuela ni siquiera tiene dinero para comprar papel higiénico”, dijo al 0´Estado el analista  venezolano Moisés Naím miembro del Carnegie Endowment for International Peace”.

“El agotamiento del modelo bolivariano de integración regional, tal como lo describe Naim, es evidente. Un ejemplo representativo de este colapso fue reportado por el diario venezolano El Nacional, en virtud del cual Venezuela ha reducido en un 68% la ayuda que le dio a los países de Petrocaribe. Se trata de una zona económica especial creada por iniciativa de Chávez, en la que el petróleo venezolano se vende a precios asequibles a los países del Caribe y  en condiciones ‘de padre a hijo’. Jamaica, por ejemplo, pagó su cuota con clases de inglés para los venezolanos”.

“El presidente de la petrolera estatal PDVSA, Rafael Ramírez, fue sorprendentemente claro comentando que los beneficiarios del acuerdo de Petrocaribe tendrán que conformarse con menos en el futuro, ya que se necesita atender las necesidades de Venezuela con urgencia. ‘Hemos dicho a algunos países que estamos en necesidad de energía diesel para las plantas eléctricas. La prioridad es aquí, y ya no podemos exportar’, dijo Ramírez”.

“El caso más significativo -y de partida pragmático- de los clientes de Chávez, sin embargo, es la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA). Mientras Venezuela se hunde -en medio de una tasa de inflación superior al 50%, el crecimiento económico del 1%, casi el 10 % de desempleo, escasez generalizada y apagones diarios- Bolivia, Ecuador y Nicaragua adoptan políticas de ajuste en la economía para obtener fuentes de financiamiento independientes de Caracas”.

“En Bolivia, a pesar de mantener el discurso nacionalista y estatista, el presidente Evo Morales parece estar dispuesto a adoptar reformas que faciliten la inversión extranjera en la explotación de su riqueza mineral. Nada de esto significa que Evo ha entrado en juicio, pero señala la preocupación de Bolivia sobre las dificultades de su patrón Chávez –cuya infinita bondad, en la edad de oro del populismo petrolero permitió  a Evo y otros compañeros latinoamericanos pagar la asistencia social disfrazada como ‘el final  de la pobreza’– que les dio muchos votos en los últimos años”.

“Por las mismas razones, la Nicaragua del sandinista Daniel Ortega siguió las recomendaciones del FMI e hizo reformas para reducir el déficit exterior y aumentar las reservas internacionales. En Ecuador, el gobierno quiere un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, una actitud que contrasta con Venezuela  cuyo presidente, Nicolás Maduro,  dijo que ‘el libre comercio es como el intercambio de las pepitas de oro por espejos, sistema con el que nos colonizaron durante 500 años’. Es en este tipo de reduccionismo primitivo del que los miembros del ALBA, parecen querer distanciarse de Venezuela. El daño causado por la crisis venezolana no se limita a los países del ALBA y de Petrocaribe. Argentina, por ejemplo, fue rescatada varias veces por el dinero venezolano para pagar sus deudas. Hoy en día, este tipo de ayuda ya no es posible, y esto explica en parte la difícil situación de la presidenta Cristina Kirchner”.

“Al proponer la fundación de ALBA, Chávez dijo que la integración de América Latina diseñada por él era vital: “O nos unimos o nos hundiremos”. Al parecer, los países bolivarianos se están alejando de Venezuela precisamente para evitar este abrazo de los que se están ahogando”.

El autor de este espacio, con la finalidad de reafirmar las ideas y conceptos emitidos en el diario brasilero mencionado, se tomó la libertad de agregar  la reflexión inicial de este espacio y esta última de A. Cova: -“A Venezuela o la reconstruimos todos o todos nos hundiremos con lo que de ella quede”-.

 (*)Texto original en portugués publicado en el diario 0´Estado do Brasil

“A fonte chavista secou”.

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