«Tal vez la mujer necesita menos cerebro para igual inteligencia»

ALICIA RIVERA – Madrid – Richard J. Haier, experto en Neurología Pediátrica, investiga en qué se diferencian los cerebros de los hombres y los de las mujeres. Primero, en busca de información neurológica básica, pero también para abrir vías hacia el estudio de los daños cerebrales y algunas soluciones. La importancia de su trabajo radica precisamente en eso, recalca, aunque a menudo le hacen chistes manidos del tipo: «¿Qué es lo que diferencia el cerebro de un hombre y el de una mujer? Las compras, o el desatino aparcando». Haier, de 59 años, profesor emérito de Neurología Pediátrica de la Universidad de California en Irving y especialista en Estudios del Cerebro con Técnicas Avanzadas de Imagen, está pronunciando unas conferencias en España invitado por la Fundación La Caixa.

Pregunta. ¿En qué se diferencian los cerebros de hombres y mujeres?

Respuesta. Hay que distinguir dos cosas. Por un lado están las características físicas del cerebro, y se aprecian diferencias; la más obvia es que el tamaño medio del de los hombres es mayor. La segunda cuestión es si estas diferencias se relacionan o no con otras mentales, porque hombres y mujeres pueden tener inteligencia equivalente aunque la media del volumen cerebral de los primeros sea mayor. Tal vez las mujeres no necesiten tanta cantidad de cerebro para ser igualmente inteligentes.

P. ¿Para qué sirven estas comparaciones?

R. La evolución ha generado, al menos, dos formas de organización del cerebro para hacer las mismas actividades mentales. Y esto es muy importante cuando se producen daños en el cerebro. Por ejemplo, cuando una mujer sufre un infarto cerebral en una determinada zona, puede padecer consecuencias cognitivas diferentes que si se produce el mismo daño en la misma parte del cerebro de un hombre. Y si el cerebro tiene diferentes formas de hacer las mismas cosas y alguien sufre un daño en una zona del cerebro, puede haber maneras de rehabilitar otras áreas que compensen esa lesión.

P. ¿Es genética la base de esas diferencias?

R. En el siglo XXI ya no hablamos de base genética o de influencia del entorno. Son conceptos del siglo pasado. Sabemos que los genes se activan y se desactivan a lo largo de toda la vida. Los mecanismos son muy complicados y sólo ahora se empiezan a entender; pero sabemos que los factores del entorno contribuyen a la activación y desactivación de algunos genes. Los genes se expresan dependiendo, en parte, del entorno.

P. ¿Hay diferencias en patologías mentales entre hombres y mujeres?

R. Algunas enfermedades se dan más frecuentemente en hombres y otras en mujeres, como el autismo, que se da mucho más en hombres. En cambio, la depresión parece que es más común en mujeres.

P. ¿Cómo detectan los científicos esas diferencias cerebrales por sexos?

R. Mediante técnicas de imagen. Con diferentes tipos de resonancia magnética se puede ver la estructura cerebral o las funciones, con la tomografía por emisión de positrones vemos el uso energético del cerebro… Con todas estas técnicas se aprecian diferencias entre hombres y mujeres; pero recuerde que éstas son sólo una parte, y la otra es relacionarlas con las capacidades mentales, y eso es más difícil. Nuestras investigaciones muestran, que cuando relacionamos características del cerebro con los tests de cociente de inteligencia, (CI), están implicadas diferentes áreas en hombres y mujeres, aunque unos y otros tengan el mismo CI.

P. ¿Estas diferencias pueden ser utilizadas como argumento de discriminación?

R. El conocimiento que tenemos de esas diferencias actúa en contra de la discriminación: hemos visto que en la mayoría de los aspectos hombres y mujeres son iguales, y algunas pocas cosas distintas a veces son a favor de las mujeres.

P. Aparte del volumen cerebral, ¿qué otras marcadas diferencias hay?

R. Por ejemplo, las fibras que conectan los dos hemisferios del cerebro son más gruesas en las mujeres, parece que tienen más conexión entre la parte izquierda y derecha. Todavía no entendemos exactamente qué significa esto. Todo el cerebro funciona en conjunto, como una orquesta. Lo que no está claro es cómo actúa el director. Y esta organización de la orquesta puede ser diferente en hombres y en mujeres, dependiendo de la tarea cerebral que se esté realizando, incluso con diferentes áreas activadas.

