Televisión y comercio informal – La historia de una Ciudad Bendita

Con cierta frecuencia le pregunto a mis alumnos sí consideran que la televisión venezolana es buena o mala, ello con el objeto de provocarles alguna reflexión que les permita formarse una real conciencia sobre el rol de los medios de comunicación en la sociedad.

Generalmente muchos de estos jóvenes, quienes asisten a clases en la Escuela de de Comunicación Social de la Universidad Arturo Michelena, son categóricos al calificar a la TV nacional como deficiente, puesto que “sólo muestra acciones violentas y aspectos negativos de las ciudades, entre los cuales se encuentran los buhoneros, el sucio, desorden en las calles y la inseguridad”.

Ello queda ratificado con la presentación regular de la telenovela “Ciudad Bendita” transmitida por el canal Venevisión, en horario nocturno entre lunes y sábado y la cual tiene como escenario principal la vida de personajes dedicados a eso que muchos han calificado como “comercio informal”, “buhonerismo” o “economía alternativa”.

Al ver este programa y tratar de dar respuestas a las reflexiones de quienes me acompañan en las aulas universitarias sobre el rol de los medios en la sociedad, llego a la conclusión que esa “caja de vidrio” lo que hace es transmitir y presentar la realidad de mi país, ya que nunca he creído que los canales de TV sean mejores o peores que los de otros países, pues para mí son simplemente distintos y tratan de reflejar una realidad de la que sólo los venezolanos somos parte.

Es por ello que me parece interesante la presencia, cada vez mayor, de trabajadores informales como personajes de las diversas telenovelas o materiales audiovisuales que se realizan en el país, puesto que esto es parte de nuestra vida diaria. Atrás quedaron los tiempos en que el protagonista era un niño rico que se casaba con la muchacha que trabaja en su casa. Ya pasó el tiempo en que la televisión nos imponía otros criterios. El público así lo quiso y los organizadores de la programación así lo entendieron.

En un país donde existe un considerable desempleo, lo cual lo confirman las cifras presentadas por Fedecámaras nacional el día 17 de noviembre de este año en las que se señala que “deben crearse 650 mil empleos en cinco años para absorber la desocupación”, el comercio informal se han convertido en una alternativa para que muchos padres de familia lleven sustento diario a sus hogares y eso es parte “cruda” de nuestra realidad, presentada a través de la pantalla.

Ese país… mi país, es el que se presenta cada con mayor regularidad en la TV venezolana. Más alla de las consideraciones sobre como ha sido tratado el tema en la telenovela, lo importante es el hecho de que este “segmento de la población” es parte del día a día de los venezolanos.

Nuestra idea con estas letras no es la defensa de la “economía alternativa” con todas sus implicaciones, pues quizás nos estemos muy lejos de ver una telenovela en la que el argumento central sea la vida de un empresario que lucha por mantener a flote su negocio, ante el cerco y las restricciones impuestas por el gobierno nacional.