Antonio Delgado y Jordi Sabaté – Pesan poco, caben en casi cualquier sitio y tienen suficiente batería como para trabajar de manera cómoda en parques, trenes y aeropuertos. Estos son los tres rasgos básicos de los portátiles ultraligeros, una nueva gama que incluye modelos como la gama Vaio de Sony, que cuenta con algunos aparatos muy interesantes en las series Z, Y y W, el Satellite R630-13U de Toshiba o el MacBook Air de Apple. Sin embargo, para poder ofrecer sus ventajas estrella, en estos ordenadores se ha renunciado a muchas prestaciones. Resultan más apropiados para los usuarios profesionales que pasan largas temporadas entre hoteles y aeropuertos, pero el resto de la población encuentra en ellos algunas limitaciones.
Si las tendencias de compra se mantienen, en pocos años las ventas de ordenadores portátiles superarán ampliamente las de sobremesa. La razón de esta preferencia es que los usuarios valoran más el peso y el tamaño -que facilitan el trabajo en régimen de movilidad- respecto a la potencia del ordenador.
Ahora bien, los portátiles pueden llegar a pesar hasta tres kilos y tener unas amplias dimensiones que los hagan muy incómodos para transportarse de forma constante. El usuario viajero necesita «algo especial»: requiere ligereza y poder meter el ordenador en casi cualquier cartera.
Para responder a estas necesidades, se han desarrollado dispositivos como el MacBook Air, el nuevo producto de Apple: tiene un grosor del cuatro milímetros en su lado más fino y 19 milímetros en el lado más ancho. Además, el peso del portátil es de 1,36 kilogramos.
También es interesante destacar las ventajas de su pantalla LED de 13,3 pulgadas, con una resolución de 1.280×800 píxeles. El hecho de utilizar diodos orgánicos de bajo consumo (los LED) limita mucho el consumo que exige su elevada resolución.
Otros ordenadores de similares características son los Vaio en las series Z, Y y W. El tamaño de pantalla de las mismas es de 13,3, 11,6 y 10,1 pulgadas, respectivamente. Como aspecto positivo, destacan las funciones de conectividad por cable a la Red -aunque no en todos los modelos-, la lectura de discos ópticos o un disco duro con más capacidad. Por su parte Toshiba aporta el modelo Satellite R630-13U, que tiene una pantalla de 13,1 pulgadas y un peso de 1,43 kilogramos, similar al MacBook Air de 13,3 pulgadas.
Poca capacidad de disco duro
Pero la ligereza de estos aparatos también tiene sus contrapartidas. Una de ellas es la obligación de deshacerse de los elementos más pesados en un ordenador. El primer sacrificado es el disco duro, que ve sensiblemente reducida su capacidad respecto a los estándares actuales. De los 500 gigabytes de algunos portátiles, se pasa a 256 gigabytes como límite de su memoria flash.
Por lo tanto, el usuario deberá tener en cuenta que, además de comprar un ordenador de la gama alta y a un precio alto, solo podrá contar con aproximadamente la mitad de capacidad de almacenamiento, con respecto a los otros modelos del mercado.
Baterías de larga duración
La duración de la batería es otro de los factores importantes en estos dispositivos, ideados para poder trabajar en lugares donde los enchufes escaseen. Como sucede con el disco duro, la pila es uno de los elementos más pesados del ordenador y, por consiguiente, su inclusión sacrifica otras ventajas.
El MacBook Air ofrece la posibilidad de trabajar hasta siete horas «desenchufado», a cambio de eliminar del ordenador el lector de discos ópticos. Algo similar sucede con otros modelos, que si bien no prescinden de piezas fundamentales, sí ganan peso y grosor debido a la creciente potencia de su batería.
Para paliar la falta de unidad óptica, Apple ha presentado una aplicación llamada «Remote Disk», que permite acceder en modo de lectura a unidades ópticas presentes en ordenadores Mac o PC que estén conectados al Mac Book Air a través de una red local. Se espera que con la salida en otoño del servicio iCloud para guardar contenidos en la nube, este problema se vea compensado por el almacenamiento y compra de contenidos on line, que se reproducen en streaming.
La duración de la batería del MacBook Air, siempre según Apple, está diseñada para durar en torno a las cinco horas con el concentrador wifi encendido. No es una mala media si se tiene en cuenta que la conectividad wifi tiene un alto consumo. Sin embargo, uno de los aspectos más criticados por los usuarios es que la batería se encuentra fija dentro de la carcasa y, por tanto, debe desmontarse para poder reemplazarla si se estropea. En respuesta a estas críticas, Apple se ha comprometido a sustituir la batería en sus centros oficiales sin cobrar la mano de obra, a cambio de pagar los 129 dólares que cuesta la batería de recambio.
Por su parte, Vaio asegura ofrecer para sus modelos ultraligeros hasta seis horas de batería y además incluye lector de discos ópticos, pero especifica en su página web que «la duración real de la batería puede variar según las configuraciones específicas de hardware y software». En otras palabras, es posible que si se trabaja en modo wifi o se ve DVD, la batería dure bastante menos.
Baja conectividad por puertos
Uno de los aspectos que más llaman la atención del nuevo MacBook Air es que solo se conecta a la Red por wifi. Esta conectividad se antoja insuficiente para el uso diario, pero no para el viajero que trabaja en lugares donde las redes wifi son la mejor forma de conectarse: aeropuertos, hoteles, centros comerciales, etc. El problema es el de siempre: si tiene que ocupar poco, un ordenador no puede tener excesivos puertos, porque le harían aumentar su grosor y longitud hasta hacerlo poco práctico.
Los Vaio ultraligeros cuentan sólo con conectividad wifi en casi todos sus modelos y tan solo un par de ellos ofrecen conectividad por cable ethernet. Otros fabricantes también apuestan abiertamente por el wifi, pero como alternativa, permiten la conectividad por red UMTS, similar a la de los teléfonos móviles; una buena solución cuando no hay redes abiertas.
Respecto a las otras conexiones, como los puertos USB, abundantes en los portátiles normales, los ultraligeros ofrecen conectividad Bluetooth 2.1. Es la solución al problema del espacio que ocupan los puertos: conectar todo de modo inalámbrico y limitar el número de clavijas USB a una o dos, como mucho.
Esta es una opción buena para los viajeros, aunque incómoda e inestable cuando se trabaja en un sitio fijo, ya que los puertos USB son más sólidos y funcionales que las conexiones Bluetooth.
Pantallas pequeñas
El último inconveniente, aunque no el menor, es que el tamaño de la pantalla se antoja la mayoría de las veces insuficiente para una navegación cómoda, una lectura prolongada de textos o la visión de vídeos largos, aunque la definición de pantalla sea buena.
MacBook Air solventa el problema, en buena parte, gracias a su ratón multitáctil, que permite aumentar el texto en algunos editores y en páginas web, y hace mucho más cómodo el desplazamiento tanto vertical como horizontal por las páginas. Pese a esto, la lectura prolongada puede provocar mareos y cansancio en la vista. En los Vaio, al carecer de tecnología multitáctil en el ratón, el problema de manejo de las páginas se acentúa.
Fuente: http://www.consumer.es/web/es/tecnologia/hardware/2008/03/20/175483.php