P. ¿Se aprecian las diferencias ya entre niños y niñas?

R. Empiezan en la infancia, pero algunas no son obvias entonces, como la habilidad aritmética. Los niños y niñas son iguales en esto, pero, luego, parece que a las matemáticas más avanzadas se dedican más hombres que mujeres. Esta diferencia se aprecia, sobre todo, en el extremo de la distribución de población, en personas con rendimientos muy altos.

P. ¿Y los homosexuales?

R. Éste es un tema en el que no tengo conocimientos, y como científico tengo que darle respuestas basadas en datos y en conocimientos.

P. ¿Son distintos los cerebros de hembras y de machos en otros primates?

R. Tampoco respecto a esto tengo conocimientos.

P. ¿Qué es la inteligencia?

R. Es lo que uno hace cuando uno no sabe qué hacer. Llego a Madrid, hablo muy poco o nada de español y no sé qué hacer, alguien que me vea pensará que soy estúpido. Pero, con inteligencia, puedo averiguar cómo salir adelante. Otra definición se basa en las diferencias en aprendizaje, memoria y razonamiento.

P. Pero ambas definiciones parecen la misma, porque usted averigua qué hacer en una situación desconocida aprovechando la experiencia, el recuerdo, el razonamiento…

R. Sí, una es una definición más formal que la otra de lo mismo. Unos individuos recuerdan más que otros, unos aprenden más rápido que otros y unos razonan mejor que otros. Llamamos inteligencia a esas diferencias. Pero puede haber otras definiciones de inteligencia.

P. ¿Se distinguen mente y cerebro?

R. Sea lo que sea la mente, procede del cerebro. No tiene mucho sentido hacer esa distinción; muy poca gente considera ese dualismo. Con las técnicas de imagen cerebral estudiamos la conciencia. El anestesista te pone inconsciente mediante fármacos, cuando te van a operar y al acabar la cirugía te hace recuperar la conciencia. ¿Cómo funcionan estos fármacos en el cerebro? Lo hemos estudiado anestesiando a personas y aplicando técnicas de imagen para intentar entender las áreas del cerebro que se activan y desactivan cuando el individuo está consciente o inconsciente, así como el interruptor que los fármacos activan o desactivan. Lo estamos investigando, pero es muy difícil.

P. ¿Son las diferencias cerebrales entre hombres y mujeres mayores que la diversidad entre individuos de la especie?

R. En la mayoría de las tareas, las diferencias entre la población son superiores a las diferencias entre hombres y mujeres, aunque hay algunas características específicas.

P. ¿En qué tareas son mejores o peores unos y otras?

R. Hay ciertas tareas verbales en que las mujeres son mejores que los hombres. Pero la mayor diferencia está en determinadas habilidades de visualización espacial, en las que los hombres, sobre todo en el extremo superior de rendimiento, son mejores que las mujeres. Esto puede ser una explicación de por qué, hay muchas mujeres en todos los campos de la ciencia -el 50% o más en las ciencias de la vida-, pero no en matemáticas, física e ingeniería. Es controvertido si esto se debe a razones sociales o culturales, o realmente, a diferencias en estas habilidades de razonamiento matemático y espacial a rendimientos muy, muy altos.

P. ¿Y entre grupos étnicos, se aprecian distinciones cerebrales, por ejemplo, entre población blanca y negra?

R. Esto es muy, muy complicado, no tengo datos al respecto.

P. Hace unos meses el premio Nóbel James Watson hizo unas declaraciones muy controvertidas por su sesgo racista.

R. Es complejo. Parece que puede haber alguna diferencia entre algunos grupos de personas, pero no está claro qué es lo que causa estas diferencias, si son del entorno, de educación, de diferencia entre ricos y pobres… Necesitamos antes explicar, por ejemplo, cómo la educación aumenta la inteligencia. Sabemos que la educación general beneficia a todo el mundo, pero no sabemos a nivel cerebral cómo funciona esto. Estuve con Watson hace poco en una reunión; no es un racista, yo creo que en este tema es muy fácil ser malinterpretado.

Fuente: http://www.elpais.com/