El desbarajuste y la degradación continúan

¨Los ojos de los enterrados sólo se cerrarán cuando la justicia llegue¨. Miguel Ángel Asturias

Para el lector venezolano y analistas extranjeros interesados por lo que ocurre en nuestro país, dos informaciones recientes han debido llamar su atención que reafirman lo que titulé en mi libro: EL extravío revolucionario: la degradación política y el desbarajuste económico, como elementos que caracterizan el proceso. Es que los miembros de este régimen retozan con la ignorancia y la buena fe del pueblo de las que se han burlado hace casi 20 años.

El gobierno ya emitió y publicó en Gaceta Oficial una nueva moneda ilegal e inconstitucional, con características fraudulentas, arrebatando funciones que corresponden a la legítima Asamblea Nacional. El ¨Petro¨, nombre con la cual la denominan, no es una criptomoneda en esencia, es otra forma de emisión de deuda del Estado con respaldo de petróleo, oro, diamantes, coltán y otros minerales que yacen en el subsuelo. ¨Ya falta poco para el nacimiento de la moneda cibernética más poderosa e inexpugnable de la tierra, el Petro¨, anuncia estruendosamente por las redes y medios el régimen. Su valor nominal será de $50.000.oo que no es nada popular. Cabe advertir a los inversores con agallas especulativas, que toda persona natural o jurídica que compre o venda Petros corre el riesgo de ser sancionado por el Dpto. del Tesoro de USA, quien ya lo anunció públicamente.

El desbarajuste económico ya lo estamos sufriendo. Un País con escasa producción de bienes por la destrucción de más del 50% de su aparato productivo; endeudado al extremo de que hoy cada venezolano empezamos el año 2018 con una deuda de $5.000.oo per cápita aproximadamente; con un default selectivo que impulsa la calificación de riesgo país, y con escasez de divisas para afrontar el pago de la deuda y las importaciones necesarias. Una emisión como esa sólo puede ser un acto de audacia y de intención de estafa preconcebida.

La degradación política se evidencia si alguien se toma el tiempo necesario para leer el último artículo de Rafael Ramírez, del cual se extrae que la debacle revolucionaria, según su visión, comienza en el año 2014 con el ascenso de Maduro al poder, antes Venezuela estaba en la antesala del paraíso terrenal. Afirma Ramírez con un cinismo que estremece, que Venezuela jamás ha estado mejor que en los 14 años en que su comandante eterno estuvo dirigiendo al país y él era presidente de PDVSA y Ministro de Energía y Minas, por lo que le parece incomprensible que Maduro y sus aliados quieran acabar con todo lo que ha significado el chavecismo, cuestión que no ha logrado una oposición que menosprecia.

Hoy Maduro lo señala como el artífice de la corrupción en el país, y razón no le falta, pero, él no está solo. Para defenderse denuncia y amenaza con soltar prenda, en una especie de chantaje entre bandas, para que lo dejen tranquilo ya que él se considera la expresión genuina del chavecismo, como si eso lo convirtiera en una figura ejemplar. Toda la inmoralidad y cinismo político quedan inmortalizados en ese artículo: ¨Los ojos de los enterrados¨, título tomado de uno de los libros de Miguel Angel Asturias, al igual que mi cita al comienzo, que, sin proponérselo, calza muy bien con la situación económica, social y política que vivimos, de la cual pretende zafarse sin rubor este personaje.

Su artículo, además, es un reclamo a sus compinches que lo han dejado solo, soportando el odio y el desprecio de quienes más lo merecen. La lista de corruptos es muy larga y él sabe quiénes son. Temblad corruptos, asaltantes y saqueadores del erario público, Don Rafael está dispuesto a hablar y chispear a todos los que están en ese pantanal.