Técnicas de Relajación

La relajación es un método muy eficaz para encontrarnos con nosotros mismos, logrando paz mental, equilibrio físico y armonía interior.

El estar relajados debiera ser nuestro estado natural, pero ello está claro que no es así, el estrés, las preocupaciones y la vida tan agitada de nuestra sociedad, nos crean desórdenes interiores, que debemos procurar evitar, o cuando menos minimizarlos.

Para ello y debido a la relación directa entre las emociones y pensamientos, y nuestro físico, la relajación es un método ideal para disipar las tensiones y crispaciones que a menudo ocasionan dolencias en el cuerpo, logrando así una mejora del sistema nervioso y de la musculatura.
Las diferentes técnicas de relajación son complementarias entre sí, y cada persona debe encontrar con cual se siente más cómoda.

Estar motivados para iniciar su práctica y tener persistencia es lo único que se requiere.
Una de las ventajas primordiales que obtenemos al relajarnos, es el aprender a controlar nuestra mente, logrando una nueva percepción de nuestro interior y del entorno.

Entre estas técnicas de relajación encontramos:

Tai- Chi

Esta técnica originaria de China, nos aporta energía y ayuda a la serenidad de la mente, manteniendo alejados los pensamientos negativos.

El fin que persigue esta técnica, es despertar el Chi, o energía vital. En condiciones normales esta energía debiera fluir libremente por todos los meridianos del cuerpo, logrando así una armonía tanto física como mental.

La combinación de movimientos de concentración y dispersión hacen que en Tai- Chi se logre el equilibrio entre el ying y el yang, que son las fuerzas opuestas y a la vez complementarias de la vida.

Beneficios:

Al combinar la lentitud de los ejercicios físicos, con la respiración consciente, su práctica regula y seda el sistema nervioso, aumentando la elasticidad de los músculos.

A nivel psíquico, mejora la coordinación, la capacidad de concentración y la armonía interior.
Una de sus ventajas principales es el regular el tono vital energético, equilibrando así todo el organismo.

La realización de los ejercicios es un poco más compleja que otros sistemas y normalmente se hace necesario acudir a clases preparatorias.

En el Tai-Chi lo fundamental es efectuar los movimientos de forma lenta y precisa, con plena concentración mental en la disposición física del cuerpo.

La técnica:

Uno de los ejercicios básicos para despertar el Chi, es el movimiento de balanceo de los brazos, de atrás hacia delante, de forma rápida pero armoniosa y relajada.

Puedes iniciarte con pocas repeticiones y llegar con la práctica a las 200.

Para aumentar la fluidez de la energía, se desplazan las manos y brazos, alejándolas del cuerpo y dibujando círculos en el aire. El movimiento de las manos es contrario, cuando una se eleva, la otra desciende; de forma similar a girar una pelota.

Los practicantes suelen llegar hasta las 30 repeticiones.

Meditación

El acto de meditar supone un alto en el camino, es aquietar la mente, para mantenerla en un estado de paz.

El beneficio principal de la meditación es el sosiego de la mente, eliminando tensiones tanto psíquicas, como físicas.

Uno de los aspectos que en la vida ordinaria pasamos por alto, es el continuo ir y venir de pensamientos, sin que tengamos el menor control sobre ellos. Diríamos que somos manipulados por ellos; por el contrario, con ejercicio meditativo, tomamos el control de nuestra mente y nuestras emociones, llegando a la quietud interior.

Aunque la meditación por sí sola puede considerarse una técnica singular de relajación, existen diversas disciplinas que la incorporan como parte integrante de sus prácticas, dado que son múltiples sus variantes (yoga, zen, trascendental, etc.).

Las pautas básicas de la meditación son:

– Sentarnos en un lugar tranquilos y de forma cómoda.
– Cerrar los ojos, centrándonos mentalmente en el fluir de la respiración. Esta se realiza de forma natural.
– Podemos de igual forma centrar la mente en cualquier parte del cuerpo y repetir de forma mental o verbal algún mantra. El más utilizado es om, considerado el sonido primordial.
– Al iniciarnos en la meditación, frecuentemente tu mente divagará perdiéndose en pensamientos de todo tipo, es vital que aprendas a controlarla y a centrarla en aquello que deseas.
– Es importante volver a la actividad de forma pausada y sin alteraciones, para ello al finalizar deberás tener cuidado de no realizar movimientos bruscos.

Visualización creativa

Hay que tener en cuenta que de una forma inconsciente ,todos visualizamos de manera habitual, lo hacemos al recordar un hecho, al pensar en alguien, etc. El problema sobreviene cuando muchas de estas visualizaciones nos producen nerviosismo e intranquilidad.
La visualización correcta sirve para conseguir la relajación del cuerpo y la paz de la mente.
Para ello hay que enfocar la mente de forma consciente y centrarla en una idea que vamos desarrollando de manera progresiva.

Existen tantos tipos de visualizaciones como ideas pueda concebir la mente y son válidas todas aquellas que aporten equilibrio a la mente. Pero te recomendamos las visualizaciones con puntos de luz y color.

Ejemplo de visualización de color:

Una de las prácticas más efectivas consiste en sentarnos cómodamente, cerrar los ojos e imaginar que teñimos el aire de color verde claro, con cada inspiración y expiración del aire, vamos sintiendo la relajación que cada vez es más profunda, ya que el verde actúa como sedante.

Hay que visualizar como el color va recorriendo lentamente cada órgano de nuestro cuerpo, eliminando tensiones, aportando luz ,curación, sosiego y paz.

Respiración consciente

Aunque la respiración se combina con las demás técnicas, por sí sola constituye un fabuloso medio para lograr la quietud de la mente y aportar equilibrio a todo el cuerpo.

Conviene recordar que el respirar es la primera fuente de energía para el ser humano, mucho más importante que el comer o el beber, y que si aprendiéramos a hacerla de forma consciente y continuada, nos reportaría un gran beneficio, ya que no sólo nos reporta relajación, sino que es estupenda para eliminar toxinas y para tonificar el corazón.

Aunque existen diversos tipos de respiración, los básicos son:

– Respiración abdominal: Inspiramos lenta y pausadamente por la nariz hasta introducir el aire en la parte del vientre, para después expirar lentamente, de nuevo por la nariz.
– Respiración clavicular: Inhalamos por la nariz y llevamos el aire hasta la parte superior del pecho, como si quisiéramos sacarlo por los hombros.
– Expulsamos despacio y de forma relajada.
– Respiración completa: Se toma el aire por la nariz, llevándolo hasta el abdomen, se sube después hasta los pulmones, para finalizar llevándolo a la parte alta del pecho. Tras una leve pausa, se expulsa despacio por la nariz.

Fuente: http://www.lasleyesdelexito.com/tecnicas_de_relajacion.htm