Entrevista exclusiva a Felipe Pérez Martí: “Estamos al borde de un abismo”

Felipe Pérez Martí advierte que el dique de la economía puede romperse y “arrasar con pobres, empresarios, consumidores, clase media y trabajadores”.

Prodavinci | 7 de Marzo, 2014. Quien se desempeñó como Ministro de Planificación de Hugo Chávez entre mayo de 2002 y abril de 2003 no duda en señalar que el país está frente a un precipicio y tiene dos opciones. O instrumenta cambios sustanciales en el orden económico y político que permitan recuperar fuerzas “para salir volando” o, al igual que un personaje de dibujos animados, da un paso al frente y sufre un profundo deterioro que le agrietaría el piso al gobierno de Nicolás Maduro.

Doctor en Economía por la Universidad de Chicago, Felipe Pérez Martí analiza la coyuntura y destaca que el tiempo corre y los desequilibrios que amenazan con golpear severamente la calidad de vida de los venezolanos se agravan a velocidad de vértigo.

La economía ha dado un giro importante. En 2012 creció 5,6% con inflación de 20,1% y en 2013 el crecimiento fue de apenas 1,6% mientras que la inflación se aceleró notablemente hasta 56,2%, la tasa más alta en 17 años y la cuarta más elevada desde 1950.

¿Qué pasó?

Esto hay que verlo en términos dinámicos. En 2006 surgió un déficit fiscal consolidado que se transformó en endémico. A pesar de contar con precios del petróleo históricamente altos el déficit creció constantemente hasta que en 2012 alcanzó la magnitud de 15% del Producto Interno Bruto. Este desajuste se financió en 70% con emisión de dinero que hizo el Banco Central de Venezuela. En 2012 no se manifestó porque estas cosas no ocurren de manera inmediata, aparte de que hubo una oferta de divisas que frenó la aceleración de la inflación que podía producirse por la emisión de dinero sin respaldo. En 2013 la cosa se declaró, se emitió al tipo de cambio oficial el equivalente en bolívares a 40 mil millones de dólares, una cifra estrambóticamente alta y se frenó la oferta de divisas, dando pie a un proceso que considero el inicio de una hiperinflación.

¿Cuáles son los síntomas de hiperinflación?

Tenemos todo lo que caracteriza una hiperinflación. Las personas están acaparando cosas porque cuando el dinero no vale nada es preferible comprar automóviles, alimentos. Además: tenemos un déficit fiscal gigantesco y la emisión de dinero por parte del Banco Central. Esos son síntomas clásicos de hiperinflación. Actualmente la inflación venezolana prácticamente es la más alta del mundo, algo que no ocurrió durante los años ochenta ni en los noventa, cuando si bien hubo inflación alta el resto de los países también sufría de este mal.

¿Este año la inflación seguiría acelerándose?

Sí. El Gobierno tiene una situación de insostenibilidad fiscal clarísima. El gasto del sector público consolidado experimenta una tendencia alcista clara, muy difícil de bajar por componentes como el tema salarial y proyectos acordados con empresas extrajeras que no se pueden detener. Está presupuestado que el Banco Central de Venezuela emita en dinero sin respaldo el equivalente a 90 mil millones de dólares, calculados al tipo de cambio de 6,30 bolívares.

Están elaborando una doctrina nueva de que financiar el déficit fiscal es expansivo y eso es bueno para la economía. Un experimento que no tiene ningún basamento teórico ni ninguna comprobación empírica.

¿No cree que el Gobierno, al ver la aceleración de la inflación, se replantee esto y deje de emitir dinero en magnitudes tan elevadas?

Rafael Ramírez ha dado muestras de estar revisando los problemas. Ha hablado de búsqueda del equilibrio, pero la situación está tan tremendamente peligrosa que si no tomas medidas drásticas se va a poner muy complicada. Hay un cuerpo gangrenado y, aunque te duela, tienes que cortarte la pierna. El Sicad II a lo sumo va a recaudar dos puntos del PIB y el déficit, como ya te comenté, es de 15% del producto.

Agrega que la salida está en un nuevo programa económico que tome en cuenta distintas áreas. En el tema cambiario afirma que hay que ir a una “flotación limpia del tipo de cambio que podría situarse en un primer momento en 18 bolívares por dólar y luego bajar a 15 bolívares por dólar que es la tasa de equilibrio”.

