Venezuela también es mía

El 26 de Septiembre próximo, los venezolanos tendremos la posibilidad de ir a votar por la alternativa que mejor nos parezca, ese es un derecho que tenemos y por lo tanto debemos defenderlo. No obstante, la racionalidad y el sentido común nos aconsejarían que nuestras acciones estuvieran orientadas a seleccionar los candidatos que garantizen el fortalecimiento de nuestro sistema politico de vida. Es más, creo que estamos necesitados de una nueva y mejor democracia. Hago referencia a una nueva democracia, por que la que tuvimos y la que tenemos no se corresponden con nuestras aspiraciones o expectativas; queremos una que nos brinde mayor calidad de vida.

Llama la atención, que el gobierno en vez de destacar la presencia de parlamentarios diferentes, que estén bien formados, que tengan una vida ejemplar, digna, y con alta disposición a trabajar por solucionar los principales problemas de nuestra sociedad; lo que se aupe, sea una campaña donde la figura del Presidente sea lo primordial, antes que destacar las fortalezas y virtudes de los candidatos a la Asamblea Nacional, qué es de lo que se trata la contienda.

Pareciera significar eso, que lo importante no son los personajes que se elijan, sino que el mensaje se oriente a que los electores no evalúen a los candidatos del partido, sino que éstos adquieran el compromiso con la defensa del actual mandatario y el proyecto que representa. De hecho, el llamado es al aniquilamiento de la oposición, en otras palabras, lo que nos espera de ganar el Chavismo, será el enfrentamiento, cómo si ya fuera poco.

Cuesta entender, como una gran cantidad de nuestra población no detecte y comprenda que la forma como el país ha sido manejado en los últimos años, no es la deseable y que la mejora pasa por introducir cambios de actitud para abordar los incovenientes que viven los venezolanos.

Los comentarios a que haré referencia lo ilustran, y aclaro que no son basados en información suministrados por la oposición, sino los referidos por los organismos nacionales e internacionales, no antigobiernistas por supuesto.

Esas informaciones indican, que a pesar del ingente recurso percibido, sin parangón con ningún gobierno anterior en la historia de este país; mostramos y sufrimos las consecuencias, desde hace varios años, de la inflación más alta de Latinoamerica, que por supuesto reduce nuestro poder de compra; que somos el único país que no tiene crecimiento, sino recesión; que tenemos tasas reales de desempleo elevadas, afectando fundamentalmente a los jovenes y limitándoles su futuro; creciente reducción en el consumo y por lo tanto reducción en la producción y las ventas, tanto en el sector manufacturero como el sector inmobiliario e inclusive en los servicios en general.

Por otro lado, las cifras que nos muestran los medios de comunicación y los hechos que cada uno de los venezolanos percibe, son elementos suficientes para catalogar al gobierno actual como ineficiente. Las recientes denuncias de las altas pérdidas de alimentos descompuestos por negligencia y carencia de supervisión, es una monstruosidad; la paralización de las grandes obras de construcción por falta de recursos; la falta de mantenimiento de las vías locales y regionales de transporte terrestre; los problemas de racionamientos de electricidad con sus inevitables implicaciones; la carencia, racionamiento y las quejas de insalubridad del agua suministrada por el sector público; los numerosos problemas de salud y resurgimiento de enfermedades erradicadas en otros tiempos; la desbordante problemática de inseguridad y posesión de armas ilegales con números de muertes solo comparables con situaciones indeseables de violencia, son una muestra palpable entre otros de ineficiencia, falta de previsión y de planificación estratégica, en general una mala gestión pública. Y no se hable de las acusaciones públicas de hechos de corrupción denunciados que no se investigan.

Los recursos obtenidos de los préstamos, tanto internos como externos, más los recibidos del petróleo y la recaudación fiscal, en conjunto conformarían un pote como para abordar y solucionar grandes necesidades. Sin embargo, los hechos muestran que no se dispone de los suficientes dólares para estimular la producción nacional y reducir los altos niveles de importación, pero tampoco se saldan las deudas los con gremios del sector público del país, tal como médicos, educadores, trabajadores de las empresas básicas y servidores públicos en general, que cada cierto tiempo, realizan paralizaciones y manifestaciones, para ver si corren con la suerte de que les de un ligero aumento en sus ingresos.

Ante la situación descrita, las preguntas que caben formularse son, ¿qué se ha hecho con esa inmensa cantidad de recursos que se han obtenido del petróleo y por otras fuentes?¿podrán los venezolanos, no entender que éste no es un buen gobierno?¿es de verdad, ignorancia o masoquismo de parte nuestra?

Diera la impresión de que la lógica del Estado, es acabar con todo para iniciar de nuevo, es decir, tocar al fondo del actual sistema vigente en Venezuela y suplirlo por el llamado socialismo-comunismo. Sin importarle que la mayor proporción de la población no esté de acuerdo con ese proyecto. Y uno se pregunta, ¿es que tiene que ser a la fuerza? o ¿sino qué?

Yo me pregunto, ¿donde está el respeto por mis derechos estipulados en la constitución vigente, la cual no me habla de socialismo ni comunismo?¿por qué se expropia, si tampoco aparece en la constitución a menos que sea con fines de utilidad pública?. ¿No es eso una falta de respeto y un atropello con los que no estamos con el gobierno de turno o el llamado proceso?.

Es verdad que en gobiernos anteriores se cometieron atropellos, se violaban derechos humanos, la corrupción galopaba; y quizás el gran pecado de los gobiernos de la IV Républica, es que olvidaron la parte humanista, no atendieron suficientemente a las familias más necesitadas, a la gente en sus principales necesidades y se hizo poco para compatibilizar sus potencialidades, con oportunidades para que desarrollaran un mejor futuro. Y si bien es cierto, que el actual gobierno ha hecho un mejor trabajo social en ese aspecto, por lo que se ve y se oye de los mismos beneficiarios, ese trabajo no ha sido suficiente y por el contrario, ha desmejorado a decir de los mismos y; en cuanto a las construcciones prometidas es muy poco lo que se ha hecho.

Si de verdad, estas cosas no son importantes para reflexionar y por ende tratar de tener unos mejores parlamentarios que los actuales y, lograr una proporción de éstos que evite que la profundización de la actual concientización politica e ineficiencia en el manejo de los recursos continúe; no seré yo, el que se sentirá culpable de que el llamado proceso se profundize en nuestro país. Comprendamos que el país es de cada uno de nosotros y como tal debemos tratar de que sea diferente y mejor.