Fui invitado el pasado mes de agosto, concretamente el dia 13, para dar una conferencia a la Escuela de Administración de Empresas de la Universidad Nacional de Tumbes, específicamente por el Comité de Alumnos del 6to. Ciclo.
Me embarqué en el vuelo de LAN (único). Al pasar por los controles, me quitaron 3 herramientas que uso normalmente para operar mi laptop, pese a las explicaciones que les diera, la administración que está a cargo, prácticamente se apropió de ellas, sistema que no considero adecuado ni correcto, ya que si no hay el entendimiento para lo que se usan, deberían ser guardadas y entregadas al regreso del viajero, teniendo en cuenta que es un vuelo nacional y no robadas bajo el disfraz de autoridad y, sobre todo, por personal que actúa como si fueran carceleros y el usuario, que es el responsable de que tengan trabajo, y yo fuera un vil delincuente, algo no característico de la cortesía peruana.
Llegué a las 7 y minutos de la noche de ese viernes anterior, siendo recibido en el aeropuerto por el Comité de Recepción de los alumnos, jóvenes muy agradables y corteses.
En el inicio de nuestras conversaciones, preámbulo de conocernos camino al hotel donde me alojarían, supe que este esfuerzo de traer conferencistas y correr con los gastos de atención a los mismos -en total éramos dos de Lima- les tomó un esfuerzo de equipo, realizando eventos y buscando patrocinadores, algo que debería ser digno de imitar por todas las Universidades y todas las escuelas; en especial, en temas específicos de globalización y técnicos, ya que estamos en la era del conocimiento y ese es el único camino.
La conferencia se dio a sala más que llena, superando lo planificado y, por comentarios, los jóvenes se sintieron satisfechos con los nuevos planteamientos que escucharon. El Decano de la Facultad, Mg. Fernando Sandoval, magnifica persona al igual que el coordinador, profesor Mg. Augusto Benavides, dieron el realce necesario a este evento.
El sábado en la tarde, después de la conferencia y del almuerzo que me brindaron, regresé al hotel y aproveché que estaba sòlo para contratar una moto taxi y me paseara por la ciudad, (muy antigua y muy descuidada, pese a las bellezas que tiene); conversé con mucha gente, gente común de a pie, sobre sus sensaciones, frustraciones y perspectivas, de esto último encontré pocas respuestas. El desagrado y malestar por sus autoridades, desde el Gobierno Regional al Municipal fue total, siendo el nepotismo, mediocridad; y lo peor, falta de conocimientos en la mayoría de empleados con responsabilidad, era la realidad que imperaba en estas dignas instituciones. Inclusive se me comentó, que un alumno de 4to. Ciclo de una universidad local, tenía un puesto de mucha importancia en el Gobierno Regional. Tampoco se escapó la PNP, quienes son considerados como gánsters con placa por la población vehicular, sin dejar de pasar también la alta delincuencia media. En mi andar, pude apreciar que parte importante de la población usa las calles como basurero. Tuve la oportunidad de entrar a varios locales, restaurantes y bodegas, causando intriga en mi persona, ver en la mayoría de estos locales, tremendos letreros dedicados a nuestros vecinos del norte y sobre todo con tanto cariño. Al preguntar a algunos lugareños sobre esta situación, me indicaron que vienen continuamente y son magníficos comerciantes (¿?) En estos momentos me acordé del contrabando tan grande de combustible en esta zona; lo que no esperaba encontrar eran cómplices pasivos y, sobretodo, muy reconocidos hacia la mano de la mafia, que atenta directamente sobre los intereses de nuestro país en general; pero como se dice, la necesidad no tiene límites.
El día domingo, un comité integrado por alumnos, se encargó de enseñarme nuevamente la ciudad, sus alrededores inclusive Puerto Pizarro y los manglares. El descuido de Puerto Pizarro es impresionante no sólo en su infraestructura, presentación, desorganización, atención de visitantes, sino por la falta de iniciativa de autoridades y personas que se benefician con la actividad del turismo en general, sin dejar de lado el muladar que va acompañando al visitante durante todo su recorrido y en este especifico caso no es sólo en tierra firme, sino también en el mar, donde nuestro bote se plantó a mitad de travesía por unos plásticos que se enredaron con las hélices, mismos que una vez que el encargado de manejar el bote los pudo sacar, los arrojó nuevamente al mar, posiblemente con el deseo inconsciente de que otro bote tuviera el mismo percance.
En una de las playas de los manglares donde bajamos para almorzar y pasear un poco, nos volvimos a encontrar con nuestra ya amiga la basura y, como valor agregado, con dos perros que pertenecían a uno de los 8 kioscos de la playa, mismos que como buenos guardianes, atacaron a una familia completa que bajaban de su bote en esos momentos, gracias a Dios sin mayores consecuencias.
Fuera de sus riquezas y bellezas naturales, pude detectar muy fácilmente que el turismo acá, no tiene límites para brindar a sus visitantes maravillas incomparables.
Su gran problema es el atraso en el que se encuentra sumergida esta gran Región, detenida prácticamente por la peligrosa y tenebrosa mano del tiempo y desinterés, lo que es fácil detectar al ver sus edificaciones y viviendas, unas más descuidadas que otras, y una población sin mayor orientación, en cuanto a cuáles deberían ser sus actitudes y horizontes; salvo los jóvenes Universitarios que están cansados de esta burda realidad, como si intereses oscuros cerraran las puertas del modernismo, no sólo en infraestructura y limpieza, sino también y lo peor, en preparación de la población en general, en cuanto a imagen de la ciudad, atención de visitantes, procedimientos, entretenimientos, organización y motivación al desarrollo de actividades conexas, pero no realizadas profesionalmente en actividades propias del turismo y no la mediocridad que impera actualmente en este pequeño círculo, que incluye hoteles, restaurantes, paseos, taxis, moto taxis, operadores de botes, propietarios de kioscos en la ciudad, Puerto Pizarro y los manglares, situación que permitiría un magnifico ingreso directo a la población en general.
La verdad, me imaginaba, que por historia y ubicación como región fronteriza, debería ser mucho más moderna y actualizada, y me regresé con muchos sentimientos encontrados y sin comprender la despreocupación de las autoridades propias y ajenas, al permitir el atraso en el cual la han sumido, incluyendo a su población. Esto no puede tener ninguna disculpa ni pretexto. Algo también difícil de entender, es el hecho que no esté activa la Cámara de Comercio de Tumbes, quien debería señalar las pautas necesarias.
Los jóvenes Universitarios, después de conocerlos y hablar con ellos de la misión y visión que tiene cada uno por delante, convencido estoy que son los que marcarán la diferencia de lo que realmente necesita la hermosa región de Tumbes.
Felicito a las Autoridades de la Universidad Nacional de Tumbes, por inculcar y motivar esos principios y valores, y a los jóvenes, futuro y esperanza del Nuevo Perú.
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