Ya este país reflexionó

EMILIO GRATERÓN | EL UNIVERSAL – No es poca cosa perder el poder luego de 14 años. El Presidente se acostumbró a mandar, hacer y deshacer sin que ninguna institución le pusiera freno. El ahora candidato presidente se encuentra por primera vez desorientado, decaído, sin propuestas que animen a sus seguidores y capaces de convencer a los indecisos.

Inseguridad, fracasos, promesas incumplidas, divisiones, sueños rotos, hambre, miseria, desempleo, son algunos de los motivos por los cuales este proyecto personalista y autoritario perdió credibilidad. Además, haberse apartado de las verdaderas necesidades del pueblo, su inmenso ego, haberse rodeado de ineptos y aduladores, son causales del drástico divorcio entre su proyecto y la realidad.

Obviamente la historia juzgará su obra. Atrás quedará esta triste página, que sin duda tendrá distintos matices como igual han sido coloreadas, las páginas de la historia política venezolano.

La derrota del gobierno y su candidato la tienen ya pintada en el rostro. Su campaña ha sido parca y la operación «Peso pesado» que encabezó el voluminoso exgobernador no funcionó, como se diría en criollo «perdieron sus reales». El video tampoco les funcionó. Se dispuso el aparato estatal para hacer campaña para defender «su obra». Usan y abusan de los medios de comunicación, difunden mentiras, utilizan el espionaje pero no obtienen nada. El jefe del Comando Carabobo, proyecta sobre Capriles sus miedos, indignidades, corrupciones y su ya conquistada derrota.

La marcada ausencia del mediático candidato saliente frente a un contendor presente que camina con la gente, escucha y establece un verdadero Rapport con la gente, ha marcado el camino del triunfo pero, no el triunfo singular de un candidato, sino el triunfo de un proyecto profundamente democrático y progresista que lidera Henrique Capriles, con mucha pasión, coraje y firmeza.

Luego de 14 años de gobierno, el presidente saliente entregará un país en peores condiciones del que recibió. Entrega un país donde se calculan entre 55 y 67 homicidios por cada 100.000, con más de 700 mil familias en pobreza extrema, con un déficit de 1,9 millones de viviendas, con la mayoría de sindicatos con contratos colectivos vencidos, con un sistema penitenciario en crisis, con una PDVSA empobrecida y derruida, con un sistema politizado de justicia ineficaz e ineficiente, con regiones y municipios más pobres y con miles de desastres ecológicos.

Catia demostró que ya la gente no acompaña el proyecto. La asistencia pobrísima y un candidato saliente demuestran lo que es una realidad nacional. ¿Es gratis o producto de la CIA que en su recorrido por Catia, sonaran las cacerolas? Alguien le habrá dicho al saliente que no eran las «rinawer del este». Ya le retumban las ollas en el este y oeste. Tan desorientados estaban que un personaje gris y nervioso por lo evidente sentenció: «tenemos que corregir este retroceso. Compatriotas, amigos, Ustedes hombres y mujeres de pueblo, aún tienen 20 días para reflexionar».

No, ya es tarde. No hay nada que reparar o que corregir. Muchos recursos, muchos abusos. El pueblo venezolano ya no está dispuesto a seguir pasando hambre, miseria, exclusión y terror. Ahora todos soñamos que es posible reconquistar la alegría, la hermandad, la seguridad y la paz.

El cambio está en nuestras puertas. Por eso, este 7 de octubre el país abrirá un nuevo ciclo histórico. La sociedad reflexionó y entendió que el progreso democrático es el camino para construir el gran país que todos soñamos y merecemos.

Twitter: @EmilioGrateron