“Dicen que el mundo es de los soñadores,
partiendo de esa premisa, es importante
soñar con la ciudad que queremos y en
la conducción política del país
que necesitamos”
C. Salazar
Recién, acabamos de comenzar un nuevo año una realidad que, como suele suceder, estimula a un considerable número de personas a diseñar nuevos proyectos tantos personales, como profesionales, cuyo objetivo central debería ser la reafirmación del grupo familiar como la parte central de toda planificación, en donde debe imperar -ante todo- el amor, la paz y la comprensión entre los actores de esos escenarios naturales y particulares. Logrando estos objetivos tan personales, tal vez se puedan repetir en el resto del contexto en donde se actúa.
Este año 2008 para Venezuela representa un gran reto por cuanto a partir del primero de este mes hay en circulación una nueva moneda, llamada por los especialistas en macro-economía de este régimen: “Bolívar Fuerte” y que supuestamente, estará reforzando la “economía fuerte” que se ha venido desarrollando en este país.
Por otra parte, en este año se efectuarán las elecciones de los gerentes regionales y municipales, como son los gobernadores de las respectivas entidades federales y del líder más importante de las comunidades como lo representa el alcalde que, sin lugar a dudas, de acuerdo con la actual Constitución de 1999, es el líder más importante de cada localidad. Este proceso electoral representa una gran ventana de oportunidades para Venezuela, por cuanto los resultados de las elecciones de la Reforma Constitucional del 2D, muestran que el Soberano puso en evidencia que nada quiere con el pasado y mucho menos con el presente; en consecuencia, para los gerentes de la gestión pública, así como la sociedad civil; se deben buscar los mejores, las personas más capacitadas para ocupar tan importantes posiciones de lideranza en el contexto social. ¡UN ESTILO DE GESTIÓN TOTALMENTE NUEVO, CON UNA GRAN VISIÓN DEL PAÍS DEMOCRÁTICO!
Estos nuevos gerentes de la cosa pública deben tener como objetivo muy claro lo siguiente: no se puede seguir despilfarrando la riqueza nacional en el exterior, por cuanto el país tiene situaciones muy críticas como es la situación de ser el número 28 entre los 29 países de Latinoamérica y con una inflación acumulada el año pasado de 22.5 de acuerdo al BCV, que la ubica en la mayor del continente. The Associated Press indicó que para el 2007 –el máximo líder de este régimen- repartió más de 8.600 millones de dólares en donaciones y financiamientos, pero no se sabe con certeza cuánto dio realmente ni adónde fue a parar el dinero. Esta fabulosa cantidad determina que Venezuela regala más dinero en América Latina que USA. Y lo más grave aún es que estas regalías son hechas sin control fiscal ni objetivos específicos. Expertos en políticas macroeconómicas han venido pronosticando que -más temprano que tarde- habrá una gran crisis en Venezuela. A pesar del gran ingreso petrolero, el 25% de los 26 millones de venezolanos subsisten con menos de tres dólares diarios, (± 6.40 Bs. F.)
Muchos expertos en esta área del conocimiento coinciden que el modelo macroeconómico de este régimen no es el mejor, por cuanto su base de sustentación es primitiva, estatista y controladora: desestimula abiertamente la producción privada. De acuerdo a estos especialistas en este año habrá una batalla entre el estímulo del petróleo y el desestímulo que produce la ineficiencia intrínseca de este proceso del Socialismo del siglo XXI, donde cada día la inflación se dispara y el desabastecimiento se encuentra en niveles críticos. Estas realidades fácilmente son observables entre la diferencia del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y en los incrementos de los costos de operatividad de las compañías el cual es más de 10 puntos porcentuales; es decir, que mientras los consumidores se enfrentarán a una inflación superior al 25% en este año, los empresarios lo harán a niveles superiores al 35%, lo cual hace visualizar una situación muy crítica para el sector productivo nacional. A esto hay que agregarle las presiones del mercado cambiario.
De acuerdo a organismos internacionales la República Bolivariana de Venezuela es la nación que ocupa el “honroso” primer lugar en América Latina en los índices de corrupción y el puesto 25 a nivel mundial, niveles estos que indican que este flagelo cada día es más crítico: es decir, que cada día se incumplen los 60 mandatos de la Convención Interamericana contra la Corrupción y, por otra parte, Latinoamérica es la región geográfica mundial que menos reformas ha implementado para atraer negocios y Venezuela figura como último país para las inversiones, (tanto nacionales como internacionales).
Otro de los aspectos críticos es el alto grado de inseguridad existente en todo el país, el número de homicidios que semanalmente se ha venido incrementando y la sumatoria de los mismos ubica a Venezuela con muchas más muertes trágicas que cualquier país en guerra. El promedio de este tipo de muertes es de: ¡casi seis personas cada hora!.
Ésa es la historia del pasado año de la República Bolivariana de Venezuela. Tanto los líderes de la administración pública, como de la privada deben preguntarse cuáles fueron los triunfos más significativos y los fracasos más críticos, qué dejaron de hacer y qué hicieron sin querer, y lo más importante: ¿Cuáles son los proyectos del 2008 para construir la Venezuela que desean los venezolanos progresistas y democráticos?
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