“Con este ajuste del tipo de cambio que implica salir de la tasa sobrevaluada de 6,30 bolívares obtienes el equivalente a 10,8% del PIB, la mayor parte del déficit fiscal desaparece. La sobrevaluación ha representado una debacle productiva, un descalabro del aparato industrial y agrícola. ¿Cómo vas a producir si es más barato importar y el mismo Gobierno importa y vende por debajo del precio que tiene la producción nacional? ¿Cómo vas a exportar si no eres competitivo? Ha aumentado el rentismo tremendamente, apenas 4% de las exportaciones son no petroleras, aparte de que no se ha frenado la inflación y la fuga de capitales”.

Añade un nuevo elemento. “Hay que subir los impuestos a los que más tienen, la recaudación no petrolera es de apenas 14% del PIB, una tasa muy baja respecto al resto de los países latinoamericanos. Claro, esto se haría progresivamente de acuerdo a como progrese la economía”.

El precio de la gasolina también forma parte de la lista de medidas: “Es necesario subir el precio de la gasolina de una manera importante que haga que baje tremendamente el beneficio de los contrabandistas. A precios internacionales se están perdiendo 24 mil millones de dólares anuales. Entonces, si corriges lo cambiario y lo fiscal cierras el déficit fiscal sin bajar los gastos sociales”.

El ahorro de parte del ingreso petrolero es otra acción a implementar a fin de garantizar la estabilidad en los períodos en los que el precio del petróleo pierde brillo. “Hay un problema grave de volatilidad. Si aumenta el ingreso aumentan los gastos, baja el ingreso bajan los gastos. Nunca se ha hecho un fondo de estabilización, históricamente después de los años setenta se cayó en una política procíclica que empeoró en el período de Chávez. En este aspecto también habría centralizar las reservas internacionales, eliminar al Fonden”.

“En lo monetario hay que poner un presidente del Banco Central y directores que en la mayoría no sean del Gobierno, eso es obligatorio por un tema de credibilidad. Ulises se amarró al mástil para traspasar el mar de las sirenas. El Gobierno oye muchos cantos de sirenas, necesita a alguien que le diga que no cuando se requiera. Además de frenar la expansión del gasto, que solo crezca cuando el ingreso real aumente”, dice.

Estas medidas tendrían un efecto inflacionario en momentos en los que el Gobierno enfrenta una situación política que incluye protestas violentas en las calles.

¿Cuál sería el impacto en los precios de mover el tipo de cambios desde 6,30 bolívares hasta 18 bolívares?

No habría inflación porque también hay acciones en el terreno productivo. Al corregir la sobrevaluación mejoras las condiciones para la producción y aumenta la oferta de la industria y la agricultura nacional, pero esto no es suficiente. Además hay que generar condiciones institucionales para la inversión privada,  que el mercado tenga su espacio y revisar unas leyes que teóricamente van a favorecer al trabajo pero lo van a perjudicar porque se hicieron basadas en un diagnóstico equivocado. Son leyes que piensan que el culpable de la inflación es el empresario entonces hay que hacer leyes para controlar las ganancias, el control de precios. Eso no sirve el mejor mecanismo para controlar los precios es la oferta, la competencia. Si hay monopolios los regulas.

¿Eliminar la inamovilidad laboral?

A quién se le ocurre que vas a tener condiciones para la producción si contratas a alguien y nunca lo puedes despedir, en un sistema de mercado no tiene lógica mantener por tanto tiempo una ley de este tipo. Una mentira que se les dice a los trabajadores. Dices que estás a su favor y en la práctica has descalabrado la economía. No habría aceleración de la inflación y un elemento importantísimo es que cuando se hacen anuncios creíbles en materia de sostenibilidad fiscal y monetarios aumenta la demanda real de dinero de manera tremenda, se modifican las expectativas. Va a bajar la demanda y eso compensa la subida del tipo de cambio que es de una sola vez. Se trata de una subida del nivel de precios no de la tasa de crecimiento de los precios. Pero incluso ese aumento en el nivel del tipo de cambio no tiene por qué afectarte los precios, la experiencia histórica te lo dice”.

La experiencia histórica dice que cuando sales del control de cambio y el control de precios tienes un rebote de precios muy importante.  En 1989 al abandonar el control de Recadi la inflación fue de 89% y en 1996 cuando se abandonó el control que manejó la OTAC de 103%.

