“Es una medida esquizoide muy peligrosa. Muchas de las crisis hiperinflacionarias que hemos presenciado se producen luego de realizar ajustes drásticos en el cono monetario como los que se están aplicando porque se distorsiona el sistema de pagos”, afirmó el economista Asdrubal Oliveros durante su participación en el foro “Perspectivas 2017” organizado por la ONG Espacio Público.
Oliveros precisó de igual manera que más peligrosa que la medida de recoger el papel moneda es la designación del nuevo Superintendente de Bancos, pues a su juicio no posee el criterio técnico que debe tener el jefe de ese despacho.
Precisó que se trata de un “policía” que llegará para fiscalizar y no para acometer las acciones necesarias para estabilizar el sistema financiero, por lo que teme que bajo sus órdenes la Sudeban tendrá un papel restrictivo que en nada beneficiará el desempeño de la banca.
“A Mary Espinoza de Robles –Superintendente saliente- se le puede acusar de cualquier cosa, pero es una técnica que sabe y conoce de banca. Ahora tenemos a un policía y vamos a un esquema de mayor represión para la economía”, precisó.
Este domingo, el presidente Nicolás Maduro designó a Leoncio Guerra Molina como nuevo Superintendente de Bancos, asegurando que en junto a la Sundde, esta dependencia se convierta en “una espada en defensa de la familia venezolana”.
Por otra parte, Oliveros señaló que tras la drástica reducción de las importaciones de -46% ejecutada este año, el gobierno gozará en 2017 con suficientes ingresos como para sortear la crisis y asegurarse la gobernabilidad por mucho tiempo, toda vez que dispondrá de ingresos cercanos a 25.000 millones de dólares, superiores a los $22.000 millones que tuvo en 2016.
“El chavismo puede pasar agachado con un precio promedio de 40 dólares el barril, y más si sube de este promedio”, dijo el también director de la firma Ecoanalitica, quien estima posible que el crudo pueda llegar el próximo año a 60 dólares el barril o más.
De allí que considere que el país no entrará en default, a lo que suma el hecho de que 25% del total de la deuda venezolana está en manos del gobierno y otro 20% de tenedores venezolanos, por lo cual no cree posible un impago pues se pueden acometer acciones para refinanciar ese monto.
En otro ámbito, señaló que al cierre del mes de noviembre la inflación general ponderada (que incluye precios no regulados) alcanzó 50%. Los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron en ese mes 66,5%, mientras que el pico mayor recayó sobre los rubros de cuidado del hogar y personal, cuyos precios se dispararon 81%.
Reiteró que el primer trimestre de 2017 será un período extremadamente duro, en especial porque se mantendrá el recorte de las importaciones y en particular de las hechas por privados con recursos propios, lo que incrementará la escasez y será aliciente para la inflación.
Consultado sobre las acciones que pudiera acometer el gobierno para salir de la crisis, dijo que es posible abrirse a mayor participación del capital privado en el negocio petrolero y ello no significaría comprometer su estabilidad, además de permitir una apertura del mercado paralelo y la flexibilización del control de precios con la creación de una canasta básica de productos esenciales.