Un buen Campeón para la Copa

Esta Copa América Venezuela 2007, desde mi punto de vista tendría dos matices importantes a nivel deportivo: El primero, que lo pudiéramos enfocar hacia la pérdida de interés de algunos jugadores y seleccionados a participar en este torneo sudamericano; y el otro, la importancia que tiene la experiencia, a la hora de ganar una competición de este tipo.

Foto tomada de la Página de la Copa América 2007

En cuanto al primer enfoque, por llamarlo de alguna manera, fue evidente como algunas selecciones como la de Estados Unidos, equipo campeón de la Copa de Oro de la CONCACAF, decidió participar con una plantilla de suplentes, ya que los dueños de los equipos de la liga de fútbol de ese país, solamente otorgaron el permiso a los jugadores para la Copa de Oro, lo que demuestra, un desconocimiento, por parte de la federación norteamericana, de los torneos importantes y de envergadura a nivel internacional; o por el contrario, influyó la forma tan particular y pragmática que tienen los estadounidenses de ver el deporte rey.

Eso por un lado, porque no solamente fueron las selecciones, también numerosas figuras del balompié de nuestro continente, decidieron no vestir la camiseta de sus respectivos países, alegando cansancio. Y eso es comprensible, pues algunas de las ligas de fútbol más importantes terminaron semanas antes de la Copa América. Sin embargo, la representación de un país en cualquier deporte, es y debe ser el más grande honor para un atleta, lo que nos hace felicitar a todos lo jugadores estrellas de selecciones como la argentina, la mexicana y la uruguaya por su entrega y amor por su camiseta.

Esto nos lleva al segundo enfoque, pues si bien Estados Unidos vino con unos jugadores suplentes, los brasileños también hicieron lo propio. Claro que el hablar de Brasil hay muchas aristas que abordar, ya que todo lo que se diga de la canariña y de su actuación, es redundar siempre en lo mismo… Brasil es Brasil. Para muchos analistas salta la pregunta ¿Merece Brasil ser Campeón? Y no cabe duda, que los campeonatos no se pueden medir en si se merecen o no, hay que jugarlos y ganarlos. La canariña siempre nos tiene acostumbrados a comenzar flojos en las primeras rondas, subiendo de nivel durante el transcurso del torneo, demostrando así, que la mentalidad de los jugadores brasileños es, jugar todos los partidos como una historia diferente. Ahora lo interesante y curioso de este Brasil, es que lograr obtener un titulo sin sus estrellas más connotadas, nos hace reflexionar en cuanto a que los equipos ganadores se integran con jugadores comprometidos y cohesionados entre si y no con los llamadas ‘estrellas galácticas, extraterrestres o como usted quiera catalogarlos.

Con un técnico tan criticado en su país y sin sus jugadores más destacados internacionalmente, la selección de Brasil demostró en el único juego extraordinario que tuvo, a mi modo de ver (la Final de la Copa América), que la experiencia y mentalidad ganadora, además de la concentración a la hora de enfrentar un partido de vida o muerte, son aspectos importantes para ganar una copa. Esto, también lo demostró Uruguay ante la Vinotinto, en el partido de la segunda ronda, donde se evidenció como se debe enfrentar un juego donde el lema debe ser: Ganas o te vas.

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