Yo hablo de la experiencia histórica de los países que han tenido hiperinflación y hay experiencia econométrica documentada. Lo que se ha hecho en Venezuela no sirve, no se puede poner como ejemplo, eso es basura lo que se hizo aquí. No se hicieron correcciones creíbles en lo fiscal, una cosa por un lado sin hacer otra. En un programa como este eso no sucedería porque habría políticas adecuadas y coordinación entre ellas.

¿También descarta que haya efecto recesivo al frenar la expansión del gasto público?

No son medidas de ajuste contractivo para nada. Si se hacen todas las cosas habría una tremenda repatriación de capitales y de cerebros. Si las condiciones están dadas para que el bolívar tenga valor, las personas que se han fugado volverían. No hay que dar un paso adelante sino un paso atrás para coger impulso y salir volando. Además de las empresas capitalistas las socialistas pueden funcionar, hasta ahora no lo han hecho porque no hay condiciones macroeconómicas adecuadas. Las empresas capitalistas modernas están cambiando la estructura de propiedad para que los trabajadores se sientan identificados con el futuro de la empresa.

Hablemos un poco de lo que puede ser el corto plazo. El Gobierno piensa que la inflación obedece a la especulación y se dispone a controlar la ganancia de las empresas colocando un techo de 30%. ¿Podría contenerse la inflación reforzando el control de precios?

Es un error porque parte de un diagnóstico equivocado. Crees que el incremento de precios se debe a las ganancias de la gente y entonces controlas las ganancias, eso es un error garrafal.  Las empresas se van a rebelar dejando de producir. También es necesario señalar que en un ambiente normal las tasas de ganancia tendrían que reflejar la tasa de interés que es el precio de la inversión y una tasa de 30% en términos reales es altísima. Es decir, tienes que medir las ganancias en términos reales en un ambiente inflacionario. Si controlas las ganancias en 30% con inflación de 56% no tiene ningún sentido.

Vamos a un sistema con tres tipos de cambio. El de 6,30 bolívares para bienes prioritarios. El  del Sicad que ha estado en un rango de entre 11-12 bolívares y otro fluctuante, que sería el Sicad II y que estaría en un rango de 25-40 bolívares según Bank of America.

¿Qué efecto puede tener un sistema con tanta diferencia entre las tasas?

Con ese régimen cambiario no estoy de acuerdo porque no resuelve el problema grave que tenemos, estamos al borde de un abismo y si no resolvemos la inflación y el desabastecimiento no resolvemos nada. Con un régimen cambiario bastante tímido no vas a resolver nada. Los montos que se transarán en el Sicad II son muy inferiores a los que se deberían transar,  es un pañito caliente, no es suficiente aunque va a en la dirección correcta.

El Gobierno ha iniciado una serie de conversaciones para buscar acuerdos que garanticen la paz y se creó una comisión para la verdad económica.

¿Hay tiempo para discutir lentamente los problemas?

Estamos con una tremenda represa de agua que tiene su dique y abajo está la gente a la que le llega el agua y más o menos la distribuyes. Pero resulta que el dique está resquebrajado y si se rompe arrasa con todo el mundo, pobres, empresarios, consumidores, clase media y trabajadores. Pero el Gobierno en vez de llamar a unos técnicos que le digan cómo reparar el dique está llamando a reuniones a ver como reparte el agua, la renta petrolera. Unos 600 empresarios en una asamblea solicitando dólares, subsidios. Eso va a durar un mes y el dique se puede reventar. Tienes que llamar a economistas que te digan como solucionar estos desequilibrios, repara el dique y después te dedicas a repartir la renta petrolera. Hay que evitar una guerra civil, un golpe de estado.

¿Esto no implicaría reconocer que buena parte de lo que implementó Hugo Chávez estaba equivocado?

Absolutamente. Estas políticas vienen de Chávez, del mismo equipo económico de Chávez. Cuando vas a reparar el dique hay que decir que esos técnicos lo resquebrajaron y hay que salir de los técnicos anteriores. Deben reconocer humildemente sus errores y cambiar.

¿No se necesitan cambios políticos además de los económicos. Un sector importante del país piensa que el simple voto no le basta para estar en democracia, reclama libertad de expresión, división de poderes, instituciones creíbles. Es posible que se afloje la centralización del poder?

