Un profesor universitario gana mensualmente 60% menos que un taxista

Para recuperar el sueldo real de hace 26 años, un profesor titular a dedicación exclusiva tendría que ganar un salario nominal estimado en 25 mil bolívares fuertes.

La idea de que un profesor universitario venezolano vive con lujos y forma parte de la clase media alta, es un mito. Estudios revelan que la capacidad de compra del profesorado en la actualidad, es cinco veces menor a la que tenía el gremio hace 26 años. ¿Es justo el salario de un profesor? ¿Cuánto gana un catedrático en Venezuela?

Sin ánimos de desprestigiar ningún oficio, hasta un taxista gana más dinero que un docente dedicado a la educación superior pública. Los profesionales del volante, pueden hacer en un día no tan bueno 300 bolívares fuertes, que equivalen a ocho mil mensual. ¡Sin estar sujetos a un horario estricto ni realizar mayor esfuerzo intelectual!

Por el contrario, un profesor universitario de máxima categoría, que alcanza este estatus después de un mínimo de 15 años de servicio, hacer trabajos de ascenso, maestrías, doctorados y publicar artículos en revistas científicas arbitradas, apenas devenga un sueldo de cinco mil 166 bolívares fuertes mensuales. ¡La diferencia es significativa considerando la relación esfuerzo-remuneración!
La cuestión se pone más deprimente cuando hablando de la categoría más baja del escalafón: un asistente a medio tiempo gana 766 bolívares fuertes al mes, según la tabla de sueldos vigente desde 2008 y aprobada por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU). ¿Es posible sobrevivir con tan poco dinero?

Época que no volverá. Año tras año, el salario del profesorado se deteriora más. La inflación, es uno de los principales responsables, según un análisis elaborado por Rafael Piña Pérez, economista y profesor titular de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad del Zulia (LUZ). En 1984, entraron en vigencia las normas de homologación, instrumento que establece un ajuste de los sueldos de los profesores de todas las universidades y centros de educación superior públicos, cada dos años, de acuerdo al nivel de inflación publicado por el Banco Central de Venezuela (BCV).

Ese año el sueldo nominal (dinero que percibe un trabajador a cambio de su labor), se fijó en 16 mil 50 bolívares de los anteriores. El sueldo real (capacidad del salario nominal para la adquisición de bienes y servicios, de acuerdo al índice inflacionario) era el mismo. Veintiséis años más tarde, en 2010, el salario nominal se registra en 5.166.000 bolívares de los anteriores, pero el salario real, tomando como base el año 1984, es de tres mil 200 bolívares de los viejos, según cálculos propios del también vicepresidente de la Academia de las Ciencias Económicas y Sociales del estado Zulia. ¡5 veces menos!

Para recuperar el sueldo real de hace 26 años, un profesor titular a dedicación exclusiva tendría que ganar un salario nominal estimado en 25 mil bolívares fuertes.

Gastos por doquier. Al observar la realidad internacional, se confirma la desventaja económica del profesorado venezolano. Según cifras de la Federación Venezolana de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv), un profesor en Ecuador tiene un salario de tres mil 500 dólares al mes; en Colombia de cinco mil; y en México de cuatro mil 500.

Por experiencia propia, Karelis Fernández, presidenta de la Asociación de Profesores de LUZ (Apuz), sabe que en Panamá, un docente de la máxima categoría gana dos mil 300 dólares. En Venezuela, haciendo la conversión al régimen cambiario oficial de 4.30, los profesores ganan entre 178 y 1200 dólares, de acuerdo al mínimo y al máximo escalafón.

La gremialista aseveró, que los docentes universitarios ya no se cuentan ni siquiera entre la clase media. “Vivimos agobiados con las tarjetas de crédito hasta el tope, que nos subvencionan las deudas que agarramos en enero hasta julio, cuando nos llega el bono vacacional y podemos hacer un abono grueso, y arrancamos de nuevo en agosto hasta diciembre que nos dan los aguinaldos”. En los recibos de pago, sufren deducciones como cualquier empleado: préstamos de vivienda, vehículo, asistencia médica, farmacia, Instituto de Previsión Social y Caja de Ahorro. “Con lo que nos queda no vivimos”.

Juego trancado. ¿Quién querría ingresar y permanecer en la carrera docente universitaria en estas condiciones de trabajo? Cada día es mayor la cantidad de profesores que buscan rebajar su carga horaria, para asegurar otro trabajo fuera de la universidad que le genere más ingresos, agregó Fernández.

A pesar de las múltiples protestas y paros que ha impulsado la Fapuv desde 2008, en las 18 universidades nacionales adscritas en todo el país, las puertas de negociación salarial con el Gobierno parecen estar cerradas.

Sólo el presidente Hugo Chávez tiene la última palabra de cuándo y cuánto será el aumento. Esa es básicamente la respuesta de los cabecillas del Ministerio de Educación Universitaria, Finanzas y Planificación, la Asamblea Nacional y la vicepresidencia de la República a donde Fapuv ha acudido.

¿Crees que tus profesores merezcan devengar estos salarios tan poco competitivos? Sin duda, el conocer los ingresos fijos que suelen tener los docentes, nos hace valorar su trabajo mucho más. ¡Trabajo de calidad por pura vocación!

Fuente: http://noticias.universia.edu.ve/en-portada/noticia/2010/10/04/546772/profesor-universitario-gana-mensualmente-60-menos-taxista.html