Bolivia y el Mercosur

Una de las pocas novedades que salieron de la reciente reunión cumbre del Mercosur fue el re-ingreso de Bolivia como miembro pleno de esa organización.  En realidad ya había firmado años atrás el mismo documento de ingreso, pero ahora lo firmó de nuevo, con la misma solemnidad, como un requisito formal para que ese eventual ingreso sea sometido a consideración del parlamento de Paraguay, que tiene que dar su aprobación como para que ese ingreso pueda tener lugar. En realidad no se trata solo del parlamento de Paraguay, sino que los parlamentos de cada país miembro tienen que aceptar esta incorporación de un nuevo socio. Hasta ahora Argentina, Uruguay y Venezuela ya han cumplido con ese trámite pero falta Paraguay y Brasil. Cuando se termine con todo aquello se inicia realmente el proceso de incorporación.

Bolivia tiene a Brasil como el primer destino de sus exportaciones. El segundo destino es Argentina.  En el año 2014 las ventas a Brasil ascendieron a 3.849 millones de dólares, lo cual representa el  29,57% de las exportaciones bolivianas al mundo.  Las ventas a Argentina sumaron 2.560 millones de dólares, lo cual representa el 19,67% de las ventas internacionales de Bolivia.  Entre los dos países dan cuenta de aproximadamente el 50% de las exportaciones bolivianas. Cualquiera podría pensar que esa realidad estadística representa un argumento más que suficiente como para querer incorporarse al Mercosur, pues allí están sus mercados compradores fundamentales.  Sin embargo, las cosas son un poco más complicadas. Las ventas de Bolivia a Brasil están constituidas en un 98% por gas. Esa cifra es bien cercana al 100%. Lo demás son pequeñas compras y ventas obvias en países que tienen frontera. Pero en lo sustantivo, se le vende gas y punto. Con Argentina la cosa es bien parecida: el 87% de las ventas bolivianas a Argentina están constituidas por gas. Y el arancel con que ese gas entra tanto a Argentina como a Brasil no va a variar por el ingreso de Bolivia al Mercosur, por la sencilla razón de que ese arancel ya está en cero. Por lo tanto no se está ganando ninguna ventaja arancelaria adicional. El 96% de las ventas a Brasil y el 85% de las ventas Argentina seguirán exactamente iguales antes y después del ingreso al Mercosur. Si en algún momento hay cambios en ese mercado, se deberá a modificaciones en las demandas energéticas de Brasil y/o de Argentina, pero no a la membresía de Bolivia en el Mercosur.

A Paraguay y a Uruguay las ventas bolivianas ascienden, en el 2014, a 62 millones de dólares y a 8 millones de dólares, respectivamente, lo cual son cantidades bastante modestas, y no parecen ser esos mercados los que motiven la incorporación de Bolivia al Mercosur. Con Venezuela, a pesar de la gran empatía política, el comercio de exportación de Bolivia solo canaliza hacia este país mercancías por un valor de 115 millones de dólares en el año 2014, y compró en estas tierras bienes por un modesto monto de 6 millones de dólares.

Bolivia sigue siendo miembro de la Comunidad Andina de Naciones y el hecho de pasar a ser miembro del Mercosur, no implica que tenga que abandonar el primer agrupamiento mencionado. Seguirá siendo miembro de ambas asociaciones sub regionales. Pero el comercio de Bolivia con la CAN, es de diferente nivel y de diferente estructura que el comercio con el Mercosur.  En lo que se refiere a los montos exportados, Bolivia tiene a Colombia como su cuarto país de destino, con 683 millones de dólares, a Perú como quinto país de destino con 550 millones de dólares y a Ecuador como su décimo noveno país de destino, con 95 millones de dólares. En síntesis, pocas exportaciones a la CAN, en comparación a las cantidades que exporta a Brasil y a Argentina. Pero a los países de la CAN, Bolivia no les exporta gas, sino que les exporta bienes agrícolas y manufactureros, y minerales distintos al gas.  Si se resta el gas, es mucho más lo que se exporta los países de la CAN, que lo que se exporta hacia el Mercosur. Pero, en todo caso, Bolivia no está en situación de tener que optar entre un mercado u otro, sino que toma de cada uno lo mejor que dicho mercado pueda ofrecerle.

En lo que respecta a importaciones, Bolivia tiene una balanza comercial favorable tanto con Brasil como con Argentina. Al primero de estos dos países, Bolivia le compra mercancías por un valor de 1.663 millones de dólares, lo cual representa un 15,7% de las importaciones. Con Argentina, las compras alcanzan a 1.152 millones de dólares, cantidad también menor que las ventas a ese país.  Ahora, con la mayor apertura comercial que se espera de la incorporación de Bolivia al Mercosur, es dable esperar que los dos grandes países limítrofes aumenten sus ventas en ese mercado, que aun cuando no es un mercado muy grande, algo es algo. Competirán en ese campo con China, que sin ser un comprador relevante de las exportaciones bolivianas, sí es el proveedor más importante de los bienes que ese país importa.

Con la incorporación de Bolivia, es posible pensar que Venezuela gana un amigo en el seno del Mercosur, que aun cuando país pequeño en términos económicos, tiene un voto al igual que los países grandes. Más aun, se trata de un amigo que no tiene mucho que ganar o que perder en el campo propiamente comercial, y que ponderará, por lo tanto, en mayor medida, la incidencia política de sus puntos de vista.

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