Venezolanos Exitosos en Colombia

Aunque las cifras no son, todavía, espectaculares, el fenómeno del éxodo de empresas venezolanas hacia Colombia va siendo notable

Se puede decir que se trata de un proceso natural de expansión hacia un mercado que comparte muchas costumbres, historia, hábitos e idiosincrasia con Venezuela, pero, en los últimos años, también es evidente que la situación política del país ha servido de impulso adicional.

Claramente, empresas como Polar, Farmatodo, Locatel, Proseín, Ovejita y Dipromuro, por sólo citar algunos casos, fortalecen su presencia en Colombia como mecanismo de diversificación de riesgo, porque se encuentran en sectores considerados como “estratégicos” por el Gobierno Nacional y, en consecuencia, pueden ser víctimas de intervenciones y hasta de expropiación.

Algunas de estas empresas decidieron no hablar sobre este asunto y otras aducen sólidas razones de mercado para justificar abrirse espacio en el país vecino. Las autoridades de Colombia indican que ha habido una “aceleración” en la entrada de capitales a la nación neogranadina, pero, salvo en el sector petrolero, la presencia venezolana no es más marcada que la de otros países.

Sin embargo, el holding inmobiliario Casa Propia ha registrado más de 40 millones de dólares en inversiones inmobiliarias de venezolanos en Colombia entre 2010 y 2011. Unas 60 compañías y 12.000 profesionales nacionales han adquirido o arrendado inmuebles en el vecino país en poco más de un año, un síntoma concreto de la voluntad emigratoria.

Ahora bien, como se leerá más adelante en detalle, hacer negocios en Colombia no es para los capitales venezolanos una opción desesperada, o una huída alocada ante una catástrofe política y económica, sino una decisión lógica que hay que tomar frente a realidades objetivas que imponen una sana búsqueda de oportunidades.

La economía colombiana ha crecido sostenidamente en la última década y en 2011 lo hizo consistentemente sobre 4% del PIB, sin controles ni restricciones asfixiantes para el funcionamiento de sus empresas. La inflación del 2011 fue 3,5% anual y el Gobierno teme que el fuerte ingreso de capitales aprecie todavía más la moneda y genere presiones que lleven la inflación a 4% ó 5%.

Las perspectivas promedio para la economía colombiana marcan un crecimiento de 5,5% en 2012 y 5,7% en 2013, con incrementos del consumo privado de 7% este año y 6% en el que viene. Además, se prevé que la inflación promedio en este ejercicio sea 3,2% y 3,7% en el próximo, con un tipo de cambio estable en alrededor de 1.800 pesos por dólar.

Pero, más allá de estos datos, lo relevante son las diferencias fundamentales entre Venezuela y Colombia como polos de atracción de inversiones.

El ranking del Fraser Institute de países con menores barreras para invertir en petróleo, señaló, al cierre de 2011, que Venezuela ocupa el lugar 132, el último de la lista, mientras que Colombia se ubicó en el puesto 48. ¿Es esto posible, cuando Venezuela dice contar con el mayor volumen de reservas probadas de crudo de la tierra?

El célebre ranking “Doing Business”, preparado por la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial (IFC, por sus siglas en inglés), en su edición 2012, coloca a Venezuela en el puesto 177, de 183 economías analizadas, entre las naciones que ofrecen más facilidades para hacer negocios.

Colombia, por su parte, se ubica en el puesto 42, subiendo cinco peldaños en comparación con el ranking de 2011. Además, el vecino país aparece entre las 10 economías que hicieron las reformas más exitosas para incentivar nuevos negocios, por las políticas implantadas para agilizar pagos de impuestos, la apertura de empresas y resolver los conflictos por insolvencia.

El reporte del BM, apunta que Colombia es un caso exitoso de mejores prácticas en áreas como: el establecimiento de una taquilla única para facilitar el comercio transfronterizo y por sus políticas de protección de inversiones. De Venezuela, lo único que se debe resaltar es que bajó dos peldaños en el ranking general.

Por supuesto, los problemas de Venezuela, como mercado, no implican que no exista inversión privada y que no haya margen para obtener ganancias importantes. Por ello, un grupo grande de multinacionales, por ejemplo, insisten en permanecer en Venezuela, entre ellas varias colombianas, como Alpina, Carvajal, Mario Hernández, Adriana Hoyos y Colombina entre una lista de más de 600 compañías de diverso tamaño.

La relación binacional vive, en este momento, una situación de estabilidad, pero el mercado que saca mejor partido es Colombia. Por ejemplo, según la Cámara de Comercio Colombo-Venezolana, Farmatodo anunció un plan para invertir 48 millones de dólares en Colombia, entre 2011 y 2013, para abrir 8 tiendas por año, en una operación que facturó unos 60 millones de dólares, al cierre del año pasado.

La empresa cosmética Valmy llegó a Colombia en 2008 y ha incrementado en más de 30% sus ventas, con fabricación propia en la Zona Franca de Fontibón. Los accionistas de la petrolera Suelopetrol están entrando a Colombia con una filial llamada Zulia Aloe, para fabricar derivados de la sábila, en una curiosa diversificación.

La compañía de accionistas venezolanos, Coltefinanciera, se prepara para convertirse en banco, a partir de 2013, después de cerrar el año pasado con ganancias de 3.602 millones de pesos.

Y todo lo anterior sin contar la ola de franquicias y pequeños negocios que han pasado la frontera. Según la Cámara de Comercio Colombo-Venezolana, sólo el año pasado se abrieron 19 restaurantes de venezolanos en Bogotá. Un botón de muestra.

Otra muestra: según el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) de Colombia, casi 800.000 venezolanos han adelantado trámites para fijar residencia o trabajar en el vecino país, desde 2008.

El hecho de que una gerencia petrolera en la que Venezuela invirtió tiempo y recursos, durante muchos años, esté convirtiendo a Colombia en un productor competitivo de hidrocarburos, es la mayor evidencia de la oportunidad histórica que los venezolanos están dejando perder.

Ronald Pantin, petrolero experimentado, hombre clave de la Pdvsa de la Apertura Petrolera y el desarrollo de la Faja del Orinoco, es hoy el hombre de empresa, de origen venezolano, más destacado de Colombia y por ello sus reflexiones resultan claves para entender el proceso económico de expansión que viven los neogranadinos.

Lo único que cabe esperar es que Venezuela pueda recuperar, tan aceleradamente como sea posible, el tiempo y las oportunidades perdidas.

Fuente: http://www.gerente.com/detarticulo.php?CodArticl=462