El caos llega a las Bolsas

Final del rally alcista de las Bolsas: La euforia de Wall Street (y por extrapolación del resto de bolsas mundiales) tras los resultados de los llamados «test de estrés» de las entidades financieras llevadas a cabo por la Administración EE.UU. y el goteo de datos económicos negativos inferiores a las más pesimistas previsiones, habrían ayudado a la sobreponderación de los brotes verdes de la economía (aumento del 3% del PIB de EE.UU. para 2010 y notable mejora de resultados de la Banca y Wall Street), alcanzándose índices bursátiles propios del 2008.

La Bolsa de Nueva York ha cerrado con fuertes números rojos en todos sus índices, lastrada por la advertencia que le ha lanzado S&P al rebajar la perspectiva de la deuda de EE.UU. de «estable» a «negativa» debido a su elevado déficit público, su alto endeudamiento y a la falta de una política clara de financiación del déficit .Así, el Dow Jones ha perdido el 1,14%, hasta los 12.201,59 puntos por temores sobre la deuda soberana a ambos lados del Atlántico y las nuevas medidas de China para enfriar su economía y el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio abrió hoy con una pérdida del 1,2 por ciento, hasta situarse en 9.445,87 puntos.

Rebaja de la calificación de EE.UU.: La agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s ha revisado a la baja la perspectiva de la nota «AAA» de la deuda de EE.UU., que pasa a ser «negativa» desde «estable» ante las dimensiones del déficit presupuestario y el creciente endeudamiento del país en relación al resto de emisores soberanos con la máxima nota crediticia y el riesgo de que los legisladores no alcancen un acuerdo sobre cómo hacer frente a estos desequilibrios antes de 2013.

EE.UU. tiene una abultada deuda, que podría llegar al 110% en 2016 según el FMI y desde su punto de vista, tanto Moody’s como S&P tienen un límite a la hora de mantener la máxima calificación para la deuda de un país y es que los costes de financiación no superen el 18% de los ingresos fiscales totales del país. En estos momentos, este porcentaje está entre el 12 y 13% en EE.UU., pero con una subida de tipos de interés más que probable en el 2011, podría dispararse hasta el 18 por 100%.

. De este modo, la agencia contempla un escenario base de crecimiento del 3% anual que permitiría reducir gradualmente el déficit hasta ligeramente por encima del 6% en 2013, lo que situaría la deuda pública en el 84% del PIB en ese mismo año.El endeudamiento de Estados Unidos tiene un límite, establecido por el Congreso, de 14,3 billones de dólares y se espera que el Gobierno llegue a ese límite en el primer trimestre.

Empeoramiento de los datos macroeconómicos en EE.UU.: El Departamento del Trabajo de Estados Unidos dijo, que las solicitudes iniciales de prestaciones por desempleo aumentaron abril para ubicarse nuevamente por encima de las 400.000 solicitudes, por lo que de seguir esta tendencia, 2011 podría finalizar según los analistas en tasas cercanas al 9,5%, aunado con unos previsibles incrementos del déficit Público hasta los 1.6 billones de $ y de la Deuda Externa hasta los 14,3 Billones de US$ para el 2.010, (el 90% del PIB), una cifra histórica sobrepasada sólo durante la 2ª Guerra Mundial.

Además, como consecuencia del seguro descenso de los ingresos de los Estados (déficit de 1,3 billones de US$ para el ejercicio 2011-2012) y del bestial incremento de las prestaciones de Desempleo (8 millones de parados sin cobertura de desempleo), no sería descartable en varios estados la aparición de agujeros financieros, siendo paradigmas la tasas de déficit en Nevada (45,2%); en Illinois, (44,9%); Nueva Jersey, un 37,4%; Texas, un 31,5%; y en California, un 29,3%, (siendo la media de un déficit del 20%), agravado por el hecho de que en los próximos 12 meses debería refinanciarse más del 40% de la deuda federal, lo que podría provocar la declaración de bancarrota de los organismos federales y a la progresiva desaparición de las clases medias.

En consecuencia, asistiríamos a una severa agudización de la fractura social del país que obligaría a amplias capas de la población a depender de los subsidios sociales.(el programa de Cupones para Desempleados estaría alcanzando cifras récord con 36,5 millones de personas inscritas, en comparación a los 29,4 millones que reciban esta ayuda mensual en el 2008), lo que unido a la drástica reducción de los subsidios sociales , al renacer de sentimientos xenófobos en los Estados Sureños y las soflamas incendiarias de líderes religiosos como Jeremías Wright podrían terminar por reeditar los violentos disturbios raciales del verano de 1963.

Reestructuración de la Deuda en Grecia e Irlanda: La deuda pública griega supera ya los 340.000 millones de euros y agrava la situación económica del país, con un déficit del 10,3% de su Producto Interior Bruto (PIB) en 2010 y según medios de comunicación griegos, Atenas consultará a la Unión Europea (UE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI), que vigilan la puesta en práctica de un plan de austeridad con vistas a tal reestructuración, existiendo el temor de que podría incumplir sus pagos.
A ello, se uniría la Escalada brutal de la prima de riesgo de los bonos españoles (230 puntos), debido al euroescepticismo finlandés, las dudas sobre Grecia y el reciente rescate a Portugal, todo lo cual tiene como efectos colaterales subidas generalizadas en las rentabilidades exigidas a la deuda de los periféricos, así el diferencial de los bonos españoles a diez años con respecto a sus homólogos alemanes se sitúa en los 230 puntos básicos, con una subida semanal del 13 %).

