UNT: Se agrava producción alimentos por falta de electricidad y de combustible

A través de una nota de prensa, el partido Un Nuevo Tiempo denuncia que el irregular suministro de electricidad en el tercer trimestre de este año, continuó siendo uno de los problemas más graves, que impidieron el normal desarrollo de los circuitos de la producción de alimentos.

Además de la incidencia en los cultivos que deben utilizar riego, también afecta la producción en todo el circuito de los lácteos y cárnicos, porque es un servicio indispensable para el riego de pastizales y para la elaboración y la conservación de la materia prima y de la manufactura. Debido a las fallas de electricidad, los ganaderos han tomado medidas drásticas como la reducción de los turnos de ordeño, esta situación ha disminuido la oferta de leche fresca lo que ha generado, entre otros factores, un aumento del precio de la leche a nivel de consumidor.

El responsable del área agroalimentaria de la tolda azul, Fernando Camino, coordinó un estudio sobre el comportamiento de la producción de alimentos en el tercer trimestre de este año, cuyas conclusiones se recogen en esta nota:

La falta de electricidad mantiene semiparalizada la actividad de la acuicultura, de la infraestructura de apoyo a la pesca, y de las plantas procesadoras. En el sector de la acuicultura, el uso de la energía eléctrica es fundamental, la inexistencia del servicio ha obligado a los acuicultores al uso de generadores que consumen combustibles, ahora escasos. Por otra parte, las plantas procesadoras de pepitona, de sardina, de atún y de camarón,  en Zulia, Sucre, Falcón y Anzoátegui, están casi todas paralizadas debido a la escasez del servicio de electricidad.

Señala  también el análisis, que en el tercer trimestre de este año, el desabastecimiento de combustibles, el alto costo de los agroquímicos y de los fertilizantes, complicaron el normal desempeño de las labores de los cultivos de cereales, oleaginosas, hortalizas, tubérculos, caña de azúcar y cítricos. La situación es aún más grave, para el rubro de hortalizas y de tubérculos debido a la escasez y al alto costo de las semillas.

El informe revela que el calvario de los productores no termina allí, pues llegado el momento de la cosecha de cereales, oleaginosas, hortalizas y tubérculos, continúan padeciendo debido a que empeoró el desabastecimiento de combustibles y aumentó el empeño del régimen por impedir la libre movilización de los vehículos que transportan la cosecha.

La falta de combustibles ha sido crítica en este tercer trimestre, además de entorpecer la cosecha ha causado daños irreversibles en los cultivos de caña de azúcar, de cítricos y de los demás frutales, ya que también paralizó el uso de riego de apoyo, lo que impedirá obtener buenos resultados de productividad y de producción al momento de la cosecha. En este análisis se revela que en el 40% de las localidades rurales los combustibles son prácticamente inexistentes, la situación más grave la confrontan los productores de casi toda la región andina, del sur del lago de Maracaibo y de los estados Yaracuy, Falcón Lara y oriente.

Asimismo, advierte sobre el otro gran problema que es la inseguridad jurídica, generada por las irregularidades en el trámite de las guías de movilización nacional. Además del cobro de impuestos y tributos ilegales por la movilización de la cosecha, de los productos lácteos, cárnicos y de los semovientes, perpetrado por la mayoría de los gobiernos regionales y municipales de los principales estados productores del país. Esta irregular situación, continúa distorsionando los canales de comercialización y aumentando el costo de los alimentos y de la materia prima.

También la  inseguridad personal y de los bienes de los productores, tienen un impacto muy importante en los costos de producción, en los balances de bienes de los productores y en los precios al consumidor. Ya se hacen “como normal” los secuestros y chantajes (“cobro de vacunas”), el abigeato, la invasión y posterior saqueo de las unidades de producción, el pago de “peaje” y ahora el hurto de la cosecha que es vendida públicamente ante la mirada indolente de los organismos policiales y militares.

Subraya este informe, que para colmo de males, la infraestructura de apoyo a la producción se encuentra colapsada. La vialidad, con años sin mantenimiento se ha deteriorado aún más debido a las lluvias de este trimestre, se estima que un alto porcentaje de la cosecha de cereales, oleaginosas, tubérculos café y hortalizas se pierdan por esta causa. La falta de mantenimiento de los drenajes y de los embalses, han creado una situación de inseguridad tanto de los bienes como de las personas, que han invertido en esas áreas que fueron saneadas para incorporarlas a la producción. En  el Estado Zulia, sur del lago de Maracaibo, en este trimestre se han perdido 10.000 hectáreas, de plátano, aproximadamente un 25% de la superficie total, debido a las inundaciones causadas por la falta de mantenimiento de diques y el drenaje del rio Chama. Esto equivale a la pérdida de 100.000 toneladas de plátano que deja de llegar al consumidor.

Punto importante de este estudio, lo constituye el hecho de que Pdvsa también contribuye con el desastre: en los Estados Zulia, Falcón y Carabobo, se han incrementado en este trimestre los derrames de petróleo y las fugas de gas, esta crítica situación está causando un ecocidio que afecta la calidad de vida de la población costera. A causa de los altos niveles de contaminación de las aguas, han casi  desaparecido especies como bagres, lisa, lebranche, camarón y cangrejo. Esta situación ha ocasionado aumento de los precios debido a la disminución de la oferta al consumidor y ha  dejado sin trabajo a miles de pescadores artesanales que viven de esta actividad.

Termina esta nota de prensa con un mensaje de optimismo de cara al cambio que se espera, en un próximo gobierno democrático, del sector agroalimentario del país: En Un Nuevo Tiempo tenemos la seguridad de que el cambio está cerca y que con las reformas legales y las políticas públicas que vamos a implementar, se garantizarán la seguridad jurídica y las condiciones óptimas para producir. De esta manera podremos revertir la caótica situación de la producción de alimentos en nuestro país