Un año más inflacionario de lo que nos imaginabamos

En honor a la verdad, estoy de acuerdo con la medida de devaluación multiple tomada por el gobierno debido a la inmensa disparidad entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio paralelo, ya no era ni viable ni sostenible.

Lo que le critico, es no haberla tomado con anterioridad tal como se le había alertado, y además, que ésta medida debe complementarse con otras orientadas a favorecer el poder adquisitivo de la población para aliviar el impacto de la inflación que se ocasionará y arbitrar medidas que eviten entre otras, la especulación de agentes económicos y la corrupción gubernamental como ya ha sido tradición en este país.

Uno deduce que en el comportamiento del gobierno ha privado el hecho politico de no querer parecerse a las medidas de la cuarta república, a pesar de que son las lecciones que la economía señala como formulas, después de haber manejado de manera tan ineficiente los ingentes recursos percibidos en la última decada. De haberse hecho un manejo más eficiente de los ingresos recibidos, otro gallo cantaría y no tuviesemos los resultados que forzaron a las medidas.

Según la información suministrada por los lideres gubernamentales, la devaluación monetaria, generará impactos favorables sobre la producción nacional y las exportaciones no tradicionales, es decir, aquellas diferentes del petroleo. Que se busca hacer más competitiva la economía venezolana, al promover las exportaciones, afirman.

Se ha informado también, aunque a medias ya que no están suficientemente explicitadas las medidas, que se constituirán los fondos para la promoción de las exportaciones y de sustitución de importaciones con el proposito de crear un nuevo orden de incentivo para la producción local.

No obstante, ante esas justificaciones casi que a todos nos asalta la duda de que las medidas tengan el resultado favorable que se indica, ya que con mucho enfasis se nos ha venido diciendo que estabamos blindados, que las politicas han sido orientadas a promover y facilitar las condiciones necesarias para atenuar los impactos de la crisis económica global y seguir avanzando hacia el crecimiento sostenido, de estabilidad de precios, asi como la preservación del valor interno y externo de la moneda. Y como resultado, lo que estamos presenciando es un país que se ha venido a menos en términos de producción y que, al decir de los especialistas financieros, en un año se ha contratado una deuda equivalente al 70% del total de la deuda acumulada de la cuarta república.

A decir de muchos, existe la sospecha de que la devaluación le proporciona un respiro al gobierno en cuanto a proveerlo de gran cantidad de recursos para alimentar el gasto público ineficiente con propositos electorales. De ser así, pareciera que lo que nos espera es un año más inflacionario de lo que nos habíamos imaginado y por supuesto afectando a los que menos tienen, porque la combinación de ineficiencia, recesión, devaluación e inflación lo que genera es pobreza.