Burbuja bursátil: La burbuja actual sería hija de la euforia de Wall Street (y por extrapolación del resto de bolsas mundiales), tras los resultados de los llamados «test de estrés» de las entidades financieras llevadas a cabo por la Administración EE.UU.; de la llegada de pequeños y medianos inversores tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y de la bajada espectacular de los rendimientos de Fondos de Inversión y Renta fija y en especial del regreso a los parqués de los brokers especulativos a la caza de gangas virtuales tras el hundimiento del precio del petróleo y las commodities agrícolas en el Bienio 2008-2010 y estaría fundamentada en los siguientes factores:

Racionalidad limitada: La desconexión con la realidad por parte de los inversores les llevaría a justificar la exuberancia irracional de los mercados (creándose un mundo virtual de especulación financiera que nada tendría que ver con la economía real) y a extrapolar las rentabilidades actuales como un derecho vitalicio lo que unido a la pérdida de credibilidad de las agencias de calificación como Moody’s (al no haber predicho la actual crisis), coadyuva a que el mercado permanezca insensible al recorte de rating de las compañías que cotizan en la bolsa.

Especulación: El proceso especulativo impulsa a comprar con la esperanza de sustanciosas ganancias en el futuro, lo que provoca una espiral alcista alejada de toda base factual. Así, el precio del activo llega a alcanzar niveles estratosféricos hasta que la burbuja acaba estallando (crash), debido a la venta masiva de activos y la ausencia de compradores, lo que provoca una caída repentina y brusca de los precios, (hasta límites inferiores a su nivel natural) dejando tras de sí un reguero de deudas (crack bursátil).

Incertidumbre sobre el nivel suelo de los valores bursátiles: Un inversor está dispuesto a pagar un precio por una acción, si le reporta dinero en el futuro, por lo que el valor de dicha acción es el total de flujos esperados. El nivel suelo de las Bolsas mundiales, (nivel en el que confluyen beneficios y multiplicadores mínimos), se situaría en la horquilla de los 8.000 y 9.000 puntos en Mercados Bursátiles como el Dow Jones, Nikkei o el Ibex 35, debido a la mayor virulencia y profundidad que presenta la crisis económica y muy lejos de los estratosféricos techos actuales, rememorando valores de octubre del 2008.

Repunte de las commodities: El repunte generalizado en los precios de los commodities podría reflejar un cambio en la tendencia de las condiciones económicas dentro del escenario mundial. y en la nueva senda alcista de los productos agrícolas no sólo influye la recuperación del petróleo, sino que también juegan algunos factores coyunturales, como las malas condiciones climáticas (sequías, falta de humedad y bajas temperaturas) que se registraron en las principales zonas productoras del mundo y el regreso de la especulación de la mano de los fondos de inversión.

Posible crash bursátil: Se habría así producido un cambio en las expectativas del mercado, existiendo ahora la convicción de que las políticas de rescate financiero (Programa de Apoyo para activos con problemas, TARP) llevado a cabo por las Administraciones y las sucesivas bajadas de tipos de interés de la Fed habrían aliviado los problemas de liquidez de las entidades financieras, pero no impedirán que los bancos se sigan descapitalizando y necesiten más inyecciones de capital, debido a la existencia de emisiones del sector inmobiliario (cédulas hipotecarias) y de activos tóxicos (hipotecas subprime) que deberán ser comprados por los bad banks (bancos malos) o continuar con el goteo de nacionalizaciones bancarias, prácticas que en ambos casos suponen una pérdida de la libre competitividad.

Ello, unido al incesante aumento de la Deuda externa, contribuirá a que la prima de riesgo aumente y el crédito siga sin fluir con normalidad a unos tipos de interés reales, lo que aunado con el hecho de que los diferenciales de rentabilidad entre las emisiones de deuda pública entre los diversos países del primer mundo han aumentado en los últimos meses, (lo que conlleva un encarecimiento y mayores dificultades para obtener financiación exterior), la adopción de medidas extraordinarias como implementar medidas cuantitativas (Quantitative Easing) para incrementar la base monetaria y la devaluación del dólar para estimular las exportaciones podría agudizar el riesgo evidente de estancamiento de la crisis económica.

Además, la anunciada subida de tipos de interés por parte de la FED y BCE en el 2011 tendría un inmediato impacto en hipotecas y préstamos bancarios, consiguiente asfixia económica de amplias capas sociales y un dramático aumento de la morosidad y los embargos de viviendas y locales comerciales lo que unido al repunte de los precios del crudo podría dar lugar a episodios de estanflación (el Índice de Precios al Consumo IPC) de Estados Unidos subió en tasa interanual el 2,7%, rememorando datos de diciembre del 2009.)

Ello, aunado con el elevado endeudamiento de las empresas, podría producir un nuevo crash bursátil que tendría como efectos benéficos el obligar a las compañías a redefinir estrategias, ajustar estructuras, restaurar sus finanzas y restablecer su crédito ante el mercado (como ocurrió en la crisis bursátil del 2000-2002) y como daños colaterales, la ruina de millones de pequeños inversores todavía deslumbrados por las luces de la estratosfera, la inanición financiera de las empresas y el consecuente efecto dominó en la declaración de quiebras, frecuentes estallidos de conflictividad laboral e incrementos de la tasa de paro hasta niveles desconocidos desde la época de la II Guerra mundial aunado con incrementos espectaculares del déficit Público y de la Deuda Externa y continuación de la crisis económica hasta el 2014.

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