¿Y… PDVSA qué?

«La estrategia de una organización
consiste en las acciones y enfoques
de negocios que emplea la
administración para lograr el
desempeño organizacional superior»
T. Strickland

El contenido del primer párrafo de la historia de PDVSA que aparece en el portal de la máxima empresa estadal, reza así: «El 1º de enero de 1976, exactamente al primer segundo después de las doce de la noche, nació Petróleos de Venezuela, S.A., como la empresa encargada de asumir las funciones de planificación, coordinación y supervisión de la industria petrolera nacional al concluir el proceso de reversión de las concesiones de hidrocarburos a las compañías extranjeras que operaban en territorio venezolano. La partida de nacimiento de la principal industria del país quedó plasmada en el decreto presidencial número 1.123 del 30 de agosto de 1975. Su primer presidente fue el general Rafael Alfonzo Ravard». Es decir que nació en la administración del primer período constitucional del demócrata Carlos Andrés Pérez, con la anuencia de Rómulo Betancourt (+) y de Rafael Caldera, con sendos discursos en el dilapidado Congreso Nacional. Desde ese entonces el petróleo comenzó a ser para los venezolanos. En sus casi primeros veinticinco años de gestión fue un modelo de organización a nivel mundial. Era la segunda empresa del mundo en su clasificación y la primera en América Latina en cualquier sector productivo. De acuerdo con revistas y personeros especializados en la materia, estaba ubicada en el sector de dicha industria en ese segundo lugar, debido a una gestión administrativa muy sana, la cual demostraba a través de los informes de logros presentados antes los organismos competentes internacionales, entregados en el tiempo requerido. Saudi Arameo de Arabia Saudita ocupaba el primer lugar y la acreditada corporación mundial Shell estaba en tercer lugar (detrás de PDVSA); es decir: ¡qué puesto tan honrado tenía PDVSA!

El autor de este espacio conoció la excelencia administrativa de esa estadal petrolera, por cuanto por medio de P. F. Consultores administró infinidades de ciclos de aprendizaje y de proyectos de desarrollo organizacional y de gente. Para ese entonces la herramienta gerencial de «Topgrading», así como también los planes de desarrollo de carrera, eran reconocidos a nivel mundial y sin lugar a dudas junto con sus logros operativos eran las principales banderas de prestigio de dicha organización. Había una cultura organizacional extraordinaria, cuyo pilar fundamental era el concepto de afiliación y pertenencia y, de un fenomenal programa de evaluación de actuación, que estimulaba al máximo, que todos los trabajadores -empleados y obreros- rindieran por encima de lo esperado. El personal a todos los niveles estaba comprometido con los logros de excelencia de dicha corporación. Sin lugar a dudas era una organización sana, en donde existía una verdadera meritocracia organizacional.

¿Qué pasó? ¿Por qué PDVSA no aparece -ahora- clasificada por ningún lado? Hoy en día se cuestiona su eficiencia operativa. Nadie sabe qué lugar ocupa en el sector petrolero mundial. No se entregan las cifras de la gestión administrativa y mucho menos de las operativas a los organismos internacionales correspondientes. En los períodos democráticos anteriores todo el pueblo venezolano podía evaluar los logros obtenidos por dicha corporación, por cuanto periódicamente eran publicados en los medios de comunicación más importantes del país, además que se entregaban «justo a tiempo» a las entidades competentes. Hoy día es todo lo contrario. Nadie sabe nada, no hay control, y mucho menos fiscalización. La administración actual de dicha corporación se ha olvidado por completo de los Índices de Control de Gestión (Balanced Score Card). Existen evidencia claras y concretas que los ingresos de PDVSA no son enviados al BCV, sino que está siendo desviados hacia otros «destinos desconocidos».

Toda esta ineficacia operativa se debe -entre otras cosas- a la expulsión de más de veinte mil trabajadores altamente clasificados de la industria, en donde se perdieron más de trescientos mil años de experiencia (este personal está ocupando cargos relevantes y de importancia en empresas similares en el extranjero, así como también muchos de ellos son asesores de gobiernos democráticos de esta aldea planetaria) y al ingreso de personal con muy poca o cero experticia en ese sector.

A luz de la información que ha recorrido el mundo gracias a las nuevas plataformas de comunicación e información: «PDVSA, ESTÁ A UN PASO DE UN DESASTRE INEVITABLE». Y, eso puede ser una verdad si tomamos en cuenta las declaraciones del máximo jerarca de este régimen, al inicio de este mes: «Si hay fallas en PDVSA, pero estamos batallando por dentro» -cuando el río suena…. – . Por otra parte el Ministro y Presidente de la empresa en fecha reciente declaró lo siguiente: «Tenemos problemas de gas en el sistema de tuberías, desperdigado por todo el lago, fugas permanentes, borbotones de gas que se fugan». A esto hay que agregarle el siguiente comentario aparecido en el diario El Universal el pasado 15 de los corrientes, refiriéndose a dicha empresa. «Se acelera el proceso de descomposición de la industria. Sometida a una corrupción galopante sin precedentes, estremecida por la pugna interna entre grupos que se disputan el poder, reducido su volumen productivo por el desastre operativo, PDVSA vive su peor hora». Y esto es verdad, por cuanto la misma OPEP en su último informe mensual manifestó que Venezuela e Indonesia fueron las únicas naciones en experimentar una baja en su promedio de extracción. Siendo la extracción venezolana de 2.653 millones de barriles diarios durante el mes de abril, lo que representa casi un 2% menos que el mes anterior que fue de 2.699. Si las cifras actuales se comparan con los niveles de producción de hace seis años atrás, que superaban los tres millones de barriles diarios, se tiene que llegar a la conclusión que algo no bueno está sucediendo en la petrolera nacional. Se está tratando de remendar estos niveles de ineficacia, por medio de los grandes ingresos debido al alto precio del petróleo a nivel mundial.

Una de las características de este régimen ha sido la alta rotación de ministros y directores de institutos y fundaciones de primera línea. En ningún gobierno anterior la rotación había sido tan crítica. Por supuesto PDVSA no ha escapado a esta tendencia, han sido más de cinco presidentes que ha tenido en los últimos seis años. Sin lugar a dudas y desde el punto de vista gerencial, esos cambios del máximo líder de cualquier corporación, inciden directamente en el estilo de actuación del personal, así como también de los procesos de afiliación y pertenencia, que en ausencia de éstos es imposible lograr la excelencia organizacional.

¡PDVSA está grave. Está en la Unidad de Cuidados Intensivos!

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