Universidades con enfoque de mercado

El propósito de este TEXTo es analizar si las universidades están preparadas para generar conocimientos técnicos científicos para la inserción de las microempresas en el desarrollo de las regiones (desarrollo endógeno) .
Los nuevos escenarios que se avecinan en la economía mundial exigen que las universidades generen herramientas, metodologías, estrategias, conocimientos de cambio en el sector productivo con la finalidad de elevar los niveles de productividad y competitividad de las regiones, de esta manera se estarán enfrentando a los mercados globales y tecnológicos.
Para poder entender el rol de las microempresas tenemos que situarnos en sus características que son de tipo particulares a las de una empresa, podemos decir que las microempresas están ligadas a la supervivencia, flexibles, con escaso reconocimiento de la sociedad en general, dejan escasas huellas, cuentan con propósitos múltiples y cambiantes, están enmarcadas dentro del subempleo.
Dentro de este conTEXTo tenemos que separar el rol que ejercerían los colegios, institutos técnicos y las universidades, si bien es cierto que en pleno siglo XXI todos los institutos de educación deben encaminarse hacia una educación más participativa con el sector productivo, debemos diferenciar los roles, bajo este marco nos enfocaremos a plantear cual debería ser el padrón de las universidades regionales.
En el enfoque de mercado supones algunas reglas como la uniformidad educativa en cada una de las carreras que se imparten, ya que deben formar parte de un proceso creciente de transnacionalización social y política, donde posiblemente exista una combinación de exclusión e inclusión de los actores que participan en los mercados, principalmente los regionales. La universidad debe presentar una estrategia de inclusión en este mundo globalizado, donde se anulen o se minimicen las posibles diferencias que puedan existir entre las microempresas y las universidades, tenemos que estar pendiente que cada mundo (regiones) crean sus mercados para su propio consumo.
Partiendo de lo antes dicho las universidades deben insertarse en cada una de las áreas económicas a través de un diagnóstico, enumerando las fortalezas y oportunidades, con el objetivo de incrementar la sinergia de las diferentes comunidades, generando espacios de reflexión acerca del papel principal de las microempresas. Las universidades deben asumir su papel protagónico de focalizar los mapas o sectores más productivos, dependiendo de los rubros más importantes que se generen en la región. En este sentido las universidades deben crear sus propios modelos de producción.
Observamos que cada día los mercados se expanden a una velocidad vertiginosa, por lo que el estado a través de sus universidades localizadas regionalmente debe focalizar los recursos para que puedan sobrevivir tanto las microempresas como las universidades, inclusive a través de recursos económicos internacionales con la finalidad de contar con la infraestructura necesaria para la realización de las investigaciones respetivas.
El problema que se le va a presentar a las universidades, es el mundo heterogéneo de los elementos que conforman las microempresas, es decir con el recurso humano y tecnológico, por una parte tenemos que las personas que son microempresarios y los que piensan ser poseen características diferentes, es decir la pregunta que surge es que tipo de personas son: a) jóvenes, b) adultos, c) o ambos, d) niveles de educación, nivel económico entre otros. Estas son algunas de las variables a las cuales se verán sometidas las universidades para poder llevar a cabo la inserción de las microempresas al sector productivo de las regiones.
Las estrategias de las universidades deben contemplar a personas que no tienen la igualdad de oportunidad de acceso. Por un lado las estrategias deben dirigirse a programas que respondan al enfoque de mercado, es decir “desfocalizar”, al incorporar a las personas que cuenten con mejores condiciones tanto económicas como intelectuales (nivel de escolaridad).
Las universidades deben crear mecanismos que empleen sistemáticamente criterios de selección para identificar a los exitosos en potencia entre los pobres, personas con experiencias en microempresas, actitud emprendedora, nivel riesgo, debido a que si las universidades no establecen parámetros, habrá discriminación hacia los más vulnerables, lo que traería como consecuencia un espacio de segregación es decir un riesgo social, de aquí que las universidades deben crear una infraestructura interna, de tipo organizacional que responda a estas y otras necesidades, deben ser de tipo de enfoque de mercado por cuando existen posiciones de los microempresarios a no cambiar las rutinas propias del espacio de carencia en el cual viven, incumplimiento de compromisos, escasa participación en actividades grupales, ausentismo o deserción en los cursos de formación, discriminación por género, o incluso el sometimiento a su pareja, mano de obra familiar lo que dificulta que las funciones de los microempresarios sean efectivas, producto que se piensa con el corazón y no con la mente.
Otro de los elementos que deberán considerar las universidades es la escolaridad, en este sentido, se deberán preparar para responder a través de la misma institución o buscar que otras instituciones de bajo perfil logren capacitarlo al nivel deseado y una vez logrado esto la universidad podrá incorporarlo a su nuevo rol.
Es importante que las universidades regionales se den cuenta que los territorios poseen unas fortalezas para desarrollar microempresas a costa de sobreocupación, contratación de mano de obra familiar, quiebras de negocio, apelación a contactos informales, diseño, control de calidad entre otras .
En síntesis, es un reclamo de participación y simultáneamente de apoyo para que las universidades se aboquen a interactuar con las comunidades para generar empredendores a través de una organización que sea capaz de responder a las exigencias del siglo XXI, crear microempresas con reglas nuevas y claras adaptándose a las potencialidades de las localidades, crear comunidades a través de un espacio solidario. Sin duda la tarea de las universidades actuales está en un proceso de inicio, creando un terreno fértil para que las microempresas puedan generar valor para la región y para el país, ahora la viabilidad de las microempresas depende de ciertas condiciones garantizadas por el Estado venezolano a través de sus universidades y por cualquier otro mecanismo donde la universidad sirva de puente o soporte institucional.