La importancia de conocer al cliente en la comunicación transmedia/omnicanalidad

La comunicación y la publicidad de las marcas ha abandonado gracias a la hibridación del público objetivo las campañas centradas en un solo medio y abrazan una estrategia Omnicanal o transmedia.

El consumidor ha evolucionado a lo largo de los años, la división entre los clientes offline y online ha pasado a la historia, ahora hablamos de un público híbrido, que consulta distintos soportes al mismo tiempo y al que se le puede impactar de distintas maneras. Precisamente, la hibridación del público objetivo ha sido el gran empuje para que la comunicación y la publicidad de las marcas abandone las campañas centradas en un solo medio y abracen una estrategia transmedia que abarque todas las vías por las que un potencial cliente puede recibir un mensaje.

Esta situación de omnicanalidad debería ser el objetivo para la mayoría de las empresas y marcas, aunque también es cierto que no todas pueden dedicar los mismos recursos al marketing online y físico, del mismo modo que no todos los clientes potenciales para un producto dividen exactamente en 50% digitales y 50% de consumo tradicional. Esto varía en función del consumidor y la marca.

Por ello, para seguir una buena y adaptada estrategia de omnicanalidad, se hace indispensable optimizar el mix de canales usados, equilibrando la inversión en distintos soportes para conseguir los mejores resultados. Y solo hay una forma de lograrlo: realizar un proceso de recolección de información del público objetivo mediante diferentes herramientas junto con una revisión continua de los canales que queremos utilizar en la comunicación transmedia.

Pero ¿cuáles son las vías más características para las estrategias omnicanales? Podemos optar por usar a nuestro favor cualquier medio que combinen vertientes físicas y digitales, aunque es cierto que hay métodos como las notificaciones push que permiten una conexión entre la marca y los compradores locales. Eso sí, el despliegue se ha de hacer de forma correcta para que estas notificaciones no sean invasivas ni lleguen a los usuarios a los que no les van a interesar. Por ejemplo, una cadena de restaurantes que cuente con una aplicación propia debe configurar las notificaciones push para que la información sobre una promoción en una ciudad no llegue a los usuarios de la app en otra. Esto solo se puede conseguir con una investigación previa y un gran conocimiento del cliente.

Por otro lado, también existen medios muy tradicionales de marketing y publicidad a los que se les puede dar un nuevo matiz tecnológico para llamar la atención de las generaciones más digitales. El buzoneo es un ejemplo de este tipo de canales que han sabido adaptarse a la digitalización, pasando de productos publicitarios más tradicionales como folletos, revistas y flyers repartidos en los buzones a catálogos digitales y newsletters informativas enviadas a las bandejas de correo electrónico de los clientes. Pero el paso previo no ha cambiado, continúa siendo el conocer a nuestro target, de manera que el primer impacto de la campaña sea un éxito.  Es decir, los catálogos digitales también deben llegar únicamente a su público objetivo, evitando así el spam y el malgasto de recursos.

Dirigirse al público concreto, y que más probabilidades tiene de conectar con la marca, es la esencia del marketing de omnicanalidad. Vías, tanto físicas como digitales, que permiten acercarnos a un comprador que consume diferentes artículos pero que cada vez es más exigente y no tolera que le llegue comunicación de algo que no es de su interés.

En este sentido, los anuncios RTB (o publicidad Real Time Bidding) permite a las marcas pujar por espacios publicitarios en las webs consultadas por su público objetivo, gracias a que este sistema recoge las cookies de navegación de los usuarios. Su funcionamiento es sencillo. Las marcas reciben alertas de que una puja en un sitio web, que es de su interés por ser donde está su audiencia, se ha abierto, y éstas deben decidir si la información que les da acerca de sus usuarios les convence para pujar por ese espacio publicitario. Hablamos de un método novedoso que permite a las marcas aparecer siempre ante un perfil de cliente que tenga más probabilidades de comprar sus productos o servicios.

En definitiva, las estrategias transmedia/omnicanalidad son una potente herramienta de diferenciación, lo que puede ser clave para que el mensaje de una empresa o marca alcance a su público objetivo.

Escrito por Aida Pericás 29 noviembre del 2021. marketing.com

Nota de prensa.