Venezuela es una sociedad distorsionada

El escenario del FMI no es nada halagador para Venezuela, ya que el organismo financiero está estimando una caída del 10% del Producto Interno Bruto para el 2020, más cuando la economía viene de reducirse en aproximadamente un 25% el año pasado, alcanzando cifras estimadas de un 60% o más en los últimos seis años.

El último informe del Fondo Monetario Internacional ¨Perspectivas de la economía mundial¨, contempla que América Latina y El Caribe crecerán menos en 2020 que en 2019, debido a la carga o peso que representa Venezuela para la región y para el grupo de mercados emergentes y economías en desarrollo.

En el reporte que es conocido como WEO, se señala que es muy difícil hacer previsiones para Venezuela, por la crisis humanitaria, de alimentos y de medicinas explicó el director del Departamento de Investigación del FMI.

Algunos economistas venezolanos han opinado que las medidas tomadas por el gobierno el año pasado permitieron un breve impulso al sector privado y mantienen las esperanzas que este año, la inflación mejorará. No obstante, desde otro punto de vista pareciera que, a la larga con la dolarización disfrazada, lo que se ha estado creando es una mayor e injusta distribución social. Ya que se alentó en parte al sector privado especulativo al permitir importar productos sin el pago de aranceles, para lo cual la mayoría de las familias que perciben sus ingresos en bolívares, no tienen acceso permanente a ese tipo de bienes que deben ser cancelados en divisas y de la cual la mayoría carece. Debe entenderse que el hecho de que una familia perciba unos pocos dólares no significa que podrá cubrir todos sus gastos expresados en esa divisa.

Más, lo que se puede observar es una sociedad seccionada en varios trozos. i) el que constituye la mayoría de la población dependiente de los paquetes de alimentos que se venden en unos pocos bolívares a través de los CLAP, los cuales han venido entregando cada vez con menos productos de baja calidad; ii) los pensionados, los empleados públicos y demás que reciben sus ingresos en bolívares que no les alcanza para un mercado completo ya que su sueldo mensual no alcanza la cantidad equivalente a 5 $/mes; iii) según estimaciones de analistas, un (30-40)% recibe remesas de sus familiares en el extranjero, que en su mayoría tienen un monto promedio de aproximadamente 50-60 $/mes, pero que según estimaciones del CENDAS se requieren aproximadamente 560$/mes para cubrir la Canasta Básica Familiar; iv) los empleados del sector privado y público que reciben una porción de su salario en bolívares y otra en forma de bonificación en dólares, pero que no llegan a ser cantidades importantes, con la excepción de los directivos y gerentes que reciben bonificaciones mayores; v) un trozo aproximadamente del 15% que puede costear en los supermercados y bodegones sus necesidades completas y; vi) otro que agrupa a los que se dedican a actividades conexas al petróleo y el oro, del cual no se dispone de información veraz, aun cuando es voz populi su existencia.

En fin, Venezuela es hoy una sociedad completamente distorsionada en su comportamiento, es una población donde la brecha de la injusticia social está más amplia que nunca. Reiteramos que el hecho que algún miembro de la mayoría de la población venezolana perciba algunos pocos dólares, euros o pesos colombianos, no significa que está cubriendo sus gastos y se encuentra en una mejor posición, eso es falso. Y no se debe vender esa idea.

Lo cierto es, que la mayoría de la población por mucho, no esta generando los dolares que la mayoría de las familias requieren para su subsistencia. Mucho menos, para obtener un crédito, adquirir vehículo o un apartamento.