Evans, quien además es profesor de la cátedra de Derecho Financiero de la Universidad Católica “Andrés Bello”, recordó que el Seniat aporta en la actualidad, 55 por ciento de los ingresos del Estado (superando a la renta petrolera), al tiempo que destacó que entre los nuevos impuestos que prepara el Ejecutivo Nacional, destaca el Impuesto al Patrimonio, el cual tendrá un considerable impacto en la clase media y los sectores productivos.
Con un panorama de cambio de modelo socioeconómico (hacia el llamado Socialismo del Siglo XXI), “la recaudación tributaria va a entrar en crisis y, por ello, es muy interesante la posición del superintendente nacional tributario, José Gregorio Vielma Mora, que no está a favor de aumentar las cargas fiscales de las empresas. Eso tiene una razón de ser”.
“Hay un contrasentido, ya que si nos vamos a un sistema de producción social y la idea es que la renta esté limitada o se reparta en otras contribuciones, el Seniat dejará de tener la importancia que tiene y vendrá una crisis fiscal, motivada a que los ingresos tributarios pueden caer, derivado del clima de incertidumbre y del estancamiento económico, por la falta de inversión por el sector privado”, insiste.
Esta disminución llevará a que no habrá tributos que recaudar, lo cual, obviamente, podría tener incidencia en las finanzas públicas, según lo afirma quien también tuvo una destacada participación en Foro “Perspectivas Económicas 2007”, organizado por Venamcham .
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