Venezuela y China

Xiaoping invitó a los chinos al trabajo productivo, bajo el grito de guerra de “enriquézcanse”. Y se impusieron como meta, que cada día más pobres lograran ser ricos. En Venezuela, por el contrario, se nos dice que ser rico es malo, –que es cosa de animales– El liderazgo político chino entendió que sólo con empresas en manos del sector privado, y respetando la propiedad privada, se puede lograr crecimiento económico, iniciaron un proceso acelerado de privatización de empresas, incluida la industria petrolera. Aquí estamos en un proceso acelerado, de politización de empresas, a pesar de que cada una de las empresas que se ponen bajo el control del Gobierno, comienza a producir pérdidas, casi de inmediato.

China es hoy, un importante socio comercial de EE.UU. y la Unión Europea y destacado miembro del grupo de los 20. Venezuela, al contrario, se aísla cada vez más comercialmente, de los países más ricos.

China se ha convertido en una de las naciones con el capitalismo más salvaje del planeta, y han sacado de esta manera de la pobreza crítica a más de 800 millones de chinos, manteniendo una tasa de crecimiento promedio anual, de un 9% durante más 30 años.

En China, cada día se aprueban nuevas leyes para promover el capitalismo. Aquí se han aprobado 26 leyes habilitantes, y se pretende aprobar la Ley de Propiedad Social, para conducir a Venezuela al lugar, de donde los chinos huyen despavoridos. Vamos directo de donde ellos vienen.

China, con todo y eso, tiene un ingreso per cápita, por habitante, menor al venezolano, apenas un 40%, debido al enorme atraso en la cual la dejó el socialismo del siglo XXI. Pero tiene 1.350 millones de habitantes, más del 25% de la población mundial, y eso la convierte en la cuarta economía del mundo. Dentro de unos años, con capitalismo, más y mejor democracia, sin odios ni violencia, podrán superar y destronar a los “gringos”.

La revolución quiere convertirnos en otra Cuba. Los venezolanos queremos ser un país importante en el escenario internacional, por su aporte al desarrollo económico y su contribución a la paz de las naciones, no queremos ser una nación excluida de los centros de poder; dedicados a tirar piedras, para que nos tomen en cuenta.

Los venezolanos queremos algo más que una pensión y la comida barata, sólo durante los tiempos de altos precios petroleros.

Deseamos un futuro de riqueza y seguridad, de paz y hermandad.

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