Televisores conectados a la Red

ALBERTO DE LAS FUENTES SUÁREZ – De manera muy pausada al principio, y con más fuerza en los últimos años, la nueva tecnología de «lo plano» ha terminado por enterrar al viejo tubo catódico, ése que obligaba a montar aparatos grandes como media lavadora y que cuando se estropeaba hacía que fuera mejor cambiar de televisor. La pantalla plana, LCD o plasma, ha triunfado. Y la tendencia a la extrema delgadez continúa. En la reciente Feria Electrónica de Berlín, (IFA 2008), una empresa ya presentó un nuevo modelo de pantalla de cristal líquido de menos de un centímetro de ancho.

Además, el progresivo abaratamiento y las mejoras tecnológicas han permitido aumentar la superficie disponible: hoy son frecuentes, como tamaño estándar en los hogares, pantallas de plasma de 37 pulgadas (94 centímetros). Pero las hay mucho mayores: en el Consumer Electronics Show de Las Vegas de este año se pudo ver un modelo de Panasonic de 150 pulgadas (3,81 metros).

Sin cables, en alta definición y con ADSL

Según la tendencia actual, los nuevos televisores no tendrán más cable que el que sirve para recibir la electricidad. Todas las demás funciones, (altavoces, por ejemplo), se sirven de tecnologías inalámbricas como Bluetooth. Otra opción disponible, que despega lentamente en países como Estados Unidos o Reino Unido, es la televisión de alta definición, (HDTV). Así, por ejemplo, la británica BBC ya ofrece canales deportivos o de historia que aprovechan plenamente la calidad de imagen, (tan real que parece hecha en 3D), por su alta definición.

LG ha presentado varios modelos de televisor que permiten recibir imágenes desde el móvil
Los televisores reciben contenidos ya de diferentes canales: las ondas hertzianas que llegan a las antenas, (la tele de toda la vida); la TDT, que llega también a las antenas pero exige un descodificador; el satélite, (como Digital+ y otros servicios); el cable, (como ONO o Telecable); el ADSL, (como Imagenio, de Telefónica)…

Pero nada de esto parece bastante en unos tiempos en los que Internet y los ordenadores, grandes centros de ocio multimedia, dejan menos tiempo a los usuarios para pasar frente al televisor. Sin embargo, los fabricantes no parecen dispuestos a dar su brazo a torcer; trabajan contrarreloj para ofrecer nuevas funcionalidades. Empresas como LG han presentado recientemente modelos de televisor que permiten recibir imágenes desde el móvil directamente a la pantalla.

Intel quiere meterse en la tele

Y hay movimientos aún más importantes en la industria. Así, Eric Kim, el gerente del mayor fabricante de procesadores del mundo (Intel), anunció recientemente en San Francisco, (Estados Unidos), su intención de llevar Internet a los televisores. La idea es utilizar el nuevo procesador de Intel, el CE 1300, (Canmore). Este nuevo chip, pensado especialmente para electrodomésticos, permite imágenes de alta definición, gráficos 3D y audio con calidad de «cine en casa».

Intel trabaja con Yahoo! en el desarrollo de pequeñas aplicaciones interactivas para canales de televisión

Para sacarle el mayor rendimiento posible, Intel trabaja con el portal de Internet Yahoo! en el desarrollo de «TV-widgets», pequeñas aplicaciones interactivas para canales de televisión. La idea es que los usuarios puedan hacer frente al televisor buena parte de las cosas que hacen delante del ordenador: chatear mientras ven la tele, ver vídeos de YouTube, enviar emails, recibir noticias personalizadas…

En este modelo, Intel pondría el procesador y Yahoo! el software. Además, se unirían fabricantes como Samsung o Toshiba, que serían quienes finalmente comercializarían estos televisores. Los nuevos modelos podrían estar listos a finales de este año 2008 o en la primera mitad de 2009, según Eric Kim. La idea para los fabricantes de televisores parece clara: si no puedes con tu enemigo (Internet), únete a él.

WebTV, un antecedente que nunca prosperó

Claro que el concepto no es nuevo. Hace más de una década, en 1995, ya surgió el primer modelo de «ordenador dedicado», (una especie de descodificador), que pretendía convertir el televisor en un ordenador: WebTV. Dado que aún poca gente tenía un PC pero todo el mundo tenía tele, bastaba con convertir ésta en una máquina capaz de navegar por la Red para reunir lo mejor de ambos mundos.

Hace más de una década ya surgió el primer modelo de aparato que pretendía convertir el televisor en un PC

La idea parecía tan potente, y generó tanto ruido en los medios, que en 1997 una alianza formada por Microsoft, Intel y Compaq compró al fabricante original de la WebTV, (WebTV Networks), por 425 millones de dólares. Finalmente, en 2001, Microsoft Networks se hizo con las riendas del proyecto en exclusiva.

Pero este producto nunca prosperó. Para empezar, la actitud de los televidentes ante el televisor suele ser pasiva, mientras que el ordenador exige interactividad constante. Pero, sobre todo, las dos tecnologías son totalmente diferentes. Una nació a mediados del siglo XX y se basaba en la electrónica, en la emisión y recepción de ondas. La otra se centra en el constante intercambio de paquetes de datos. Se pueden unir, sí, pero el coste de hacerlo es altísimo y los resultados no muy buenos.

Así, por poner un ejemplo, los televisores utilizan una resolución de 560 píxeles de ancho, mientras que los ordenadores usan comúnmente 800 x 600 píxeles. Para resolverlo, era preciso realizar una «chapuza tecnológica». Y constantemente surgían miles de problemas similares, lo que encarecía el producto. Mientras este híbrido no terminaba de desarrollarse de forma satisfactoria, (en palabras de un analista de la época, resultaba «como el coche-barco», interesante como concepto pero que, en la realidad, navega como un auto y circula por la carretera como un buque), el resto de la industria evolucionaba a gran velocidad. Cada vez que la WebTV creía haber dominado la integración entre televisor e Internet, la tecnología había progresado y se había quedado obsoleta.

Fuente: www.consumer.es