Un buen gobierno

(*) Nelson Castellano Hernández – El venezolano quiere garantías, estos años de la aventura chavista le han costado muy caro.

Vio como perdía sus espacios de libertad y tuvo que encerrarse en su casa, sintió en carne propia cómo la violencia acababa con la vida de sus hijos, cómo le confiscaban sus tierras y que eso no se convertía es más comida o más barata.

Al contrario, creaba más dependencia al Estado, quien se convirtió en importador de todo, con funcionarios que tenían como único interés ganar comisiones y dejaban podrir el tan ansiado alimento.

Se cansó de oír las mismas promesas durante 14 años, mientras una manada de corruptos, improvisados e ineptos desvalijaba el tesoro nacional.

Al pueblo le vendieron el sueño de que viviría mejor, pero todo se convirtió en pesadilla. Cuando despertó se encontró un país arruinado, endeudado, en el puesto más bajo de los países latinoamericanos y encima en manos de las fuerzas extranjeras del gobierno de Fidel Castro.

La dura realidad lo ha hecho madurar, se acabó la aventura adolescente revolucionaria y militar, ahora apuesta a la preparación, a la experiencia, la honestidad y el civismo. Hemos llegado a la edad adulta, esa que nos permite ver el camino del progreso por la vía del trabajo y el esfuerzo de todos.

Solo juntos podremos salir adelante, Capriles está claro, sabe que llega al gobierno con el apoyo de todas las fuerzas democráticas, con el esfuerzo de los que tiene años trabajando por salir de esta pesadilla y con el apoyo reciente de los que este último año, se han decidido por fin a dar algo de sí, en bien de todo el pueblo de Venezuela.

Tendrá que incluir a esa parte de la Venezuela chavista, que está dispuesta a enderezar el rumbo por el bien y la unidad de la nación.

Volverá a promover las regiones y la descentralización como se hace en todos los países democráticos y desarrollados. Con esa medida tendrá a todos los gobernadores de estado trabajando por el bien de sus comunidades, quienes serán los que vigilen sus actuaciones como líderes regionales.

Capriles hará un buen gobierno por que se ha comprometido a construir una Venezuela justa, con prioridad a los más necesitados.

Porque está dispuesto a llamar a todos para que participen en la reconstrucción, aquí no se trata de «quítate tú para ponerme yo». Se trata de que cada quien aporte de acuerdo a su formación y a su experiencia profesional, el médico al sistema de salud, el productor agrícola y pecuario a sus tierras, el petrolero a la empresa petrolera y los juristas a los tribunales, sin marginar a nadie.

Dejaremos de ver familiares y amigos en puestos para los que no están preparados o militantes asalariados promoviendo una ideología. Capriles propone un gobierno eficiente con funcionarios profesionales y no de aquellos «ponme donde hay», con él no veremos a un conductor de bus como ministro de Relaciones Exteriores.

A Capriles podemos hacerle confianza, sabemos que es un hombre que no pierde el tiempo en discursos vulgares, cínicos y vacíos, él es un hombre de acción, que escucha y aplica soluciones, su objetivo no es mantenerse en el poder de por vida beneficiando a sus aduladores, su misión es dirigir Venezuela hacia el progreso.

Con él recuperaremos la posibilidad de dormir tranquilos, tendremos la seguridad que al levantarnos todavía tendremos nuestro trabajo, que no saldremos a la calle para ser víctimas del «matraqueo», el discurso de odio y división o de los amigos de Iris liberados de los centros carcelarios.

Con el buen gobierno de Capriles, se brindará seguridad jurídica, de su mano volverá la inversión extranjera y volverán los capitales venezolanos que Chávez perseguía y obligaba a irse, porque no podía controlarlos.

Se detendrá la fuga de cerebros y de las nuevas generaciones, que preparadas en el país tuvieron que irse buscando horizontes donde poder desarrollarse.

Capriles está bien consciente de todo esto, por eso estamos seguros que hará un buen gobierno.

(*) Ex Cónsul de Venezuela en París. Presidente de Venezuela-Futura, Francia

Dirección-E: [email protected]

Fuente: http://www.eluniversal.com/opinion/120816/un-buen-gobierno