Tiene que haber un acuerdo nacional para evitar una guerra civil y un golpe de estado. El gobierno perdió la legitimidad política en la mitad de la población. El Gobierno ha dicho mentiras inexcusables. Que la inflación, el desabastecimiento, la debacle económica son culpa del sector privado. Pero la culpa es del Gobierno y de las políticas del presidente Chávez. Tienes que llamar a conversar al sector privado y a la oposición, que te reconozcan como Presidente constitucionalmente electo. Que ellos respeten la Constitución, pero tú también tienes que respetarla.  Así es posible un pacto de tipo político para tener instituciones confiables, en la Fiscalía, en la Contraloría, en el Tribunal Supremo de Justicia, ese es el dique en lo político. Tienes que hacer negociaciones reales de este tipo. Hay que respetar la división de poderes, esos poderes han ido a un “monarca”, eso no es democracia, no se puede desconocer a la minoría, eso sería la dictadura de la mayoría. Eso no es revolucionario para nada.

Para un Presidente como Nicolás Maduro que no tiene el control que tenía Chávez de las distintas facciones eso no lo haría aún más débil ante el ala militar.

¿Qué pensaría Diosdado Cabello de una negociación de este tipo con la oposición?

Si el Gobierno no hace estas negociaciones reales de compromiso de amarrarse a un mástil en lo económico y en lo político, esto se cae. Va a perder la legitimidad política no solamente con la oposición también con los chavistas que ya están acusando los efectos de la debacle económica. Ellos creen que el Gobierno los protege porque el culpable es la oposición, pero cuando el pueblo chavista se de cuenta de que esto es una mentira se va a volcar contra el Gobierno. Tienes que hacer cambios en lo económico y también en lo político porque las cosas se han ido demasiado lejos, estamos en una guerra de desgaste clásica. Si el Gobierno no corrige su política económica el tiempo lo va a ir perjudicando, tiene las de perder en el largo plazo.

¿Qué debería hacer la oposición?

Las guarimbas no le convienen. El Gobierno va a decir que la culpa del desabastecimiento y la inflación es por las trabas para el transporte. Tiene que protestar pacíficamente de acuerdo a la Constitución, Capriles tiene que condenar la violencia de sus seguidores. No se pueden mover de acuerdo a las encuestas, sino de acuerdo a principios para que sean creíbles. El Gobierno ha cometido errores garrafales pero la oposición ha cometido más errores.

Tienen que acudir a las conversaciones, muchas de las cosas que yo he dicho aquí las pueden decir en esas mesas, si no quién las va a decir.

¿Lorenzo Mendoza?

El Gobierno considera que el sector privado no invierte desde 1983, que desde el Viernes Negro hay una huelga de inversiones, una burguesía que vive de la renta petrolera y por eso hay que sustituirla, son parásitos.

¿Esta idea no hace que sea muy difícil un cambio en lo económico hacia políticas de mercado?

Es cierto que hay una burguesía parasitaria que está pendiente de la renta petrolera pero como Gobierno con tanto poder que has tenido puedes evitar que eso ocurra con políticas. Pusiste divisas a 6,30 y un mercado paralelo con un tipo de cambio muy alto que tú mismo generaste, una oportunidad de arbitraje. Por diseño estás generando la boliburguesía parasitaria, estás generando condiciones para que ellos usufructúen la renta petrolera pero si cambias el diseño institucional los vas a poner a producir. No puedes culpar al zamuro de comer si tú le pones la carne. ¿Vas a culpar a empresas de maletín que se llevaron 20 mil millones de dólares? Cúlpate a ti que les pusiste los 20 mil millones.

El Gobierno afirma que ha invertido 500 mil millones de dólares en lo social que han mejorado sustancialmente la calidad de vida de los sectores pobres.

¿Efectivamente esto es así?

Ha aumentado el bienestar de las clases más bajas eso nadie lo puede negar. La renta petrolera ha ido a esos sectores y antes eso no ocurría. Pero hay dos matices. Eso ha ocurrido de una manera totalmente insostenible,  sin sustentación futura, la base económica es totalmente endeble. Esos 500 mil millones de dólares no dicen que has cumplido tu tarea ni mucho menos.

Otro aspecto a considerar es que el ingreso de la renta petrolera no se ha debido gastar todo en lo social, eso es un error es el síndrome del boxeador irresponsable que gasta todo, ayuda a sus amigos hace mucho por el bienestar de su comunidad pero luego queda en nada, el gobierno de Hugo Chávez incurrió en el síndrome del boxeador irresponsable. Has debido generar condiciones para que los pobres permanezcan produciendo no viviendo de tus dádivas

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